4 de abril 2023
El producto interno bruto (PIB), creció 3.8% el año pasado, según el Informe Anual 2022, presentado por el Banco Central de Nicaragua (BCN), entidad que también revisó los resultados de los tres años previos, determinando ahora que el decrecimiento del PIB de 2019, fue de -2.9%, y no de -3.9%, como había calculado en 2020.
Ese cálculo está muy cercano a la media de sus cálculos máximos y mínimos hechos a principios del año pasado (entre 3.5% y 4.5%); 0.8 puntos porcentuales por encima de los pronósticos hechos en fecha muy cercana, por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Banco Mundial, que coincidían en fijar su previsión de crecimiento en 3.0%, o el de la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist (EIU), que lo fijó en 3.5%.
“El dinamismo de la actividad económica se manifestó en… la evolución positiva del empleo; el crecimiento de los ingresos fiscales y la reducción de la deuda pública; la generación de flujos externos como las exportaciones, remesas, inversión extranjera directa e ingresos por turismo; el dinamismo de la intermediación financiera mediante la consolidación del crecimiento del crédito y el continuo aumento de los depósitos… el fortalecimiento de las reservas internacionales brutas (RIB) y la estabilidad cambiaria, entre otros”, señala el Banco.
En contraste, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, cerró el año en 11.6%, lo que el Informe achaca a un fenómeno “de naturaleza principalmente importada”, destacando que al comenzar el año proyectaban una disminución de la inflación internacional, “pero eso no ocurrió”, por “los problemas de oferta y demanda asociados a la pandemia del COVID-19, los confinamientos en China, [y] el conflicto geopolítico en Europa del Este”, en referencia a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
Los datos recopilados muestran que la división de alimentos y bebidas marcó una inflación de 15.87%, siendo responsable de casi la mitad (5.69 puntos porcentuales del 11.6%), en que creció ese Índice, que ya había comenzado a desacelerarse desde el mes de septiembre. “La inflación fue atenuada por la política del Gobierno de implementar un subsidio generalizado a los precios de la gasolina, diésel y gas butano de uso domiciliar… y por la política de reducción de la tasa de deslizamiento cambiario implementada desde 2019”, añade.
Exportaciones y remesas… ¡qué bendición!
Según el Banco Central, algunas de las actividades económicas que explican el crecimiento del PIB en 2022, son las exportaciones y el consumo privado, destacando el comportamiento del sector servicios, entre ellos hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones, comercio, e intermediación financiera; la industria manufacturera, “y una buena demanda externa, con precios internacionales favorables”, anotando los buenos resultados en pesca y acuicultura, en minería y en agricultura.
Destaca en este campo, el comportamiento de las exportaciones de mercancías (USD 3878,8 millones, superando en 10.5 % los USD 3510,6 de 2021) y las exportaciones de bienes de zona franca, que totalizaron USD 3852,0 millones, o sea, 14.8 % más que los USD 3354,5 millones vendidos en 2021, todo ello gracias a “una base exportadora fortalecida a través de los años, y factores externos que favorecieron mejores precios internacionales para la oferta exportable nacional”, así como por “la recuperación de la demanda externa”.
El alza en el precio de nuestros productos de exportación se reflejó en un aumento de los ingresos por ventas internacionales de oro, café, lácteos, azúcar, y frijol, entre otros, mientras que el dinamismo de las exportaciones de zonas francas provino de la recuperación de la demanda mundial que favoreció las ramas de arneses, textiles y tabaco.
Si los USD 865,7 millones adicionales en exportaciones captados en 2022 con respecto al año anterior son una cifra que coadyuvó a apuntalar el crecimiento del PIB del año pasado, más lo fue el comportamiento de las remesas familiares, que crecieron en 50.2% con lo que totalizaron USD 3224,9 millones, (20.6% del PIB), todo un récord, después que 2021 cerrara con la captación de USD 2146,9 millones, que representaba el 15.3% del PIB.
Esos USD 1078 millones adicionales, tuvieron un repunte significativo entre octubre y diciembre de 2022, cuando se recibieron más de 300 millones por mes. Por fuentes, los nicas enviaron casi USD 2500 millones desde Estados Unidos, unos USD 290 desde Costa Rica, y unos USD 258 millones desde España.
Ingresos tributarios
Así, en un contexto de crecimiento de la actividad económica, el Gobierno Central logró ingresos tributarios por 111 431,4 millones de córdobas, lo que representó un crecimiento del 18.5% con respecto a 2021, “pero mantuvo cautela y priorización de objetivos en su política de gastos, con miras a destinar mayor cantidad de recursos a la inversión social y a la lucha contra la pobreza”, señala el Informe del Banco.
El crecimiento en las recaudaciones, por encima de lo previsto en el Presupuesto, hizo necesaria su reforma en diciembre de 2022 para ampliar el techo de las recaudaciones, desde los 84 902,5 millones de córdobas inicialmente presupuestados, hasta los 104 360,4 que se preveían en ese momento, y cuyo monto cerró finalmente en los citados 111 431,4 millones.
“La política de ingresos fue orientada a fortalecer la recaudación tributaria a fin de garantizar los recursos necesarios para la continuidad de la prestación de servicios públicos y el desarrollo de la infraestructura económica y social del país”, señala el documento. Para ello, se continuó “fortaleciendo el sistema tributario, procurando la suficiencia, eficiencia y equidad en la recaudación de ingresos, avanzando en la modernización y coordinación de la administración tributaria y aduanera”, añade.
Empresarios consultados por CONFIDENCIAL, han declarado desde la seguridad del anonimato, cómo sus empresas son víctimas de chantajes por parte de la Dirección General de Ingresos (DGI), o del aumento injustificado de los impuestos a enterar, por parte de la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA).
En materia de empleo, medido en este caso como el número de trabajadores afiliados al sistema de seguridad social tutelado por el INSS, el Informe del BCN encadena un segundo año consecutivo de crecimiento (6.0% en 2021, con una disminución en 2022, año en que el número de afiliados se incrementó en 4.0%), después de decrecer en 2018, 2019 y 2020.
Ese incremento de 4.0% en la afiliación promedio anual al INSS, “indica que el empleo formal continuó fortaleciéndose”, asevera el redactor del documento, aunque el porcentaje es significativamente menor, (1.7%) si se comparan los 770 000 afiliados con que cerró el INSS en 2021 con los 783 400 que acumulaba al cierre de 2022.
El documento también indica que “se observó un incremento de la afiliación de trabajadores a la seguridad social, así como de los salarios nominales, aunque con disminuciones del salario real derivadas de las mayores presiones inflacionarias registradas en Nicaragua durante 2022”, reconociendo el daño que la inflación infringe a las familias, que deben moderar su consumo (o buscar otras fuentes de ingreso, como las remesas) para cerrar el mes.