17 de agosto 2020
Un grupo de más de 200 panificadores acordaron este sábado, 15 de agosto, el aumento del 100% del precio de una barra de pan, la cual pasará de uno a dos córdobas, informó Roberto Morales, representante de la organización “Panificadores de Nicaragua Ermis Morales”.
Este nuevo aumento en los precios de los productos de la canasta básica, valora el analista de temas económicos Luis Núñez, es un reflejo del “deterioro económico” por el que atraviesa el país, el cual además viene a repercutir directamente “en el poder adquisitivo de cada nicaragüense que también se está deteriorando aceleradamente”.
“No solo el pan ha aumentado de precio, es decir, no solo es un córdoba más como muchos pueden pensar, sino que muchos otros productos de la canasta aumentan y no te andan avisando, la energía la pagas más cara, el combustible que no baja lo que debería, entonces, el problema no es tanto si sube o no, el problema es que el poder adquisitivo de los nicaragüenses se está deteriorando aceleradamente, porque los precios se ajustan de acuerdo al mercado, pero no se está ajustando el salario al mismo ritmo”, asegura.
Núñez afirma que con esta alza no solo los consumidores se verán afectados, sino los mismos panificadores, pues los clientes no necesariamente seguirán comprando las mismas cantidades, además, quienes no son fieles compradores de pan ahora puede que lo descarten como una opción en sus alimentos.
Panificadores debatieron "mucho" el aumento
Morales, por su parte, explicó que este aumento no se decidió de la noche a la mañana, sino que fue debatido "mucho, prácticamente, por casi un año de reuniones".
"La razón principal del alza son los incrementos de la materia prima, solo hace 15 días tuvimos el incremento de la manteca, que pasó de 400 a 500 córdobas, entonces, ya no es rentable mantener ese precio", detalla.
Asimismo, señala que las ventas se han visto afectadas por el avance de la pandemia de la covid-19, además de los efectos que arrastraban de la crisis sociopolítica que inició en abril 2018.
"La pandemia nos ha venido a afectar mucho. Las ventas se bajaron al 50%, muchos tuvimos que despedir a por lo menos la mitad de nuestros trabajadores", lamenta.
Los panificadores, desde mayo de 2019, venían planificando realizar el aumento, pero se abstenían de hacerlo, entre otras razones, asegura porque "las panaderías informales nos hacen la competencia desleal, porque no pagan impuestos ni seguro ni DGI, entonces, por esa competencia desleal no había unanimidad en la decisión de hacer el aumento", explica Morales.
Vigilarán e interpondrán quejas por "competencia desleal"
Sin embargo, ahora que los panificadores agremiados decidieron asumir la decisión del aumento aseguran que estarán "pendientes" de la competencia "desleal".
"Conformamos una comitiva que, entre otras cosas, estará pendiente para juntos poner las quejas a las autoridades pertinentes por esas panaderías que trabajan de forma ilegal. Vamos a pedir que se les haga sus inspecciones, que paguen su cuota, porque los legales pagamos todo eso y estamos sobreviviendo, entonces, no es justo que ellos mantengan el precio y nos hagan competencia desleal sin pagar todos los impuestos que nosotros pagamos", señala.
Morales explica que como gremio no es su propósito hacer que las otras panaderías que trabajan de forma irregular "desaparezcan, porque sabemos que al igual que nosotros tienen necesidad y no queremos dañarlos, pero necesitamos que estén legales para que haya una competencia legal, se mantenga un mismo precio como gremio y todos ganemos".
El representante de los panificadores afirma que parte de su clientela, con la que tienen contacto, "ya estaban preparados" para este aumento, pues conocían que estaban debatiendo esa posibilidad por el encarecimiento de la materia prima.
"Un bollo de pan menos por cabeza"
Rubén Arriola, gestor de la oficina de Consultoría de Gestión al Consumidor, señala que esta alza "es un golpe más para los bolsillos de los consumidores, aunque muchos ya lo esperaban, porque es un producto que se consume bastante y esto viene a encarecer aún más la ya inflada canasta básica".
El precio de la canasta básica de 53 productos, según datos de julio de 2019 del Banco Central de Nicaragua (BCN), es de C$14159.8 córdobas, es decir, el doble de un salario mínimo.
Arriola apunta que la seguridad alimentaria de los nicaragüenses "agoniza" cada año, pues "si no es el pan, son los frijoles, el arroz, el queso, la energía, el combustible, entonces, cada vez alcanza menos con el precario salario mínimo que se paga en Nicaragua".
Agrega además que para los consumidores "ahora todo va a estar más crítico, porque si antes compraban dos bollos de pan por cabeza ahora solo será uno".
El defensor de los consumidores criticó además que el pan que llega a las mesas de los nicaragüenses "es un pan que ha bajado la calidad precisamente para que se mantuviera ese precio, ya que hay un constante aumento en la materia prima, entonces, en este país son los consumidores, no me canso de decir, siempre estamos con las manos arriba porque no hay instituciones que realmente estén velando por nuestro bienestar".