9 de marzo 2021
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), acumulado al mes de diciembre de 2020, muestra una caída de la economía en Nicaragua de -2.5%, lo que augura que el producto interno bruto (PIB) de todo el año anterior, será bastante similar.
Los economistas del Banco Central de Nicaragua (BCN), que preparan el referido informe mensual, se refieren a él como “una fotografía” del estado de la economía, mientras que el PIB muestra un panorama más completo de cómo se comportó la actividad en ese período, destacando las similitudes (y diferencias) que suele haber entre ambos indicadores.
Es por eso que el -2.5% del IMAE prefigura que, cuando se terminen de recopilar y analizar las cifras, encontrarán que el PIB anual del 2020 estará muy cercano a esa cifra. A modo de ejemplo, mientras el IMAE de diciembre del 2019 exhibía un decrecimiento de -3.7%, en abril del 2020, el BCN confirmó que el PIB del 2019, había retrocedido en -3.9%.
Los detalles de la actividad de la economía de Nicaragua
El Informe muestra que las actividades que registraron mejor desempeño fueron, comercio (6.1%); minas y canteras (4.5%); manufactura (3.0%); administración pública y defensa (2.1%); enseñanza (1.9%); propiedad de vivienda (1.4%), y salud, con 0.9%.
En el otro extremo de la recta numérica, se sitúan hoteles y restaurantes, que sigue mostrando cifras catastróficas, con -33.0%; pesca y acuicultura cae -20.0%; energía y agua (-14.8%); mientras intermediación financiera y servicios conexos registra -9.1%, pues la aprobación de créditos sigue baja, aunque con crecimientos tímidos en los últimos meses, en la medida en que los bancos sienten que pueden manejar mejor el riesgo.
El BCN lo confirma, al asegurar que “se mostraron mayores captaciones de depósitos, principalmente en la modalidad de ahorro en moneda extranjera y modalidad a la vista en moneda nacional, y disminuciones en las entregas de crédito”.
Al analizarlo según el tipo de actividad, se observa que las actividades primarias “mostraron un comportamiento mixto”, al disminuir pesca y acuicultura, (-20.0%); agricultura (-6.4%); pecuario (-3.1%), con crecimiento en explotación de minas y canteras (4.5%); y silvicultura y extracción de madera, con un marginal 1.0%.
Aunque el reporte no los menciona, es muy probable que la disminución de la actividad pesquera, acuícola y agrícola, sea a causa del impacto de los huracanes Eta y Iota, que afectó seriamente al sector pesquero, así como el resultado de “menores labores y producción, en los cultivos de caña de azúcar, maíz, frijol, sorgo y tabaco, entre otros cultivos”.
En el caso de las industrias manufactureras, se muestra que “crecieron las actividades de elaboración de productos de tabaco, textiles, no metálicos, maquinaria y equipos, entre otras; y disminuyeron las actividades de elaboración de cárnicos, azúcar, bebidas, entre otras”, detalla el Informe.
En el caso de la actividad comercial (que engloba a grandes centros comerciales, productos agropecuarios, supermercados, distribuidores de farmacéuticos, gasolineras, como a la pequeña y mediana actividad), el Banco reporta que creció 6.1%, mientras la construcción –que arrastra consigo a muchos otros sectores de la economía- registró una variación de -3.5%.