21 de octubre 2024
El endeudamiento externo de 943 millones de dólares de Nicaragua con empresas de la República Popular China, no con organismos financieros de desarrollo de ese país, ha sido contratados en términos que son “leoninos, para las finanzas públicas, y lesivos para la soberanía nacional”, considera el economista Juan Sebastián Chamorro, exviceministro de Hacienda, durante el Gobierno del presidente Enrique Bolaños.
En una entrevista con Esta Semana y CONFIDENCIAL, Chamorro calculó que con el incremento de la deuda con la República Popular China, a altas tasas de interés y bajos períodos de gracia, la deuda externa de Nicaragua sobrepasará los 10 500 millones de dólares y el servicio de la deuda superará los 1000 millones de dólares en 2025.
Chamorro advirtió que el incremento del servicio de la deuda significa una presión insostenible para las finanzas públicas a mediano plazo. “Somos un país pobre, altamente endeudado de vuelta, por la irresponsabilidad de Daniel Ortega”, indicó el economista, expreso político desterrado en Estados Unidos.
CONFIDENCIAL publicó una noticia sobre el impacto que está teniendo el endeudamiento externo con empresas de la República Popular China, mientras el país ya está superando los 9000 millones de dólares en deuda externa. ¿Qué representa en términos económicos este crecimiento del endeudamiento?
Significa que Daniel Ortega sigue endeudando a los nicaragüenses y a las futuras generaciones y para mí lo más grave de todo esto es que las condiciones en que las está endeudando a nuestro país son totalmente irresponsables.
Los términos de los contratos con empresas chinas, ni siquiera con el Gobierno de la República Popular China, sino con empresas, son bastantes leoninos, como por ejemplo, exigirle al régimen que pague el 20% de la obra de adelantado, antes de movilizar cualquier tipo de maquinaria sin tener siquiera un contrato de financiamiento para el resto de la obra, le están obligando a colocar el 20%.
Ese es solamente un ejemplo. Podemos hablar también de tasas de interés, plazo, período de gracia, comisiones y otras cosas que elevan significativamente el costo financiero de la deuda. La está encareciendo enormemente, además del endeudamiento masivo.
Deuda de 943 millones USD con empresas chinas
Ese adelanto del 20% o esa contrapartida que el Estado tiene que dar para que se ejecute ese préstamo, por ejemplo. ¿Eso es lo que se está haciendo en obras como el proyecto del aeropuerto de Punta Huete y otros que se han anunciado con empresas chinas?
Efectivamente, en los últimos meses se han suscrito contratos similares a los que has mencionado por 943 millones de dólares. Es decir, esto no cuenta los 9000 millones de dólares que acabas de mencionar. O sea que ya estamos arriba de 10 500 millones de dólares.
En el caso de Punta Huete son, en realidad, dos contratos por 201 millones de dólares cada uno y tienen que pagar 80 millones de adelantado, la información que tenemos, es que ya lo hizo el Ejecutivo para el inicio de esta obra.
Es normal entre los acuerdos financieros que vaya una contraparte de los países que se endeudan. Esto es una cláusula relativamente común, incluso el 20% no es un número extraño, pero lo que sí es extrañísimo es que este monto tenga que ser pagado de adelantado a las empresas constructoras, esto nunca se había visto. Si un proyecto como el de Punta Huete, que además tiene mucho cuestionamiento de orden técnico, puede tomar unos cuatro años en hacerse, pues ese 20% se debería de ir prorrateado en el periodo de la construcción de la obra, pero no pedirle al país que se está endeudando, que lo desembolse de manera inmediata.
En el Presupuesto de la República, lo que aparece consignado para pago de servicio de la deuda externa ya representa el 25% del Presupuesto. ¿Es sostenible este nuevo endeudamiento, sobre todo con préstamos que no son concesionales?
Están comprometiéndose las finanzas públicas de una manera muy crítica. En 2011, el pago de deuda externa representaba 328 millones de dólares. Ahora, en 2024, sin incluir este endeudamiento chino, subió de 328 a 982 millones. ¿Cómo se explica este incremento de tres veces? porque Nicaragua se ha venido endeudando en las últimas décadas. Había un plazo de gracia, de 10 a 12 años, con el Banco Mundial, con el Fondo Monetario y con el Banco Interamericano, y estos períodos de gracia se están ya cerrando y hay que empezar a pagar esta deuda.
Este incremento de deuda no tiene nada que ver con China, sino con el endeudamiento que Ortega hizo con los organismos internacionales, incluyendo el Banco Centroamericano de Integración Económica, que también tiene unos plazos de gracia más corto, ahora a esto agregale el peso financiero, como estos 80 millones, es solamente un proyecto, la carretera Costanera, de tres proyectos de energía fotovoltaica, de un proyecto con el Sinapred que ya se suscribió con China y que va a aumentar la presión fiscal en 2024, ya de aproximadamente unos 160 millones de dólares, que todavía no lo hemos visto, porque el Presupuesto General de la República no ha sido reformado aún, pero seguramente en la reforma última del año de noviembre vamos a ver estos cambios.
Con este endeudamiento de más de 1000 millones en 2024, la presión fiscal financiera se va a sentir más fuerte. Ya más o menos tenemos algunos indicios sobre lo que esto significa, el Presupuesto General de la República aumentó de 138 000 millones de córdobas a 158 000 millones de córdobas para 2025.
Esto es una explicación muy rápida que dio ahora el superministro Ovidio Reyes cuando presentó el presupuesto, algo muy raro que el presidente del Banco Central lo haga, pero este incremento de 30 000 millones de dólares en el Presupuesto General de 2025 no se explica con el aumento de inversiones públicas, que queda más o menos como de 50 000 millones.
Así que hay que ver de dónde y para qué van a utilizar esos 30 mil millones adicionales. Me hace suponer que lo van a hacer en servicio de deuda o para llenar el hoyo del INSS, que también es otro problema fiscal que nos agobia como nicaragüenses.
Tasa de interés de 9.5 % y dos años de plazo
¿Cuál es la media de la tasa de interés en la que se están contratando estos préstamos que como decías, no son con un banco de desarrollo chino, sino que son directamente con empresas? ¿Cómo se comparan estas tasas con lo que obtenía Nicaragua antes, con el Banco Mundial, con el BID o incluso con el BCIE?
Cuando estábamos en el tiempo de don Enrique, de viceministro de Hacienda y Crédito Público y teníamos que apegarnos a la Ley de Endeudamiento Público, cualquier endeudamiento arriba del 3% anual era ya visto con mucha preocupación y había que mezclarla con donaciones para bajar la tasa de interés efectiva, 3.2%, 3% era lo que más o menos podía el país endeudarse.
En este momento, con las empresas chinas, el endeudamiento, solamente la tasa de interés, que además es variable, es del 6.5%, impensable hace una década. Pero, además, en el endeudamiento chino hay que agregarle una serie de comisiones, de desembolso, de apertura, de gestión. Inventan cualquier nombre a este tipo de comisiones precisamente para ocultar la tasa de interés efectiva que podría elevarse de 6.5%, que es la tasa ya pactada y que es variable, a aproximadamente casi un 9.5%, entre tasas y comisiones.
Este es un endeudamiento leonino. Si a esto tenemos que agregarle que el período de gracia se bajó de once años a dos años, esto implica que el régimen va a tener que ir pagando, además de este pago adelantado del que he hecho referencia, más intereses en un período más corto, de tal manera de que este servicio de la deuda va a superar muy fácilmente los 1000 millones de dólares en 2025.
¿Esto significa que el régimen está acumulando un lastre que le va a heredar al nuevo Gobierno democrático, que sustituirá a esta dictadura en Nicaragua más temprano que tarde? ¿Qué significará renegociar o negociar ese lastre con esas empresas chinas?
Eso es lo que me refería cuando hablaba de que esto es un endeudamiento a las nuevas generaciones de nicaragüenses. Por eso es que este tema es sumamente serio. Estos son contratos que además lesionan la soberanía del país porque, en una cláusula de estos contratos chinos dicen de que si hay un incremento en la obra esto será responsabilidad de Nicaragua.
Ahí se está juntando un conflicto de interés enorme porque las empresas chinas van a ser las más interesadas en inventar cualquier tipo de justificación para que la obra se aumente. Y esto va a significar un incremento más del endeudamiento. Así que ya sobrepasamos los 10 000 millones de deuda externa otra vez, somos un país pobre, altamente endeudado de vuelta, por la irresponsabilidad de Daniel Ortega.
Si estas inversiones generaran el crecimiento económico que deberían de hacer, uno debería decir bueno, es normal y es saludable. Pero estamos hablando de proyectos como la rehabilitación de un aeropuerto que ni siquiera sabemos la factibilidad económica y financiera de este proyecto, en una pista que se construyó hace más de 30 años y que nunca se le dio mantenimiento, de tal manera que probablemente van a tener que hacer una pista nueva.
Otros proyectos de energía fotovoltaica gestionadas por ENACAL, que es una empresa de aguas y acueducto, todos estos proyectos —bajo mi punto de vista y por la experiencia que tengo de haber sido director del Sistema Nacional de Inversiones Públicas— no están pasando por el criterio técnico de rentabilidad económica y social y eso complica más la cosa.
Hay antecedentes en la plata de Venezuela, otros 5000 millones de dólares que se desarrollaron en proyectos sin impacto que los tuvo que cancelar luego la dictadura como el Plan Techo, Usura Cero, Hambre Cero, y que tuvieron efectos mínimos en la población, siguen siendo parte de ese endeudamiento que Ortega va acumulando irresponsablemente, como ha sido toda política económica.
El BCIE y el superministro titular del BCN
Con la salida de Dante Mossi como presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica, se anunció una revisión de las relaciones que el BCIE tenía con Nicaragua, pero recientemente se acaba de aprobar un nuevo préstamo de casi 130 millones de dólares. Entiendo que tiene que ver con proyectos de alcantarillado y agua. ¿Qué significa este nuevo préstamo?
Hay que recordar siempre que el Banco Centroamericano de Integración Económica es parcialmente propiedad del Estado de Nicaragua porque es un país fundador. Cuando se estableció el banco se creó este grupo de países fundadores, es muy difícil pensar de que el banco deje de prestarle a Nicaragua porque Nicaragua es dueña del banco. Lo que sí deberíamos de esperar es una desaceleración de estos desembolsos masivos que Dante Mossi promovía el presidente de banco.
No me sorprende que se den estos proyectos. Una de las cosas que nosotros hemos insistido con el Banco Centroamericano de Integración Económica es que si le van a prestar a Nicaragua que se respeten las normas básicas de procura, las normas de compras y contrataciones de acuerdo a los estándares del Banco, porque también, al igual que estamos viendo que va a pasar con China, en el caso del BCIE hemos detectado que en algunos proyectos se han incrementado sustancialmente el costo de las obras, por actos de corrupción en las empresas que la ejecutan.
Hay varios ejemplos de proyectos que han tenido que ser revisados hacia el alza o que el Estado de Nicaragua, tiene que aportar plata adicional para la ejecución de estos proyectos.
Una de las cosas principales que le hemos transmitido a las autoridades del BCIE es que sea muy cuidadoso porque hay toda una trama de corrupción alimentadas por empresarios que están asociados al régimen de Daniel Ortega y a la Alcaldía de Managua, que se asocian para despacharse entre ellos mismos obras y contrataciones.
Mencionaste la comparecencia que se produjo esta semana del presidente del Banco Central, Ovidio Reyes, en la Asamblea Nacional, en la que apareció presentando el Presupuesto o el proyecto de Presupuesto en sustitución del ministro de Hacienda, Bruno Gallardo. ¿Qué significa el presidente del Banco Central, sustituyendo al ministro de Hacienda?
Es inaudito. La ley establece que el encargado de la elaboración y presentación a la Asamblea Nacional es el Ministro de Hacienda. Y aunque el presidente del Banco Central compareció y le entregó el proyecto al presidente de la Asamblea, constituye un mensaje de que a Bruno Gallardo, quien es el que está firmando todos estos contratos con China, lo tienen simplemente de firmador de documentos, pero quién está mandando en la política económica y financiera del país es el presidente del Banco Central, Ovidio Reyes.
Algo que habíamos hablado a la luz de la destitución del ministro Acosta. En ese momento, yo te había comentado de que visualizaba a Ovidio (Reyes) convirtiéndose en un súperministro y aquí lo estamos viendo. Definitivamente, no hay confianza en Bruno Gallardo como ministro de Hacienda porque ni siquiera le dan la autoridad para llevar un libro y entregárselo a una autoridad de la Asamblea Nacional o un miembro de la Junta Directiva.
Vamos a ver si va a ser Bruno Gallardo quien lo presente en el hemiciclo como está establecido en la ley y sostener un intercambio con los diputados que deberían de hacer preguntas en una democracia representativa. Ya sabemos que este no es el caso y vamos a ver si va a ser Gallardo o va a ser Ovidio el que va a hablarle al hemiciclo, si es que deciden hablarle al hemiciclo, que también podría no darse. Y en ese caso también se estaría violando la ley.
¿Esa centralización de la política económica en el titular del Banco Central, que también es representante de Nicaragua junto con el ministro de Hacienda ante otros organismos internacionales, tiene alguna repercusión en las relaciones con el Banco Mundial, con el Fondo Monetario, con los otros?
Definitivamente, en la medida de que sea el ministro de Hacienda quien ocupe el asiento por Nicaragua y que lo estén ninguneando, debería reflejar en estos organismos internacionales una preocupación, pero lo cierto es de que la presión internacional que se ha hecho en contra de la dictadura y su financiamiento por parte de estos organismos ha funcionado.
No se van a dar nuevos contratos en el caso del Banco Mundial y el Banco Interamericano y el Fondo Monetario, sobre todo ahora, a la luz de la nueva resolución ejecutiva del presidente Biden de hace un par de semanas, en las cuales instruía a sus asientos en estos organismos a bloquear cualquier tipo de financiamiento no humanitario a Nicaragua y una serie de países terroristas que están definidos no como países no democráticos o financiadores del terrorismo o promotores de la migración ilegal.
Las nuevas confiscaciones ocultas
La otra noticia que se produjo esta semana, aunque con muchísima opacidad, es el incremento de nuevas confiscaciones de inmuebles en Managua, ejecutadas por la Procuraduría, pero no se identifican ni se conoce quiénes son los afectados por estas confiscaciones. ¿Qué efecto económico puede tener este tipo de acciones?
La opacidad creo es por diseño. En vez de anunciar cuáles son las propiedades confiscadas, simplemente ponen un número que no es rastreable. Esto lo hacen para que cuando estas propiedades puedan ser trasladadas a compradores, porque esto es lo que están haciendo, la más reciente entró al Fondo de Pensiones de la Policía Nacional, pero las otras llegaron al Fondo de Pensiones General del INSS, y lo que están buscando, como el INSS está quebrado y el Fondo de Pensiones de la Policía debe estar en una situación similar, están alimentando financieramente con activos a ser subastados y vendidos en un futuro y lo que van a vender es la propiedad “X”, “Y”, “Z”, y no la propiedad que perteneció al expreso político tal. Entonces, es por diseño, pero de todas maneras se está dando una confiscación.
Ahí están las propiedades, los asientos registrales, y esto hay que denunciarlo con la más enérgica protesta, porque es un robo de propiedades que han sido adquiridas de manera legal por generaciones y muchos de ellos negocios, fincas, que constituye no solamente una violación a la Constitución, pero fundamentalmente una violación a los derechos de propiedad de la inversión extranjera donde al darse cuenta de estas confiscaciones, cualquier inversionista en el mundo se da cuenta que su propiedad también puede estar en peligro.