21 de noviembre 2019
Después de ocho días, el Fondo Monetario Internacional (FMI), rompió el silencio para ajustar su pronóstico original de la contracción para la economía de Nicaragua en 2019 de -5% a -5.7%.
El 29 de octubre, una Misión del FMI visitó Nicaragua para hacer las “consultas periódicas” que prevé el Artículo IV del Convenio Constitutivo de esa entidad multilateral. Si bien en visitas anteriores, el comunicado del FMI estaba disponible unas horas después de concluido el proceso, esta vez hubo que esperar ocho días para conocer las previsiones del personal técnico.
El dato está en línea con lo que han dicho economistas y entidades independientes como Copades y Funides, así como el mismo Banco Mundial, y contradice las afirmaciones optimistas del Ministerio de Hacienda y el Banco Central.
Así como “los disturbios sociales de abril del 2018 y sus consecuencias” causaron que el PIB real disminuyera 3.8% en 2018, se considera que la contracción de -5.7% en 2019, sea consecuencia del deterioro de la confianza y las sanciones internacionales, que “agravaron las restricciones de financiamiento y redujeron la inversión, el empleo, y los indicadores sociales”, dijo el Fondo.
El Fondo Monetario calcula que la economía de Nicaragua seguirá en terreno negativo en 2020, al marcar -1.2%, mientras que en 2021 tendría un cuarto año consecutivo de recesión con un crecimiento de 0.0%, aunque para lograrlo, el régimen debe recuperar el favor de inversionistas, donantes y cooperantes extranjeros.
“Restaurar la confianza y los flujos de financiamiento externo son críticos para evitar una mayor contracción del crédito y el empleo, los que podrían continuar frenando la inversión y el consumo, lo cual implica un obstáculo significativo a la actividad económica”, advierte el Fondo.
A lo interno, quedan a la espera de conocer la evaluación oficial de los resultados de la reforma tributaria, a la vez que destacan la importancia de “restaurar la confianza de inversionistas y consumidores”, así como “recuperar la confianza del sector privado”.
Banca: golpeada, con colchones de protección
Al referirse a la banca en general, los economistas del organismo multilateral, señalan que “la menor actividad económica y la recuperación de préstamos ha impuesto una pesada carga sobre la calidad de los activos y las ganancias de los bancos”.
“Los nuevos créditos en mora y reestructurados han sido mayormente contenidos... A fines de septiembre 2019, el índice de mora se reporta en 3.8%”, pero si se usa “una medición más amplia de prestatarios que experimentan algún tipo de dificultades, representa 18% del total de préstamos”, matiza.
Por otra parte, la alta liquidez y solvencia reportados “sugiere que el sector bancario cuenta con buenos colchones para enfrentar la reducción de la confianza y del crecimiento económico”.
La declaración del FMI reconoce que “la salida de capital se ha desacelerado, y los bancos han mejorado su posición de liquidez”. Sus economistas esperan que las reservas internacionales netas aumenten en 171 millones de dólares en 2019, después que en 2018 descendieron hasta 1146 millones de dólares, luego de reducirse en 656 millones respecto a 2017.