9 de noviembre 2017
La Cámara de Urbanizadores (Cadur), inaugurará hoy jueves su quinta actividad del año: la Feria Expo Vivienda, en el centro de convenciones ‘Olof Palme’, que culminará el domingo 12 de noviembre. Se trata de un esfuerzo en solitario con el Banco de Finanzas (BDF), -que es el que tiene la mayor cartera de crédito hipotecario del país- para acercarse a la meta de colocar 4,000 a 5,000 viviendas en 2017.
Según Héctor Lacayo, presidente de Cadur, las empresas afiliadas a la Cámara ya han colocado unas 4,000 viviendas (la mitad son de interés social, con un precio máximo de 32,000 dólares, y la otra mitad son casas de clase media y segmento alto), por lo que este nuevo esfuerzo comercial debería darles el impulso necesario para acercarse a la meta.
“Durante las ferias se colocan entre 200 a 300 casas, pero queda una base de datos con unos mil clientes potenciales”, de los que algunos terminan adquiriendo su casa, explicó Lacayo, al ser entrevistado en el segmento ‘Cuentas Claras’, del programa de televisión ‘Esta Noche’, que se transmite por Canal 12.
Los miembros de Cadur esperan poder colocar más casas, especialmente después de la ampliación del techo de la Vivienda de Interés Social, que brindará oportunidad de acceso a las familias con ingresos de un poco más de 59,000 córdobas, o sea, siete salarios mínimos del sector de la construcción.
‘Densificar’ las ciudades
Lacayo refirió que la reforma a la Ley 677, o Ley de Fomento a la Construcción de Vivienda Social, ocurrió luego de un intenso cabildeo efectuado ante las autoridades de gobierno y las del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), hasta lograr su cometido.
A su juicio, junto con un mayor acceso a la vivienda (por ejemplo, el subsidio de 2.5 puntos a la tasa de interés, permitirá adquirir una casa con una tasa del 7.13 %), el otro gran salto es la posibilidad de comenzar a construir viviendas verticales.
El gremio opina que esto les permitirá avanzar en la dirección de aumentar la ‘densificación’ de la ciudad, en referencia a la posibilidad de construir una pequeña torre de cuatro pisos de altura, con lo que se consigue disponer de hasta cuatro viviendas, en el mismo espacio donde se construye una.
Esto lleva a que pueda vivir más gente en el mismo lugar, lo que permite aprovechar mejor la infraestructura vial, de agua potable y aguas negras; de electricidad, teléfono, televisión por cable, etc., y puede permitir que más gente viva cerca de su centro de trabajo, de los hospitales, escuelas, centros comerciales, etc., con la consiguiente disminución del tránsito.
Lacayo detalló que ya hay un desarrollador que está construyendo edificios de dos plantas, (lo que permitirá ofrecer soluciones habitacionales a dos familias), en referencia a los proyectos ‘San Andrés’, en Ciudad Sandino, y ‘Valle Verde’, en carretera Norte.
Aprendiendo de los demás
De hecho, un grupo de empresarios del sector visitó las ciudades de Monterrey y México, gracias a una invitación de Cemex, socio de Cadur, para conocer de primera mano algunas experiencias de ese tipo, por lo que no descartan que a finales de 2018, existan “algunas ofertas atractivas”, lo que ya es común en muchas ciudades de Guatemala, Costa Rica, Perú y Colombia.
El reto -más allá de vencer la reticencia de quienes temen vivir en un edificio de varias plantas en una ciudad altamente sísmica como Managua, y además, de aquellos que prefieren una casa con espacio para jardín, patio y porche- es lograr que cuadren los números para poder ofrecer una vivienda de no más de 50,000 dólares.
Si bien es cierto, cuando levantan edificios de dos, tres, o cuatro pisos, los desarrolladores se ahorran el costo de tener que comprar un terreno para cada vivienda, también lo es que el dinero ahorrado se va en financiar los mayores costos de construir un segundo, tercero y cuarto piso, así como las pesadas losas de concreto que separan un nivel del otro.
Con todo, el excelente comportamiento de los clientes que sacaron un crédito hipotecario, (que en conjunto no llegan a acumular ni siquiera un 1 % de mora), permite que los bancos mantengan e incrementen el interés por colocar sus recursos en este tipo de créditos, por lo que el sector augura que el crédito hipotecario seguirá aumentando, así como creció 3.5 veces en los últimos ocho años, al pasar de USD 200 millones a USD 700 millones.
Las nuevas ventajas de la Ley
La reforma a la Ley 677 contempla otorgar subsidios y tasas de interés preferenciales a familias de bajos ingresos que sí tienen capacidad de adquirir una vivienda. Estas son las novedades específicas de la reforma:
1. Se amplió el techo para acceder al subsidio de vivienda de interés social unifamiliar (o sea, casas de un solo piso), con precio por vivienda de USD 32,000 a USD 40,000.
2. Se incorpora el subsidio a vivienda de interés social multifamiliar (de varios pisos), con precio de hasta USD 50,000.
3. Se mantiene el subsidio de USD 2,000 para la prima (gestionado ante el Invur, que es quien lo otorga), y se amplió el techo (que era de USD 23,000), para permitir que una casa de hasta USD 30,000 también pueda recibir el subsidio.
4. Podrán aplicar a todos estos beneficios las familias con ingresos máximos de hasta siete salarios mínimos de la construcción, lo que equivale en este momento a C$ 59,118.08.
5. Se mantienen y amplían los subsidios de 2.5 puntos a la tasa de interés; se ofrecen tasas de interés preferencial de 7.13 %, y se ofrece la exoneración de gastos de inscripción en el Registro Público de la Propiedad, para viviendas con precios de hasta USD 50,000.
6. Se exonerará el 15 % de IVA que pagan los materiales de construcción.