10 de agosto 2015
El Banco Central de Nicaragua (BCN) se vio obligado a revisar sus pronósticos de crecimiento para el presente año, rebajando en 0.2 puntos porcentuales las expectativas presentadas a inicios del año. Así, si hasta ahora se esperaba que el Producto Interno Bruto creciera entre 4.5% y 5.0%, los nuevos cálculos reflejan que es más creíble esperar un alza que oscile entre 4.3% y 4.8%.
Antes de entrar en razones para tratar de explicar la corrección de sus proyecciones, las autoridades del BCN, con su presidente Ovidio Reyes al frente, se centraron en detallar que “al cierre del primer semestre de 2015, el desempeño macroeconómico del país permanece [siendo] uno de los más sólidos de Centroamérica”.
El análisis del Banco muestra que las razones para esperar un menor crecimiento son, en su mayoría, externas, comenzando con la desaceleración mundial de la economía, en especial China y la zona euro. Aunque esos dos mercados no representan gran cosa en el apartado de las exportaciones nicaragüenses, sí afectan a Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.
Los otros tres elementos son la volatilidad de precios del petróleo y resto de materias primas; el retiro del impulso monetario de la FED y la apreciación del dólar, más las condiciones climáticas irregulares observadas en el presente año, que inciden de distintas formas sobre nuestras exportaciones, en el sector externo, y sobre tres áreas clave de la economía nacional: la agricultura, la ganadería, y la industria manufacturera.
La disminución en los montos (y en algunos casos, en los volúmenes) exportados, sea por una baja en los precios de los productos, o por una menor demanda de esos mismos productos, así como la lluvia intermitente, ha llevado a una ralentización de las principales actividades económicas del país.
Baja precio del café
Así, la agricultura aportó 0.6 de los 3.5 puntos en que creció el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), de mayo, con lo que apenas logró su segundo aporte positivo del año, después de caer a lo largo de cuatro meses seguidos: diciembre, y todo el primer trimestre del 2015.
La actividad cafetalera creció 11.8%, aunque ello se refiere más a las labores preparatorias del nuevo ciclo agrícola, que a la producción de café en sí misma. La caída de US$40 (25%) del precio del quintal de café desde los US$163.94 en que estaba en mayo del año pasado, a US$123.49, augura que a la actividad le esperan malos tiempos
En el rubro de granos básicos, se muestra un aumento de 22% “con relación a mayo de 2014, resultado de las mayores labores de preparación de la tierra para el presente ciclo agrícola en los cultivos de maíz y arroz. Esta evolución fue parcialmente contrarrestada por la disminución en los rubros de frijol y sorgo”.
La actividad pecuaria no sumó ni restó de la actividad total, con un aporte de 0.0%. “Este resultado se debió a la menor matanza vacuna, exportaciones de ganado en pie y producción de leche. Por otro lado, se observó crecimiento en la crianza de aves, producción de huevos y matanza porcina”, señala el informe.
La manufactura por su parte, restó 0.4 puntos al crecimiento del IMAE de mayo, en especial por el comportamiento de las empresas que operan en régimen de zona franca. “La producción de textiles cayó 8.7%, debido a disminuciones en tejidos de punto o ganchillo, prendas de vestir y cuero”, mientras que “maquinaria y equipo de transporte cayó 48.8%, producto de menores pedidos de México, resultado del menor dinamismo de la industria automotriz de ese país”. También hubo caída en la producción de muebles.
En el rubro de la industria alimenticia, se señala cómo la producción de azúcar decreció 19.5%, debido a menores rendimientos industriales, mientras se registró una disminución de 1.1% en la producción de otros alimentos, entre ellos alimentos para aves, manteca vegetal, productos de panadería y otros.