14 de octubre 2020
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), modificó sus pronósticos de crecimiento del producto interno bruto (PIB), para el presente año, al que ahora sitúan en -5.0%, después que hace unos meses lo hacían oscilar entre -6.5% y -13.7%, en dependencia del escenario que viviera el país.
Aunque el comportamiento de la economía ya no sea tan catastrófico como preveían, los autores de la revisión hicieron notar que se trataría del tercer año sin crecimiento, lo que representa un impacto muy fuerte para cualquier economía.
Del mismo modo, advierten que el desempleo abierto pasará del 5.5% observado en 2019, a 6.8% al finalizar 2020, lo que implica que al finalizar el año, 43 000 personas habrán perdido sus trabajos, para conformar una marea humana de 222 000 personas, mientras que la pobreza marcará las vidas del 31.3% de los ciudadanos, afectando a 119 000 personas más, para llegar a casi 2.1 millones de habitantes.
El país vive en estado de recesión a partir del 2018, por causa de la violenta represión gubernamental en contra de los ciudadanos que se manifestaban demandando justicia y democracia. Ese estado de cosas se profundizó a partir del 2020, cuando la pandemia de covid-19 detuvo la economía global.
Los economistas a cargo de esta revisión a octubre de las Proyecciones Socioeconómicas 2020, explicaron que modificaron de forma sensible su pronóstico previo, debido a cambios en tres de los supuestos en que habían basado su vaticinio anterior: dos externos (remesas y exportaciones) y uno interno: la movilidad de las personas, o sea, la relajación de medidas de autocuarentena.
Los autores indicaron de forma explícita la dificultad para efectuar ese tipo de ejercicio teórico, dados los atrasos –de más de un año en algunos casos- en la publicación de estadísticas oficiales, así como por la necesidad de tener que usar fuentes alternas de información, tal como encuestas con empresas y sectores económicos, realizadas por ellos o por terceros.
También subrayaron el hecho que el consumo privado decrecerá 3% (después de caer 3% y 4% en los dos años previos), factor que se vio altamente influenciado por la decisión de confinamiento voluntario adoptado por muchas empresas, familias e instituciones al conocerse del primer contagio y la primera muerte por covid-19 en el país.
El consumo privado (definido como el gasto de los hogares en bines y servicios), representa aproximadamente el 80% del PIB. Su disminución es una señal de incertidumbre que indica la dirección que llevarán las ventas de las empresas de cualquier tamaño, así como su disponibilidad de efectivo para efectuar inversiones.
Los ejercicios de análisis estadístico muestran también que es plausible esperar que la inversión fija privada (la que realizan las empresas) caiga -8.0% afectada, una vez más, por la “incertidumbre y los bajos ingresos por ventas”, precisó la entidad.
“La escasa disponibilidad de efectivo muestra que la reforma tributaria del 2019 tuvo un efecto negativo significativo y permanente sobre la inversión”, añadieron.
Exportaciones y remesas
Al detallar los tres elementos que les permiten ajustar su pronóstico para 2020, los expertos indicaron que se espera una caída de 11%, si se mide en términos reales (o sea, con córdobas del 2006), aunque en términos nominales (en este caso, en dólares), se observa una caída de 37.1% en las exportaciones de servicios; reducción de 29.9% en las exportaciones de zona franca, e incremento de 2.2% en las exportaciones de mercancías.
Otro tanto sucede con las importaciones, que disminuyen 7.0% en términos reales, por una reducción de 33.2% en las importaciones de servicios, más una caída de 30.7% en las importaciones de zona francas.
El comportamiento de las remesas es otro factor que obligó a reevaluar los pronósticos previos, pues se consideraba que podían caer en más de dos dígitos, dados los escenarios catastróficos que estaban viviendo dos de las tres fuentes de transferencias familiares (Estados Unidos y España), además de la situación particular que vivía Costa Rica, que es la otra fuente importante.
En vez de eso, Funides calcula ahora que el año podría cerrar con un comportamiento de entre 0% y 1%. A falta de una mejor –o más certera- respuesta, suponen que si el envío de remesas se mantuvo sin decrecer, es por un mayor sacrificio por parte de los familiares que las envían, o como reflejo de un beneficio indirecto de los paquetes de ayuda financiera implementados en Estados Unidos.
En el ámbito local, mostraron cómo las estadísticas de Google reflejan un incremento de la movilidad ciudadana hacia sitios de compras y lugares de ocio, entre otras categorías. En Nicaragua, la recuperación de esa movilidad es mucho mayor que la del resto de países de la región.
El informe también hace referencia a otros indicadores, tales como el del gasto público, que caerá en -1.0% en 2020, (-1.5% el de capital, que financia las inversiones y el desarrollo de nueva infraestructura, y 0.5% el corriente, destinado fundamentalmente al pago de salarios), comportamiento que contrasta con el -4.0% del 2019.
Los economistas indicaron que no vislumbran la posibilidad de un cambio en la contracción en el gasto del Gobierno, porque la Administración se ha quedado sin nuevas fuentes de financiamiento, como efecto directo de las sanciones internacionales.