25 de diciembre 2015
Al concluir 2015, la economía registra un comportamiento modesto, en el que se combinaron pequeños incrementos en algunas de las actividades más importantes, con alzas significativas de algunos rubros cuyo aporte a la economía nacional es más bien pequeño, por lo que se espera que el producto interno bruto tenga un desempeño que oscile entre el 3.9% y el 5.1%, en dependencia de quién sea el que lo pronostique.
Por el lado positivo, la balanza se inclina a favor de la atracción de inversión extranjera, el dinamismo de la construcción, el fin del waiver, el crecimiento de la bolsa de valores, la caída permanente de los precios internacionales del petróleo, y una ligera mejora en las calificaciones que recibió al país, por parte de expertos como Fitch y Moody’s.
Del lado negativo, la sequía marcó el día a día noticioso de buena parte del año, en el que también destacó la postergación constante de megaproyectos como el canal interoceánico (50,000 millones de dólares), la refinería (4,000 millones de dólares), la empresa de celulares Xinwei (2,000 millones de dólares), el proyecto hidroeléctrico Tumarín (1,100 millones de dólares), aderezado por el crash bursátil de Wang Jing, las huelgas mineras, las pérdidas del sector ganadero a causa del contrabando, el fin de los TPL, y el deterioro de las finanzas del INSS.
“Uno puede ver el vaso medio vacío o medio lleno. Yo prefiero verlo medio lleno”, dice José Adán Aguerri, Presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), al tratar de conjugar todos los ingredientes económicos del año, para hacer un balance completo.
Por su parte, el economista Néstor Avendaño, consideró que “la economía de Nicaragua crece a un ritmo sostenido pero insuficiente para reducir el alto subempleo y la pobreza”. Ese crecimiento, “atascado entre 4% y 5% anual”, no bastará para reducir la pobreza, labor a la que considera “una tarea titánica de al menos 15 años continuos con un PIB real creciendo 6% y más” por año.
El Banco Central por su parte, informó que “el desempeño macroeconómico del país permanece sólido. La actividad económica continúa creciendo a una tasa cercana al 4.0%, mientras la inflación permanece baja y estable. Las finanzas públicas se mantienen sanas, las reservas internacionales siguen fortaleciéndose, mientras el sistema financiero permanece robusto”, en un panorama internacional incierto.
El peso de la inversión extranjera
De todos los hitos positivos observados en el 2015, el más destacado es haber captado unos US$1,500 millones, como lo anunció recientemente el General en retiro Álvaro Baltodano, Delegado Presidencial para las Inversiones y Facilitación de Comercio.
Eso permitió que la mexicana Lala, construyera y operara una planta láctea en San Benito, a un costo de US$50 millones, además de comprar al Eskimo, la empresa familiar más antigua que operaba en el sector.
Otra mexicana que también invirtió en el país fue Sukarne, que construyó un matadero en el Municipio de Villa El Carmen a un costo de US$100 millones, para fortalecer su presencia de casi dos décadas en el país, ampliando sus operaciones de compra y engorde de ganado, con la matanza para exportar.
La estadounidense Cargill inauguró la primera fase de una inversión de US$50 millones destinada a ampliar sus operaciones de destace y almacenamiento, concentrándolas en un solo lugar, pensando en ser capaces de cubrir el crecimiento de la demanda nacional a lo largo de la década siguiente.
En el aspecto comercial, destacan tres grandes proyectos: la segunda tienda en el país, del club de compras PriceSmart (US$15 millones); el primero de Walmart, (cuya inversión en el 2015 ronda los US$46.7 millones, si se incluye el resto de establecimientos de los formatos Palí, MaxiPalí y La Unión inaugurados este año), más los US$25 millones que invirtió el Centro Comercial Galerías Santo Domingo para ampliar su oferta de espacios para tiendas.
El sector turístico también hizo aportes importantes, con la construcción del aeropuerto de Costa Esmeralda en Tola (US$13.4 millones); la inauguración de un hotel Holiday Express, construido el año pasado a un costo de US$12 millones, y la construcción de otro establecimiento de la cadena Hyatt, a un costo de US$15 millones, que se integrará con Galería Santo Domingo a través de una pasarela, y debería inaugurarse en el 2016, además del resort Six Senses que compró Aqua Resort en Playa Redonda (Tola).
La concretera Cemex también invirtió US$30 millones para duplicar su capacidad de producción de cemento, pensando en estar listos para satisfacer la demanda nacional, con o sin megaproyectos. Holcim por su parte, invirtió un poco más de US$10 millones este año, para incrementar su capacidad de producción en 30%, “lo que nos permite producir más de 400 mil toneladas de cemento al año”, explicó Noel Morales, Gerente Comercial de la citada cementera.
El Delegado Presidencial Baltodano, explicó que también se reportaron inversiones en naves industriales, generación de energía y telecomunicaciones, entre otros rubros.
El vaivén de la cooperación y las remesas
El crecimiento de 5.3% de las remesas recibidas del extranjero, permitió no solo mantener el crecimiento del consumo interno, sino también ayudar a mantener estables y en aumento las reservas internacionales del país. Si en diciembre se mantiene la tendencia consolidada durante los primeros diez meses del año, el monto total de las remesas cerraría en US$1,196 millones.
Al cierre del primer semestre del año, la cooperación externa creció 2.4% (12.5 millones de dólares) “como resultado de mayores recursos dirigidos al sector público (US$32.3 millones), principalmente en concepto de préstamos (US$22.3 millones). Los recursos desembolsados al sector privado disminuyeron en 19.8 millones de dólares”, señaló el Informe de Cooperación Oficial Externa, del primer semestre del 2015.
Del mismo modo, la baja de los precios del petróleo redujo los flujos de la cooperación venezolana que han sido privatizados de forma anómala por el gobierno. El giro en el control estatal de la cooperación provocó el cierre de la mayoría de los proyectos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con la virtual expulsión del país de la representante Silvia Rucks.
Sin embargo el gobierno logró contratar un monto sustancial de cooperación multilateral con el BID (US$210 millones para mejorar los pasos fronterizos, ampliar la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, desarrollar la banda ancha y fortalecer el sector energético), más otros US$119 millones del Banco Mundial, para seguridad alimentaria en la costa Caribe, y fortalecimiento del sistema de salud pública en el país.
Por su parte, la recaudación de impuestos cerraba el año con un crecimiento de C$972.3 millones, que la Asamblea Nacional incorporó al presupuesto, destinando las principales partidas a aumentar los recursos de la Policía y el Ejército Nacional, así como al Sistema Nacional de Previsión de Desastres, (Sinapred).
En otro apartado, este año por primera vez, la Bolsa de Valores de Nicaragua superó el límite de los US$1,056 millones negociados, gracias a un crecimiento en la colocación de bienes del sector público, (con el Banco Central acaparando US$527.3 millones), y un aumento en el número de operaciones de corto plazo.
La apertura de la primera Sociedad Administradora de Fondos de Inversión, y la negociación de más instrumentos extranjeros y nuevas emisiones privadas, ayudaron a superar ese monto tan pronto como el mes de noviembre, por lo que la apuesta es por ver en cuánto cierra el año, una vez que se sumen las transacciones realizadas en diciembre.
La construcción del Hospital Militar a un costo de US$125 millones, una inflación que se espera marque menos de 3% al cierre de año, (noviembre cerró en 2.06%); un barril de petróleo con precios que siguen a la baja, al punto de que podrían cerrar el año en US$35 o menos, y el hecho de que las evaluadoras internacionales de riesgo Fitch y Moddy’s otorgaran al país calificaciones bajas pero estables, son otros de los hitos más importantes del año.
En saldo rojo por la sequía
La sequía fue, sin lugar a dudas, el obstáculo principal que debió sortear la economía nicaragüense, toda vez que redujo la producción y productividad de las actividades agrícolas y pecuarias, aumentando el hambre, la pobreza y la migración en las zonas más afectadas, especialmente en el denominado ‘corredor seco’.
En el área de las exportaciones totales del país, estas decrecían a razón de 5% a 6%, producto de un retroceso tanto en la colocación de mercancías en general, que se vieron afectadas por la caída de los precios de nuestros principales productos de exportación, como en la venta de productos elaborados en empresas adscritas al régimen de zona franca.
Estas últimas disminuyeron en el 2015, a causa del fin de los TPL (las preferencias arancelarias otorgadas por Estados Unidos a Nicaragua durante la negociación del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica), lo que generó una pérdida temporal de alrededor de 7,000 empleos, y una caída en las exportaciones, que podría llegar a ser de 0%, si mejoran las exportaciones del mes de diciembre, como espera el liderazgo del sector.
El sector ganadero también tuvo su calvario particular. A las pérdidas sufridas por la falta de lluvias (para aguar al ganado y para que crecieran los pastos), se le sumó el contrabando de semovientes, lo que obligó a disminuir la actividad de los mataderos, con la consiguiente disminución de ingresos para las empresas, los trabajadores y el fisco, a la vez que subía el precio de la carne a los consumidores locales.
Las huelgas mineras trajeron desempleo, una ralentización de la actividad extractiva y exportadora, así como un deterioro de la imagen del país, y de las mismas empresas mineras. Según datos del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), el volumen delas exportaciones del dorado metal caían en 10% al cierre de noviembre, mientras se perdían US$59.8 millones (17%), producto de menores exportaciones y peores precios.
Las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, (INSS), que estaban supuestas a resultar fortalecidas por el incremento del aporte patronal, entre otras medidas, tenían un déficit de C$134.4 millones al mes de octubre, y podrían cerrar el año con –C$1,000 millones, después de quedar en –C$886.9 millones en el 2014, según el economista Adolfo Acevedo
Xinwei, supuesta a invertir US$700 millones de un paquete total de US$2,000 millones, pasó para el mes de enero su fecha de supuesta entrada en operación, mientras el canal interoceánico sigue nadando en un mar de incertidumbres. La pérdida de más de US$9,000 millones de la riqueza de Wang Jing, por una caída en las bolsas de valores de China, parece diferir aún más en el tiempo la posibilidad de que ambos proyectos se ejecuten.
Dinamismo en el agro: carne y lácteos
Los lácteos (7%) y la carne de res (3%), fueron los únicos rubros principales que vieron crecer sus ingresos entre noviembre del 2014 y el mismo mes del presente año.
Alfredo Lacayo, Gerente General de Centrolac, admite que “creíamos que habría escasez de leche, porque 2014 fue mal invierno”. La llegada de Lala, que esperaban ver traducida en un incremento de la demanda y con ella de los precios, les llevó a aumentar inventarios antes que los precios comenzaran a subir. Pero eso no pasó.
“No hubo escasez porque la gente estaba más preparada. Los productores reciben precios tan elevados, que eso los estimula a producir más. Ensilaron pasto, mejoraron la alimentación del ganado, etc. La ‘mano invisible’ del mercado funcionó en Nicaragua. Los productores están siendo más eficientes, y están pudiendo enfrentar los vaivenes climáticos. Este invierno no fue tan malo en las zonas lecheras”, refirió Lacayo.
En el caso de las exportaciones de carne de res, estas reportaron ingresos adicionales por 3%, mientras disminuía el monto de nuestras exportaciones en 3%, lo que se explica por una mejora de 6% en el precio del kilo de carne.
Al sector azucarero no le fue tan bien. “El 2015 fue un año que tuvimos un descenso de producción, al pasar de 16.4 a 15.3 millones de quintales, por la sequía del 2014, cuya zafra terminó en mayo 2015. Esa merma productiva afectó a las exportaciones en unos US$15 millones.
“La zafra actual pinta peor, por la sequía de este año, que nos obligó a reducir nuestras previsiones, para dejarlas en 14.7 millones de quintales”, explicó Mario Amador, Gerente General de la Comisión Nacional de Productores de Azúcar (CNPA). “Ya son dos años de sequía, y las plantas comienzan a sentirlo”, reafirmó.
Crece producción de huevos
Con todo, el fenómeno no es solo nicaragüense. Amador dijo que sus colegas salvadoreños esperan un descenso de 15% en la producción, y que los rendimientos en Guatemala también son preocupantes. Con todo, eso no afectará los precios internacionales del azúcar, porque “la región centroamericana es muy pequeña para incidir en mercado mundial”, enfatizó.
“El sorgo y la siembra de caña de azúcar fueron golpeadas por la sequía, pero vamos a cumplir el acuerdo con Anapa, de venderles 1.3 millones de quintales de sorgo”, mientras considera que “el sector lácteo ha sido un ejemplo, y el café y el arroz de riego también”, señaló Michael Healy, Presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua, (Upanic).
El productor señaló que “el precio de los frijoles se ha mantenido, contrario a los años anteriores, cuando se elevó hasta C$25 la libra, mientras que este año ha estado entre C$14 y C$16, lo que es un precio justo, por el alto costo de producción de este tipo de grano. Una mayor siembra de frijol rojo este año, ayudó a garantizar la disponibilidad de ese grano en los mercados”.
Dijo que la producción del 2016 estará en dependencia del clima: “Si tenemos un buen invierno, habrá buena producción. Estamos esperando respuestas del gobierno a un proyecto de irrigación”, explicó.
Alfonso Valerio, Vocero de la Comisión Nacional del Huevo, dijo que el freno al contrabando fue lo que motivó en buena parte a los agricultores a sentirse confiados a que podían recuperar sus inversiones, “y eso motivó el crecimiento del 10.5% que estamos viendo este año. A inicios del año hablábamos de 51,000 a 52,000 cajillas por día, y hoy estamos entre 55,500 a 55,800 al mes de diciembre”, refirió.
El sector cree que en 2016 crecerán 4% a 5%, “acorde con el crecimiento de la economía”.
Construcción espera repunte en 2016
Mario Zelaya, Director de la Cámara Nicaragüense de la Construcción, dijo que “tenemos grandes inversiones privadas extranjeras que son de mucha importancia, así que la expectativa es que el 2016 sea muy exitoso para la construcción, para seguir siendo un factor fundamental en el crecimiento económico del país. Crecimos 20% más que en 2014”.
“Si sumamos la inversión privada y pública, superamos los US$1,200 millones en 2015, y esperamos que se mantenga en el mismo rango en el 2016, y que se mantenga el balance entre la actividad pública y la privada, que está invirtiendo en servicios y en el sector productivo”.
Zelaya dijo que en el 2016 habrá inversiones para ampliar cuatro empresas del sector textil de zona franca. “También esperamos que se instalen en el país media docena de empresas, incluyendo un call center, y que se amplíen entre 4 y 5 plantas de las que ya están operando en el país”, adelantó.
También enumeró varias proyectos de inversión pública para la zona del Caribe: la carretera Mulukukú – Siuna; varias vías para mejorar el transporte en la zona de las minas; la carretera Nueva Guinea – Bluefields, y proyectos de agua potable para Bluefields y un hospital para Bilwi.
“La construcción crece porque el país ha venido creciendo. En los años anteriores hemos crecido sostenidamente, y eso ha hecho que los sectores económicos vean resultados. Eso motiva al inversionista privado local a seguir invirtiendo en la agroindustria, servicios, así como al inversionista extranjero” explicó.