8 de abril 2024
Guillermo gasta semanalmente entre 4500 y más de 6000 córdobas en gasolina súper. Él trabaja como conductor independiente con las aplicaciones de transporte Ray, inDrive y Aventón, y trata de mantener su tanque lleno por “si sale un recorrido fuera de Managua”. El pago semanal por el combustible varía según los viajes que haga, entre más traslados, más gasto.
El capitalino trabaja en ese negocio desde marzo de 2023 y ha logrado reducir ciertos gastos: llantas, aceite, mantenimiento y limpieza del vehículo. Pero el costo del combustible no baja. “A mi carro no puedo ponerle gasolina regular porque le reduzco la vida útil del motor; entonces, me toca comprar la súper”, explica.
“Por el tipo de trabajo que tengo —prosigue— no puedo, simplemente, dejar el carro guardado en la casa. Tampoco puedo venderlo y comprarme una moto para hacer delivery, porque igual voy a gastar en combustible”.
La situación de Guillermo la viven centenares de miles de nicaragüenses propietarios de vehículos y motos, quienes desde abril de 2022 pagan el mismo valor por los combustibles:
- La gasolina súper cuesta en promedio 48.97 córdobas por litro (185.10 córdobas por galón).
- La regular se cotiza en promedio a 47.81 córdobas por litro (180.72 córdobas por galón).
- El diésel —el combustible de mayor consumo en el ámbito nacional— se vende en promedio a 43.21 córdobas (163.33 córdobas por galón).
Estos precios promedios corresponden a Managua, ya que en los otros departamentos y regiones del país se les tiene que sumar el costo de transporte y distribución, así como otros gastos.
El “congelamiento” de los precios de los combustibles ha dejado al régimen y a las petroleras Uno Petrol y Puma Energy, unas ganancias que rondan los 100 millones de dólares anuales, por lo cual —entre abril de 2022 y abril de 2024— ya se superaron los 200 millones de dólares.
“Un fraude masivo desde el poder”
El cálculo de los 100 millones de dólares es aportado por el economista Enrique Sáenz, investigador de la Fundación Puentes para el Desarrollo, y quien ha sido uno de los principales críticos y denunciante de la complicidad del régimen y las petroleras.
“Estos sobreprecios, resultado del congelamiento del precio del combustible, en realidad son una estafa masiva, un fraude masivo, porque se realiza desde el poder”, dijo el economista nicaragüense en una entrevista con el programa Esta Semana, que se transmite por YouTube debido a la censura televisiva.
Para Sáenz, es una “aberración” llamar “congelamiento” a la política de sobreprecio del régimen, y “solo se puede entender cuando estamos frente a un Estado mafioso”.
“Los precios se congelan para que no suban y no afecten a la población. Aquí se congelan para que no bajen y sigan beneficiándose quienes están agarrando la gran tajada de este diferencial de precio”, destacó el investigador económico, desnacionalizado por la dictadura y exiliado en Costa Rica.
De acuerdo con cifras de la Policía Nacional, hasta septiembre de 2023, el parque vehicular de Nicaragua era de 1 150 000 vehículos, de los cuales 600 000 son motocicletas.
Combustibles con precio de petróleo a 100 dólares
Desde abril de 2022, el director del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), José Castañeda Méndez, les miente a los ciudadanos e insiste que el “congelamiento” se da para contrarrestar un supuesto incremento en “el precio internacional del petróleo y sus derivados”.
Cuando la dictadura fijó los precios en Nicaragua, el petróleo estaba en medio de una espiral alcista impulsada por la invasión de Rusia —aliado político de Ortega— a Ucrania. El llamado “oro negro” alcanzó su mayor pico en junio de 2022, cuando llegó a cotizarse hasta en 121.94 dólares por barril.
Sin embargo, ese aumento al que hace referencia el funcionario sancionado por Estados Unidos no existe desde inicios de julio de 2022, cuando el precio internacional del petróleo de Texas o WTI —de referencia para Nicaragua— comenzó a caer y nunca volvió a superar la barrera de los 100 dólares por barril.
Desde julio de 2022 hasta la fecha, el precio del petróleo ha fluctuado entre los 70 dólares, como mínimo, y 90 dólares como máximo, según cifras del sitio web Datosmacro.
En octubre de 2021, cuando el petróleo registró el precio promedio más alto de ese año —81.48 dólares por barril— el valor promedio de los combustibles en Nicaragua fue de 41.26 córdobas el litro de gasolina súper; 40.20 córdobas la gasolina regular; y 35.91 córdobas el litro de diésel.
El crudo cerró este viernes 5 de abril de 2024 a 86.91 dólares por barril en la bolsa de valores de Nueva York. Este año, el barril estadounidense se ha encarecido un 21% por los conflictos en Gaza y en Ucrania y el temor a un déficit en el suministro global, según la agencia EFE.
BCN revela que precios debían bajar
No solo los datos internacionales revelan una baja en el precio internacional del “oro negro”. El Banco Central de Nicaragua (BCN) informó, el martes 2 de abril de 2024, que la factura petrolera nacional en 2023 fue de 1589.1 millones de dólares, lo que representó una baja del 10.1%, respecto a 2022.
Esta disminución se explica “principalmente por un menor costo del petróleo (19.7%), resultado de una baja en los precios del crudo (-13.2% anual), y del volumen importado (-7.4 %)”, detalló el BCN en un informe.
Además, el Banco Central indicó que el valor de las compras de combustibles disminuyó un 4.9% en 2023, consecuencia de precios más bajos respecto a 2022 (-15%), ya que el volumen fue superior en un 11.9%.
“Cómo es posible que el Banco Central diga que se compró a un menor precio (en el mercado internacional), y el precio del combustible, a nivel interno, siguió intacto”, comentó Sáenz.
“Aquí no hay ninguna racionalidad económica, porque en una economía de mercado, como ocurre en los otros países centroamericanos, si bajó el precio importado del combustible, eso tendría que repercutir en los precios internos”, subrayó.
El economista calculó que, en el caso de la gasolina súper, el precio por galón en Nicaragua debió bajar 50 centavos de dólar en 2023; sobre la base de que el galón cuesta en el país cinco dólares, y la disminución de precio registrada por el Banco Central fue de 10%, y no del 15%.
“El diez por ciento de cinco dólares son cincuenta centavos de dólar (...) ¿Quiénes se llevan esa tajada? Los que están en el negocio”, opinó.
Con base en la baja del 15% —registrada por el BCN—, el gasto semanal de Guillermo en gasolina súper sería de entre 3825 y 5100 córdobas, y no los 4500 y 6000 córdobas que desembolsa actualmente. El capitalino pierde un ahorro de entre 675 y 900 córdobas por semana.
Los precios más caros de Centroamérica
Sáenz sugirió preguntarles a las petroleras: ¿Cómo explican que en Honduras o El Salvador tienen un precio del combustible, que venden muy distinto en Nicaragua?
Uno Petrol y Puma Energy operan en El Salvador, Guatemala y Honduras, donde los precios que ofrecen a los consumidores son más bajos que en Nicaragua.
Según la web especializada GlobalPetrolPrices, el precio promedio de la gasolina súper, al 1 de abril de 2024, en Honduras era de 1.175 dólares por litro; en El Salvador era de 1.188 dólares; en Guatemala era de 1.219 dólares. Mientras en el caso de Nicaragua fue 1.331 dólares por litro.
En el caso de Costa Rica era de 1.426 dólares. Sin embargo, en ese país el principal componente del precio de venta al consumidor es el impuesto único, que representa 41% en el caso de las gasolinas y 28% en el diésel, lo que lleva a Costa Rica a tener los precios —con impuestos— más altos en Centroamérica.
En el resto de los países de la región, el impuesto aplicado representa en promedio 28% y 21% del precio de venta de las gasolinas y el diésel, respectivamente.
El economista ejemplificó que, en la tercera semana de octubre de 2023, el precio promedio del galón de gasolina súper en El Salvador era de 4.67 dólares, mientras que en Nicaragua se cotizaba a 5.07; una diferencia de 40 centavos de dólar, según el Comité de Cooperación en Hidrocarburos.
Para enero de 2024, esa diferencia se precio se había ensanchado en 1.30 dólares por galón. En Nicaragua el precio promedio se mantuvo en 5.06 dólares y en El Salvador bajó a 3.76 dólares.
Préstamo del BCIE para subsidio de combustibles
Sáenz apuntó que, en el caso del Estado, la ganancia por el sobreprecio de los combustibles ha sido doble, ya que recauda más dinero a través de los impuestos, y obtuvo un crédito de 200 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), para supuestamente “reducir el impacto” de un incremento de los hidrocarburos.
“En el precio de cada litro o galón de combustible, va clavado un impuesto. Si el precio es mayor, el impuesto y lo que capta el Estado es mayor”, resaltó el economista.
La estructura de costos del precio del combustible en Nicaragua establece que 23% del valor que pagan los consumidores finales corresponden al Impuesto Específico al Consumo (ISC), el Fondo de Mantenimiento Vial (Fomav) y el INE.
En el caso del préstamo con el BCIE, la Asamblea Nacional, dominada por el Frente Sandinista, lo aprobó de manera “urgente” en julio de 2022, cuando el precio del petróleo en el mercado internacional inició su descenso. Este crédito millonario se sumó a la deuda externa de Nicaragua. El investigador destacó que la nueva presidenta ejecutiva del BCIE, Gisela Sánchez, debe dar una “explicación de cómo se utilizó ese crédito que los nicaragüenses tendrán que pagar”.