7 de octubre 2015
Los índices de pobreza se redujeron en en casi trece puntos, al pasar de ser un mal que afectaba al 42,5% de los ciudadanos nicaragüenses en el 2009, a 29.6% en el 2014, según los resultados de la sexta Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV-2014), presentada este martes por las autoridades del Banco Central de Nicaragua (BCN), y el Banco Mundial (BM), en conjunto.
Eso implicaría que un poco más de 600,000 personas tendrían un consumo anual superior a los C$17,000, (o sea, C$46.58 por día) que es donde está situada la línea que divide a los pobres de los ‘no pobres’.
Los datos muestran que la pobreza extrema (situación en la que se cataloga a quienes viven con menos C$10,500 anuales o C$28.7 diario), también se habría reducido de forma considerable, al pasar del 14.6% en el 2009, al 8.3% en el 2014. Visto por regiones geográficas, la pobreza extrema es mayor en las zonas rurales, donde merma las vidas del 16.3% de las personas, y muchos menor (2.4%) en las ciudades.
El promedio en Managua es de 1.8%. En contraste, las zonas más pobres están en el centro (44.4%) y en la Costa Caribe con 39.0%.
Aunque aún están analizando los datos, el investigador Carlos Sobrado, Especialista en Pobreza del Banco Mundial, dijo que una de las razones que explicaría esa caída en los índices de pobreza, es un aumento promedio de 33.8% en el consumo promedio anual de las familias, lo que es válido para todos los grupos económicos.
“Nos sorprendió encontrar esos números, así que decidimos analizar bien los detalles para ver cómo se puede explicar que el consumo haya crecido en casi un tercio en todos los quintiles (estratos)”, dijo el experto.
Ese análisis muestra que en los hogares más pobres, el consumo creció en C$10,772 por persona al año, (o sea, 33.0%), mientras en los más ricos lo hacía a razón de C$71,862 por persona por año, lo que equivale al 36.4%.
En todos los casos, los alimentos constituyen el mayor gasto del hogar. Así, mientras los más pobres destinan el 58.4% de sus ingresos a comprar comida, los hogares que reportan más ingresos usan el 31.6% de su riqueza para alimentarse.
Le siguen en orden de importancia el rubro ‘Uso de Vivienda’, que aparece el segundo para todos los niveles, con ‘Gastos Personales’ y ‘Servicios de Vivienda’, como tercero y cuarto.
El experto dijo que les sorprendió ver que ha crecido en gran medida la compra de ‘bienes durables’. Mientras los hogares más pobres hacen un esfuerzo para comprar celulares y motos, (para buscar un trabajo), los hogares más ricos compran más autos y más artilugios electrónicos, en especial smartphones y tabletas.
Las razones de la mejoría
Sobrado cree que ese aumento en el consumo se explica por cuatro razones, a saber, el aumento en las remesas familiares que recibe el país de centenares de miles de nicaraguenses que emigraron a Estados Unidos, Costa Rica y otros paises. Las que pasaron de C$21,880 millones en el 2009, a C$29,484 en el 2014, (o sea, C$7,603millones) e implica un aumento nominal de 34.8%.
Dividido a partes iguales, resulta en un promedio de C$946 por nicaragüense por año. Este aumento explicaría un 12% del aumento de C$8,006 en que creció el consumo entre el 2009 y el 2014, detalló.
Otra razón es la disminución de personas dependientes por hogar, asociado al crecimiento demográfico. Mientras en el 2009, el hogar promedio estaba integrado por 4.75 personas, en el 2014 la cifra se redujo a 4.34 personas, lo que combinado con el aumento de los ingresos salariales, explicaría que los hogares tuvieran más dinero para gastar por cada uno de sus miembros.
“Por ejemplo, si el tamaño de los hogares no hubiera cambiado desde el 2009, el aumento del consumo per cápita hubiera sido de 22.3% y no de 33.8%. La pobreza total por su parte, fuera 34.6% en vez del 29.6% encontrado en esta encuesta”, señaló.
Finalmente, se calcula que los programas sociales también han incidido en aumentar los niveles de consumo, especialmente entre los más pobres. El experto del BM dijo que calcularon indirectamente el impacto de esos programas, al analizar qué pasaría si desaparecieran la mochila escolar y la merienda escolar, encontrando que cancelarlos habría elevado los niveles de pobreza en dos puntos porcentuales.
Para la EMNV 2014, se entrevistó a 7,570 viviendas, tanto urbanas como rurales, de Managua, el Pacífico, en Centro del país, y la Costa Caribe.
Pobres y no pobres
Al tratar de entender qué es lo que definen los hallazgos de la sexta Encuesta de Medición del Nivel de Vida 2014, el economista Adolfo Acevedo dice que “las EMNV definen y miden la pobreza de una cierta manera. Cuando se dice que la pobreza se redujo, significa que la pobreza, tal como la define y la mide la EMNV, es ahora menor que la última vez que se realizó dicha encuesta”.
Acevedo opina que los resultados encontrados se explican por el ‘bono demográfico’, que está haciendo, entre otras cosas, que haya más ciudadanos llegando a la edad laboral; que disminuya el número de personas dependientes en cada hogar, en especial, niños; y que estemos en presencia de una mayor integración de las mujeres a la vida laboral.
en cada hogar, en especial, niños; y que estemos en presencia de una mayor integración de las mujeres a la vida laboral.
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