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Familiares exigen cadena perpetua para el taxista Bernardo Ruiz Chow, acusado de ser el autor del femicidio cometido en Bluefields.
El teléfono sonó a las seis de la mañana del primero de enero. “Mamá, mataron a Martha”, escuchó Marlyng Aragón al responder la llamada de una de sus hijas que habita en León. Temblorosa y sin poder digerir aquella noticia decidió partir al barrio Santa Rosa, de Bluefields, en busca de su hija Martha Alicia Robinson.
Al llegar al lugar confirmó la desgracia. Cintas amarillas cercaban la entrada de la vivienda de su hija. Policías resguardaban la propiedad y, aún esperanzada de encontrarla viva, decidió preguntar si Martha había muerto, y con un movimiento de cabeza le fue confirmado el deceso.
“Sentí que me destrocé en mil pedazos. Me descontrolé y comencé a gritar al ver como la dejó, como se ensañó con mi hija”, relató Aragón en entrevista con CONFIDENCIAL.
Martha Alicia Robinson, de 35 años, fue asesinada por su expareja Bernardo Melecio Ruiz Chow. Era abogada, docente y contadora. Deja en la orfandad a tres menores de doce, siete y tres años y era reconocida por ser amistosa, respetuosa y profesional en los trabajos que desempeñaba.
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