18 de octubre 2019
Más allá de los anuncios triunfalistas que los funcionarios del Gobierno hacen en los medios de comunicación afines al régimen de Daniel Ortega, el proyecto de Presupuesto General de la República 2020 presentado esta semana a la Asamblea Nacional, prevé una variación del producto interno bruto (PIB) de Nicaragua, de -3.5% para 2019, y una ligera recuperación de 0.5% para 2020. En contraste, el Fondo Monetario Internacional proyecta una caída de -5.0% este año y -0-8% en 2020.
La conjugación de ambos pronósticos –entre muchas otras variables- les llevó a presupuestar que el Estado obtendrá ingresos totales por 79 199 millones de córdobas, monto que solo supera en 0.4%, al Presupuesto reformado con el que aún se está trabajando en 2019.
Si bien el Presupuesto para 2020 contempla un crecimiento de 311.9 millones de córdobas en ingresos totales, la realidad es que esa suma, expresada en córdobas corrientes, representa una variación de -0.5% si se mide como porcentaje del PIB, y de -5.1% si se calcula en dólares.
Ese virtual estancamiento de 0.4%, contrasta notablemente con el 14.3% en que crecieron los ingresos en 2016, o el 10.3% adicional captado en 2017, aunque es mejor que el presupuesto 2018, que muestra una variación de -6.6%; muy similar al proyecto de presupuesto 2019 que incluía un descenso de -0.99%.
Si bien la reforma tributaria de marzo pasado permitió que el presupuesto reformado de este mismo 2019, pudiera contar con ingresos totales que superaban en 12.3% a los del ejercicio precedente, el 0.4% en que crecen esos mismos ingresos, sugieren que ya se agotó el impulso de esa reforma… exactamente tal como lo pronosticaron los expertos independientes.
A pesar que ambas mediciones de los ingresos totales (en dólares, o como porcentaje del PIB) reflejan decrecimientos, ese monto menor de recursos disponibles para pagar, gastar, amortizar y, en menor grado, para invertir, generará un superávit de 187.8 millones de córdobas, porque solo se prevé gastar 80 901.6 millones en el transcurso del año.
Los sacrificados
Esos 80 901.6 millones representan un monto 78.1 millones superior (0.1%) al de los gastos totales contemplados en el presupuesto reformado 2019, y será posible contenerlo de esa manera, gracias a una expansión de 0.4% del gasto corriente (el que se usa para pagar salarios y costos de oficina, por ejemplo), combinada con una variación de -1.2% del gasto de capital, que es el que se usa para financiar el desarrollo del país.
“La contención del gasto”, que es uno de los eufemismos que usan los técnicos para referirse a los recortes que se le hacen a diversas partidas presupuestarias, se explican por una serie de disminuciones, entre las que destaca el hecho que, el presupuesto 2020 no parece haber dispuesto los fondos necesarios para garantizar el aumento salarial de 5% a los trabajadores del Estado.
En el presupuesto del próximo año se incluyen 28,670.4 millones de córdobas en concepto de remuneraciones, lo que es solo 1.7%. superior a 28,195.6 millones presupuestados para ese mismo concepto en 2019, que no alcanzaron para entregar el ajuste del 5% de los salarios estatales.
Entre las instituciones a las que se reduce sus asignaciones de forma drástica destaca el Fondo de Inversión Social de Emergencia que recibirá 25.7% menos recursos que en 2019; el Ministerio de Transporte e Infraestructura (-21.9%); el de Hacienda (-17.5%, incluyendo un recorte de -20.8% a Aduanas); el de Energía y Minas (-10.8%); a Gobernación (-10.5%, aunque la Policía Nacional recibe 4.8% más que en 2019).
De todas las partidas, la más afectada es la que está asignada a las municipalidades, porque al transferirles solo 2941.9 millones de córdobas (el 4%, en vez del 10% de los ingresos tributarios que manda la Ley), implica que se les están cercenando 4412.9 millones de córdobas, equivalente al 60% de los 7354.8 millones a los que tendrían derecho.
Al aprobar ese monto, la administración de Daniel Ortega solo está repitiendo su comportamiento de 2019 para con los municipios: en vez de los 6416.0 millones que debería haberles transferido en este año, para cumplir con la obligación de devolverles el 10% del presupuesto, las alcaldías recibirán solo 2566.4 millones, o sea, el 40% del monto que les corresponde.
Las supuestas donaciones
Para que el presupuesto 2020 pueda funcionar, el Poder Ejecutivo supone que será capaz de obtener el equivalente a 9242.8 millones de córdobas en concepto de financiamiento externo, de los que destinará 5214 millones para pagar abonos, usando los 4028.8 millones restantes para incrementar sus recursos.
Destaca especialmente, su expectativa de que podrá conseguir donaciones externas por 1890.3 millones de córdobas (equivalente a 54.3 millones de dólares), que representa apenas 50.02% de los 3778.7 millones obtenidos en 2017.
La mayor parte (1654.5 millones) de esas donaciones externas, se oroginarían a la generosidad de entidades como la Unión Europea, que aporta 508.4 millones de córdobas; el Banco Mundial, con 350.0 millones; el Banco Centroamericano de Integración Económica, con 322.2 millones, el Banco Interamericano de Desarrollo, con 295.8 millones, y Taiwan, con 178.1 millones.
La administración también supone que será capaz de encontrar compradores para los Bonos de la República y Letras de la Tesorería por 4870.6 millones, pese a que nunca pudo colocar montos tan altos, ni siquiera cuando la economía crecía a razón de 4.0% y más.
También se especifica que, en concepto de “apoyo al fortalecimiento financiero”, se redimirá un total de 1441.4 millones de córdobas en concepto de Bonos de la República de Nicaragua, que están en poder del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), lo que incluye el pago adelantado de tres cuotas de la deuda histórica del Estado con esa entidad, para redondear un aporte de 1943.6 millones, si se suman los montos para pagar las pensiones especiales.
La lista corta de instituciones que en 2020 recibirían una mayor asignación de recursos, incluyen al Ministerio de Salud, al de Educación, la Alcaldía de Managua, los municipios (porque en la práctica, en 2019 también se les recortaron las asignaciones); el INSS, la Policía Nacional, y la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados.