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Carlos F. Chamorro dece en su comentario en Esta Noche: Basta ya al discurso de odio de Ortega y Murillo que alienta la violencia
Carlos F. Chamorro dece en su comentario en Esta Noche: Basta ya al discurso de odio de Ortega y Murillo que alienta la violencia.
En los últimos tres días, el presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo, han exacerbado el discurso de odio que promueven contra los ciudadanos que demandan un cambio democrático en Nicaragua.
Los gobernantes han utilizado todos los medios de medios de comunicación del país, imponiendo abusivamente una cadena nacional de radio y televisión, para predicar el odio, la intolerancia, y la violencia.
Un discurso que está basado en la mentira, el cinismo, y en la estigmatización de los otros como enemigos. Y para algunas personas lo que Ortega y Murillo dicen y repiten cada día, carece de importancia, porque no tiene ninguna credibilidad.
Es cierto que la mayoría de la gente apaga la radio y la televisión oficial y no le da ningún crédito a la mentira, sin embargo, el discurso de odio de los gobernantes es extremadamente peligroso para la convivencia del país, porque están legitimando ante sus partidarios el ejercicio de la violencia con impunidad.
Cada vez que Ortega y Murillo lanzan amenazas con virulencia, le están otorgando una licencia a una minoría fanatizada, para insultar, agredir, perseguir, torturar, e incluso matar, a cualquier ciudadano. que reclama libertad en Nicaragua.
Eso fue lo que ocurrió en La Trinidad, el 19 de julio del año pasado, Jorge Luis Rugama fue asesinado de un disparo en la cabeza por un fanático sandinista, solamente porque gritó Viva Nicaragua Libre. Y cuando el agresor Abner Pineda, fue sometido ante la justicia, el juez declaró como atenuantes del asesinato que el funcionario de la alcaldía sandinista de Estelí, padecía un supuesto trauma sicológico como resultado de la protesta ciudadana contra el Gobierno y que ademas, se encontraba en estado de ebriedad.
Ese asesinato, que se mantiene en la impunidad, forma parte de la cosecha de odio de Ortega y Murillo. Este lunes en su discurso en cadena nacional, Ortega alegó campantemente que en Nicaragua existe libertad de expresión, aunque su gobierno persigue a los periodistas, censura a los medios independientes, y ha confiscado las redacciones de Confidencial y 100% Noticias.
Ortega proclamó que hay libertad de expresión, pero el joven Sergio Beteta fue declarado culpable por presuntos crímenes fabricados por la fiscalía y la policía, por el delito de ondear la bandera azul y blanco y quemar la bandera del FSLN, en un acto solitario de protesta. Y ahora un juez orteguista está pidiendo 16 años de cárcel en su contra, por ejercer la libertad de expresión.
El discurso de Ortega y Murillo también promueve el odio y la confrontación entre pobres y ricos, truena contra los millonarios, aunque en Nicaragua todo mundo sabe que el capital y los millones de la familia gobernante provienen de la corrupción pública, y del desvío de los fondos de la cooperación estatal venezolana.
Ortega también alega para justificar la represión, que su gobierno ha sido víctima de una tentativa de golpe de estado, pero ninguna comisión internacional ha encontrado algún indicio de la supuesta conspiración, durante las protestas de abril. Y lo único que han presentado son denuncias que deben ser investigadas sobre los crímenes de lesa humanidad, los asesinatos, las torturas, y las ejecuciones extrajudiciales, ejecutadas por el régimen.
Y sin embargo, a pesar del miedo que provoca la violencia, a pesar de la persecución, la cárcel, y el exilio, en estos casi tres años de represión y estado de sitio, la dictadura Ortega Murillo, nunca ha podido quebrar la moral y la dignidad de un solo preso político, que siguen reclamando un cambio a través de elecciones libres.
Nosotros llamamos respetuosamente, a los obispos de la conferencia episcopal, al liderazgo moral de la iglesia católica, a que renueven su exigencia ante los gobernantes, para que cesen el discurso de odio que promueve la violencia y la confrontación.
Llamamos a los servidores públicos, civiles y militares, a decir basta al discurso de odio de Ortega y Murillo, para que nunca más un nicaragüense sea asesinado por gritar viva Nicaragua libre, o encarcelarlo por ondear la bandera nacional.
Llamamos a los precandidatos a la presidencia por la oposición, a que se sumen a la demanda nacional, para lograr la libertad de los presos políticos, y la suspensión del estado policial.
Y también llamamos a los grandes empresarios a demandar la reforma electoral, para que los nicaragüenses podamos decidir en una elección libre si queremos seguir otros cinco años con la prédica de odio de Ortega y Murillo, o iniciar la reconstrucción del país en democracia y sin impunidad.
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