18 de marzo 2022
La visita en solitario del presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, a Nicaragua, y su obsequioso discurso de respuesta a las palabras genéricas que le dedicó el dictador Daniel Ortega durante la previa de la inauguración de su nueva sede en Managua, reflejan la precaria posición de la dictadura dentro de esa entidad multilateral, así como la cercanía existente entre ambos funcionarios.
El plan original de inaugurar el edificio en diciembre pasado, en el marco de una reunión regional de esa entidad, se fue al traste por la decisión de diez de sus directores (Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, España, México, Taiwán, y Corea del Sur, más el voto mancomunado de Argentina y Colombia), por considerar que la imagen del Banco sufriría deterioro, si Mossi aparecía en la foto junto a Ortega.
En ese momento aún estaba fresca la condena continental a la farsa electoral de noviembre de 2021, así como el rechazo de 40 Gobiernos del mundo, por considerar que el proceso anulaba las opciones de encontrar una salida por la vía del voto, a la crisis política pinolera.
Tres meses después, Mossi llegó a Managua y se hizo la foto con Ortega y syu esposa Rosario Murillo, vicepresidenta de su Gobierno. Y con Gustavo Porras, presidente de su Asamblea Nacional, y con los hijos de la pareja presidencial, el ministro de Hacienda, Iván Acosta; así como varios funcionarios de menor rango.
Si en diciembre, al inaugurar el edificio de seis plantas, construido a un costo de 16.5 millones de dólares el régimen podría haber reclamado un halo de legitimidad con la llegada de todos los directores del BCIE, esta vez solo pudo exhibir a su titular, y a algunos miembros de su despacho, porque los demás optaron por mantenerse alejados de Managua, confirmó a CONFIDENCIAL una fuente de alto nivel dentro del Banco.
¡Gracias por esas lindas rosas amarillas!
Las primeras palabras de Mossi en público fueron para agradecer a Ortega y a su esposa, por el “honor” de haber regresado al país, porque “desde el momento en que uno entra se siente la cálida recepción”. El Banco ha recibido muchas críticas por hacer de la vista gorda a la represión gubernamental en contra de la ciudadanía nicaragüense, lo que no impidió que siguieran otorgando recursos a la Policía Nacional, que es punta de lanza de esa represión.
También les agradeció porque hace dos años le enviaron “un ramo de rosas amarillas”, hasta su cama de enfermo, asegurando que esas flores fueron las únicas que le permitieron en su habitación, mientras se recuperaba de un tratamiento médico.
“Eso me dio mucha esperanza en el momento más difícil que tuve, así que muchas gracias por esa generosidad de corazón, en el momento más difícil”, recitó.
Luego, agradeció al gobernador nombrado por Daniel Ortega para representarle ante el BCIE, el ahora sancionado ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, por “este trabajo conjunto”, que concluyó con la inauguración del edificio “que cimenta esa relación estrecha que tiene el BCIE con Nicaragua”.
Esa “relación estrecha” se manifiesta en que Nicaragua tenga el programa “más grande y mejor estructurado de toda Centroamérica. Las cosas se ejecutan bien. Realmente los hospitales son de primer mundo. Creo que el pueblo nicaragüense debe sentirse muy complacido de la calidad de hospitales”, reiteró Mossi.
A continuación, el titular del banco multilateral, enumeró los sectores en los que se han hecho las inversiones más importantes, destacando “el tema de la salud”, así como agua y saneamiento, porque “el agua es vida, saneamiento es dignidad, y obviamente disminuye la pobreza de Nicaragua”.
En materia de electricidad, aplaudió que Nicaragua vaya a ser el segundo país del istmo en cubrir al 100% su población, destacando también la envidia que supuestamente le manifiestan líderes de la mosquitia en Honduras, porque al ver “al otro lado del Río Coco” ven progreso, y cómo Nicaragua se está integrando más, gracias a las vías que financia el BCIE.
En dos años más, ¡a beber agua del Xolotlán!
Dada la limitación que tiene el Banco para seguir otorgando recursos a Ortega, Mossi dijo que “estamos a punto de crear el mercado de deuda regional”, para que Nicaragua pueda buscar recursos en el mercado centroamericano.
El funcionario hondureño prometió que seguirían apoyando algunos proyectos, como el que pretende desarrollar el puerto del Caribe en Bluefields, “que es muy importante y estratégico”, y “también en completar estos proyectos tan ambiciosos de conectividad de todo el país”, en referencia a la construcción de vías hacia distintos puntos del Caribe.
Al referirse al “orgullo” que representan esos resultados para el BCIE, el titular de esa entidad hizo referencia al “milagro” de la recuperación del Lago de Managua, al extremo que “en dos años se va a poder tomar agua, para usarla para agua potable de la comunidad, porque se ha hecho bien el saneamiento de las comunidades alrededor del Lago”.
Al reiterarle a Ortega nuevamente el “orgullo” que le causaba estar en Managua, Mossi dijo que “queremos realmente entender cómo podemos trabajar mejor con los pequeños empresarios para que las comunidades salgan adelante, con los esfuerzos de reforestación que su Gobierno tiene, con el Fondo del Clima”, a la vez que prometía recursos “con tasas de interés muy bajas, muy generosas”, para ayudar a la gente que está en el corredor seco.
“Así que, presidente, venimos acá a escuchar sus prioridades. El BCIE está atento a atender esas demandas en la medida que podamos. El BCIE va a hacer siempre todo lo posible para atender las demandas de los países; nunca vamos a dejar que un país no tenga financiamiento para satisfacer las necesidades que el país identifique”, repitió.
Mossi se despidió con la misma idea con la que comenzó su alocución: expresando el “honor” de estar en Managua “en compañía de ustedes, en esta hermosa Tierra de Lagos y Volcanes”.