Presidente de Puerta de la Montaña: “Persecución contra la Iglesia evangélica es menos visible”

Persecución, cárcel y confiscación recetó el régimen de Daniel Ortega al ministerio evangélico, Puerta de la Montaña, que en los buenos tiempos entregó oraciones para sus allegados y contó con su visto bueno para realizar actividades masivas a nivel nacional, cuando estas eran prohibidas para otras organizaciones y religiones. 

Ese mismo privilegio pudo ser lo que motivó al Gobierno de Nicaragua a perseguirlos de un día a otro, opina el misionero estadounidense, Jon Britton Hancock, presidente de Puerta de la Montaña. 

“El evangelio quiere libertad. Libertad de hacer, de pensar y cosas así son una amenaza contra un Gobierno que quiere controlar todo”, afirmó en entrevista con el programa Esta Noche. 

Solo en 2023, Puerta de la Montaña movilizó a un millón de personas que asistió a las ocho cruzadas evangelísticas ese año, que incluyó un cierre de campaña a lo grande en la Plaza La Fe, donde se reunieron durante dos noches más de 200 000 personas, según Britton. 

Un mes después, la personería jurídica de Puerta de la Montaña Order fue cancelada, sus bienes confiscados, y 11 pastores nicaragüenses y dos abogados fueron encarcelados y condenados, en un juicio espurio, a penas de entre diez y 15 años, por lavado de dinero. 

¿Cómo era la relación de Puerta de la Montaña con el Gobierno de Daniel Ortega antes de la acusación de lavado de dinero? 

Antes del problema que sucedió en diciembre con nuestro ministerio, Puerta de la Montaña y el Gobierno de Nicaragua no teníamos ningún problema. Estábamos bien con el registro y estaba todo en orden con el Gobierno. 

A pesar del Estado policial de facto en Nicaragua, que se impuso desde septiembre de 2018, a ustedes se les permitía realizar eventos masivos públicos. Algunos contaban con el apoyo del Gobierno. ¿Cómo les fue posible ser una excepción durante estos seis años? 

Nunca hemos recibido apoyo del Gobierno. Lo que recibimos fue permiso para avanzar en esos eventos. Pero apoyo del Gobierno no, permiso sí. Y tengo gratitud en mi corazón por el permiso que dio el Gobierno (de Ortega) a nuestro ministerio en 2023, para convocar esos eventos muy grandes. Hasta un millón de personas se congregaron en (la campaña) Buenas Nuevas Nicaragua, que duró ocho cruzadas.  El ministerio creció muy fuerte, pero eso no fue cosa del Gobierno, fue un milagro de Dios. 

¿Y por qué cree que ustedes eran la excepción? A la vez que lograban realizar estos eventos, había también persecución o prohibiciones contra la Iglesia católica, por ejemplo. 

Hemos visto toda la persecución contra la Iglesia católica y no estamos de acuerdo. Y también hay persecución en contra de la Iglesia evangélica, pero es menos visible. En 2023, yo platiqué con muchos pastores nicaragüenses, quienes nos dijeron que teníamos que cuidar mucho nuestras opiniones y la forma de hablar. Entonces, sabíamos que había problemas y avanzamos con mucho cuidado. 

¿Por qué el Gobierno les acusa de lavado de dinero tras una relación cercana durante una década aproximadamente? ¿Qué responde usted ante estas acusaciones? 

Esas acusaciones son falsas y tenemos muchas pruebas de que (el Gobierno de Ortega) autorizó cada dólar que entró desde nuestro ministerio en los Estados Unidos a soportar nuestras actividades en Nicaragua. El Gobierno de Nicaragua fue revisando cada dólar, cada transferencia que llegó y dieron su autorización. Entonces no entendemos por qué. Son acusaciones falsas. No tienen ninguna base.

Condenados sin defensa

¿Qué pruebas presentó la Fiscalía para sostener esta acusación de lavado de dinero? 

El problema es que ellos no dieron ninguna oportunidad para presentar ninguna prueba. Hicieron todo en secreto, a puerta cerrada. No hemos tenido la oportunidad de comunicarnos directo con ellos (la justicia orteguista) y solo han hecho avisos en las noticias. Tenemos preparadas todas las pruebas, pero no nos contestan. No nos reciben. Solo quieren perseguirnos y, lastimosamente, son 11 personas directas, conectadas con nuestro ministerio, quienes están presas, más dos abogados. 

¿No conocieron las pruebas o evidencias que la Fiscalía presentó en ese juicio? 

No.

Ya hay una condena de más de diez años de prisión para estos misioneros, para los abogados. También una multa de 880 millones de dólares en total. ¿Cómo fue el juicio? ¿Usted estaba también siendo acusado junto con las personas que están encarceladas en Nicaragua? 

Sí, la misma acusación está contra mi persona, mi hijo y su familia. No entendemos por qué, no tiene base. Hemos dado constancia de cómo llegó el dinero a nuestro ministerio, que fue a través de nuestros donantes, iglesias y personas que dieron donaciones voluntarias y eso no es lavar de dinero. Es cien por ciento legal. Entonces, estas acusaciones contra mi familia y contra los pastores no tienen base. Ahora salió una sentencia muy fuerte y ellos son inocentes. 

¿Cuál es la situación de las personas encarceladas de su organización? ¿Sus familias han podido verlos? ¿Cuál es el estado de salud? 

No sabemos, porque desde el día que llegó la Policía a arrestarlos no hemos podido comunicarnos con ellos. Sus familias tampoco tienen acceso, así que no sabemos cómo están. Hay silencio y total secretismo en la parte del Gobierno.

Dictadura "se premió" con confiscación de bienes

¿A cuánto ascienden los bienes y los recursos confiscados en Nicaragua a Puerta de la Montaña? 

Son como cinco millones de dólares. Teníamos 45 vehículos. ¿Por qué? La logística. Con la cruzada, (la organización) creció muy fuerte y muy rápido. También compramos camiones y unos tractores para ayudar en tiempos de desastres naturales. Respondimos en gran manera en 2020 y 2022 a los huracanes que afectaron a miles de familias nicaragüenses. Incluso, el Gobierno nos agradeció por ayudar. 

¿Y estos recursos de dónde provenían? ¿Cómo habían logrado a lo largo del tiempo comprar, adquirir estos vehículos y tener todos estos recursos?

Con donativos, donativos de los Estados Unidos y otros países. Conseguimos todo eso de afuera, para bendecir a Nicaragua. 

¿Cuál es la reacción entre los nicaragüenses de su ministerio, los pastores, los pobladores que se congregan con ustedes, ante este proceso judicial y su extinción en Nicaragua?

No hemos platicado con muchos, pero algunos nos han dicho que están orando mucho y que gracias por la ayuda que dimos en 2023, por la cruzada, por muchas almas que se entregaron a Cristo. Hubo muchos milagros.

Platicamos también con las familias de los pastores encarcelados y nos han agradecido porque estamos juntos en esto. Ahora yo estoy en Washington D. C., en los Estados Unidos, platicando con senadores y congresistas, tratando de conseguir ayuda con el Gobierno y las puertas diplomáticas para que tal vez podamos conseguir la libertad de esos presos. 

Miedo a movilizaciones masivas

¿Usted cómo se explica o cuál cree que es la causa de este súbito cambio de la postura del Gobierno nicaragüense en contra de Puerta de la Montaña? 

Exactamente, no sé. No tengo información, ni pruebas. Lo que yo creo -con la historia del Gobierno (de Ortega) y la persecución religiosa a la Iglesia católica- es que la cruzada “Buenas Nuevas Nicaragua” fue una amenaza porque hubo unidad de muchas iglesias, llegó un mar de gente. Y a Gobiernos así, eso no les gusta. El Evangelio quiere libertad. Libertad de hacer, de pensar y cosas así son una amenaza contra un Gobierno que lo quiere controlar todo. Eso es lo que yo creo.

Un millón de personas se movilizó durante todo el año en ocho cruzadas, y más de 200 000 personas llegaron a la Plaza de la Fe el 11 de noviembre 2023. Nuestro motivo no fue político. Estamos para expandir la paz y la justicia en la Palabra de Dios. Pero había mucha gente congregándose y a ellos eso no les gusta. 

Usted, su hijo y su nuera están en la acusación de lavado de dinero. ¿Ustedes también fueron sentenciados, condenados en ausencia?

Estamos en la acusación, pero no fuimos juzgados en ausencia. Nos reportaron a la Interpol para avisar en varios países en Latinoamérica que si llegamos nos arresten y nos envíen a Nicaragua. No tengo ninguna duda que quieren ponernos en la cárcel por toda la vida.

¿Por este caso, podrían ser extraditados de Estados Unidos a Nicaragua? 

Estamos hablando con nuestro Gobierno (de Estados Unidos) ahora. Ellos conocen que el Gobierno de Nicaragua está persiguiendo religiosamente a muchos en Nicaragua, que existen muchos abusos de derechos humanos. Entonces, mi Gobierno (de Estados Unidos) está en contra de las acciones y la actitud del Gobierno de Nicaragua.

Mi Gobierno conoce, sin duda, que somos inocentes así como todos pastores condenados. Hemos mostrado nuestras pruebas y hay muchos congresistas, personas del Departamento de Estado que están enojados con estos abusos del Gobierno de Nicaragua contra su población, contra la Iglesia católica y contra mi familia.