18 de octubre 2018
Después de ordenar la matanza de más de 300 de sus ciudadanos, el Gobierno de Daniel Ortega no cuenta ya con la legitimidad necesaria para imponer nuevos tributos como los que se requieren para cuadrar el Presupuesto General de la República o las cuentas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Y menos si Estados Unidos aprueba la ley conocida como Magnitsky Nica.
El economista Leonardo Labarca, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), dice que “primero tiene que haber cambios políticos”, si se quiere hacer reformas a la Ley de Concertación Tributaria (LCT) -como ya anunció el Ejecutivo- y a la seguridad social, como se supone que habrá que hacer.
“Toda esta inestabilidad política y social que hay en el país, no se puede componer si no se hacen reformas, y eso obviamente que va a repercutir en la economía”, aseguró al ser entrevistado en el segmento Cuentas Claras, del programa de televisión Esta Noche, que se transmite por Canal 12.
“No sabemos si esas medidas tendrán una repercusión positiva en la economía, dado que seguimos con este problema de inseguridad e incertidumbre, que ni el consumidor ni el inversionista se sienten seguros, y mientras eso no se pueda arreglar, difícilmente los otros aspectos de la economía se van a poder reparar para volver a la senda que llevábamos antes de abril”, añadió.
La expectativa actual es que el Gobierno está apostando a conseguir la ‘bendición’ del Fondo Monetario Internacional (FMI), a su propuesta de reformas a la seguridad social y a la LCT, para después ‘negociarla’ con sus antiguos aliados del sector privado, o simplemente imponerla.
“Aquí la gran pregunta es ¿qué va a hacer el Fondo cuando se apruebe la Magnitsky Nica?”, planteó Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), al ser entrevistado para el mismo programa de TV.
“¿Querrá el Fondo seguir apoyando a este país mientras se sigan dando situaciones como la que se dio el domingo, o de alguna manera van a llegar a algún arreglo para seguir apoyando? Yo realmente no creo que el Fondo ni los otros organismos quieran seguir apoyando un país donde hay una inestabilidad política”, añadió el líder gremial.
Deuda interna aumenta 293%
Después de un rápido análisis sobre la propuesta de Presupuesto 2019, Labarca cree que el Ejecutivo no pedirá una nueva reforma al ejercicio 2018, porque decidieron reducir los pagos por amortizaciones de la deuda pública para diferirlos en el tiempo, y disponer de esos recursos para cubrir el déficit de este año.
Mientras tanto, se proyecta reducir el Presupuesto 2019 de la mayoría de ministerios y entidades, comenzando por el Ministerio de Transporte e Infraestructura, que sufre una reducción de 920 millones de córdobas; el Ministerio de Salud, que pierde unos 168 millones de córdobas, y otros como Enacal, las municipalidades, y hasta el Consejo Supremo Electoral, que sufre una reducción de 313 millones.
Aunque no se esperan más despidos que los de aquellos que el Gobierno percibe como lejanos a su proyecto político, lo que sí hay es reducción en proyectos, tanto los que están financiados con cooperación externa como los que ya no puedan mantenerse con recursos del Tesoro, ante la caída de la recaudación de impuestos.
En el caso del Programa de Inversión Pública, que sufrió una merma del 8.35% (con respecto al Presupuesto 2018 modificado, y de 12% a 13% si se le compara con el Presupuesto original), lo que afectará grandemente al sector privado, que es quien ejecuta la mayor parte de las carreteras y otras infraestructuras que se financian con esos recursos.
“Varios programas del Banco Mundial, el BID y el BCIE, aprobados para este año se pasaron para el próximo. Si bien es cierto se reducen las donaciones en 27%, y el financiamiento externo se reduce igualmente en 4%, llama la atención que el financiamiento interno, la emisión de deuda interna, aumenta en 293%”, detalló el investigador.
En todo caso, que se cumpla ese programa de colocación de deuda, dependerá de la decisión de la banca y otros agentes económicos, que tendrán que decidir si se ganan unos centavos por dólar, mientras financian al régimen que también los ataca a ellos.
Finalmente, Labarca explicó que el empeoramiento de la situación del INSS pasa por un empeoramiento de la economía nacional. Los despidos masivos aumentan el desempleo, y eso repercute en las finanzas del Instituto, por lo que “hay que hacer ciertas reformas que posiblemente no vayan a agradar mucho a la sociedad nicaragüense”.
“El gobierno debería ser bien minucioso en cómo aplicar esas medidas. Ya vimos el descontento que hubo en abril y produjo todo esta ola de protestas, y también la Ley de Concertación Tributaria, que se aplazó en 2009, cuando decían que iban a desmantelar el sistema de exoneración y exenciones, pero el modelo de diálogos y alianzas con el sector privado lo aplazó”, recordó.