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Han transcurrido más 11 días desde que la Policía acusó de “lavado” de dinero a la Iglesia Católica, congelando todas sus cuentas bancarias, entre ellas los fondos legalmente donados a la Diócesis de Estelí por la organización Catholic Relief Services en 2012; pero la dictadura sigue sin presentar pruebas que confirmen que esos fondos sean de origen ilícito.
Conversamos con la abogada e investigadora experta en temas anticorrupción, Martha Patricia Molina, autora del informe “Nicaragua: una iglesia perseguida”. sobre esta acusación de la dictadura, el silencio de la Conferencia Episcopal, y el impacto que está provocando el congelamiento de las cuentas bancarias de la Iglesia en la labor pastoral de sus parroquias, y en el funcionamiento de los colegios diocesanos católicos de educación primaria y secundaria.
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