18 de agosto 2019
La caída de los ingresos del Estado en 2018, obligó a la administración de Daniel Ortega a buscar nuevas (o reciclar viejas) formas de conseguir recursos, entre ellas, una que había sido muy fructífera en el pasado: la colocación de deuda.
Si bien la Asamblea Nacional, controlada por el orteguismo, actuó con la celeridad y docilidad acostumbrada para aprobar los decretos correspondientes que permitieran emitir nueva deuda, la mayor parte de los inversionistas nacionales y extranjeros prefirieron buscar otros instrumentos en los cuales arriesgar sus recursos.
El resultado es que el Gobierno solo ha podido colocar cantidades irrisorias de deuda, sea esta en forma de Bonos de la República o Títulos de Inversión, mostrando con ello que su credibilidad –también y especialmente en lo financiero- está cercana al cero.
En el primer semestre del año, “se colocaron Bonos de la República de Nicaragua, de los que en términos de valor facial se percibieron C$222.1 millones, de un presupuesto anual de C$11,264.2 millones (2.0% del presupuesto anual)”, admite el Informe de Ejecución Presupuestaria Enero - Junio 2019, elaborado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
TIN no llegaron ni a 18%
A los Títulos de Inversión (TIN), del Banco Central de Nicaragua, no les fue mucho mejor. Ni a aquellos denominados en moneda nacional, ni a los que fueron emitidos en moneda extranjera, tal como lo muestran los dos informes trimestrales del Mercado de Valores en Nicaragua, elaborados por el BCN.
El primero muestra que al 31 de marzo, el Banco había podido colocar 35.1 millones de córdobas en TIN, o sea, un poco más de un millón setenta y nueve mil dólares.
Tres meses después, las colocaciones del segundo trimestre habían mejorado en comparación con el desempeño del primer trimestre, al acumular 233.2 millones de córdobas, equivalentes a siete millones, ochenta y tres mil dólares, de los que un poco más de seis millones, fueron adquiridos en dos sesiones consecutivas: las del 25 y 26 de abril.
El primer mes y medio del tercer trimestre volvió a la nueva normalidad de la colocación de deuda gubernamental, al transarse un poco más de 549 000 dólares en TIN en julio (sumando ambas monedas), más cero córdobas y cero dólares, durante once sesiones del mes de agosto.
Si a eso se le suma los 9.2 millones de córdobas (un poco más de 286 300 dólares) colocados durante el cuarto trimestre de 2018, Ovidio Reyes, presidente del Consejo Directivo del Banco Central, puede reportar a Daniel Ortega que lograron colocar 8.99 millones de dólares, lo que representa un cumplimiento de 17.99%, cuando solo faltan seis semanas para que se cumpla el primer aniversario desde la fecha de emisión.
Dado que estos títulos fueron emitidos a un plazo máximo de uno, tres, seis, nueve y doce meses, el Gobierno tendrá que desembolsar esos primeros 9.2 millones colocados en córdobas, a una tasa de rendimiento promedio ponderado de 6.4%, que supera varias veces el rendimiento que ofrece la banca comercial.
No es la moneda… ¡es la confianza!
Que fuera el Ministerio de Hacienda y Crédito Público el que emitiera los Bonos del Gobierno, tampoco sirvió de mucho, indistintamente que estuvieran pactados en dólares… o en euros.
Un informe de la Tesorería General de la República, muestra que después de 30 subastas competitivas realizadas en el transcurso del año, esa entidad pudo adjudicar un poco más de 25 millones de dólares, por los que la ciudadanía pagará tasas de interés que oscilan entre 8.98% anual (para la emisión a pagar en marzo de 2021), y 11.75%, para la emisión a pagarse dentro de 39 meses.
Las emisiones en euros no tuvieron suerte alguna: después de once subastas competitivas efectuadas entre mayo y agosto, el Ministerio de Hacienda no recibió ni una sola oferta, con lo que la colocación acumulada a lo largo de todo ese periodo es cero.
Néstor Avendaño, presidente de Consultores para el Desarrollo Empresarial (Copades), opina que si el Gobierno no puede financiar su déficit fiscal, es porque los banqueros ya no le tienen confianza para comprarle títulos valores, lo que podría obligar al Gobierno a elevar más las tasas de interés que ofrece, para ver si de esa manera logra captar recursos frescos.
Reforma tributaria extrajo 3617 millones más
Al primer trimestre de 2019, la administración comprobó que las recaudaciones caían en 2584.8 millones de córdobas (-11.2%) con respecto al primer trimestre del año anterior.
De ahí que se empeñaran en una reforma que les permitiera colectar más impuestos, misión que fue cumplida al precio de cerrar más la soga alrededor de la actividad empresarial y el consumo privado.
Así, los 40 931.8 millones de córdobas percibidos en el primer semestre, representan el 58.7% de lo que esperan colectar en todo el año, y un sobrecumplimiento de 12.3% (un poco más de 4470 millones) con respecto a la meta para el primer semestre. La cifra es mayor en 2.7%, (1088.4 millones), que lo observado en el primer semestre de 2018.
La diferencia entre el primer trimestre y el segundo, se explica porque entre abril y junio se revirtió la caída, “al incrementarse la recaudación en 21.6% (3617.4 millones), lo que proviene en particular de la evolución de los ingresos tributarios, como resultado de la implementación de las medidas incorporadas en la Ley No.987, Ley de Reforma y adiciones a la Ley No. 822 LCT”.