29 de marzo 2024
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Más de 30 policías acorralaron el viacrucis penitencial del Viernes Santo en la Catedral Metropolitana de Managua, que por segundo año consecutivo fue impedido de realizarse fuera de los predios del templo por la represión del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica de Nicaragua.
Dominga, una feligresa de 55 años tomaba de las manos a su hija de 26, quien arrodillada pagaba una promesa por favores recibidos, mientras la imagen de Jesús crucificado recorría los patios de la Catedral. Antes de 2023 el recorrido era más extenso, los católicos se reunían en las cercanías del Colegio Teresiano para rezar y meditar durante toda la mañana, acompañando al viacrucis que aglomeraba a miles de católicos y promesantes.
Aunque la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo intenta, por diversas vías, callar a la Iglesia, la feligresía resiste orando y confiando en que “pronto”, la piedad popular vuelva a vivirse como antes.
Una publicación en la red social Facebook del perfil de la Arquidiócesis de Managua asegura que participaron en el viacrucis alrededor de 12 000 personas.
“Aquí andamos pagando una promesa que mi hija tiene desde hace varios años. El católico va donde sea. Me acuerdo que no hace mucho veníamos desde el Teresiano con toda la gente y nuestros sacerdotes, pero por razones que ya todos sabemos tenemos que limitarnos a pagar nuestra promesa desde aquí (predios de Catedral)”, dijo Dominga.
Algunos promesantes iban vendados de los ojos y arrodillados, otros vestidos de ángeles o personificando a personajes bíblicos para pagaban promesas entre la multitud, mientras que grupos de agentes de la Policía Nacional se ubicaban principalmente en la entrada norte del templo, que los religiosos arquidiocesanos habilitaron para la entrada y salida de feligreses.
Una feligresa consultada por CONFIDENCIAL expresó que “aunque nos acorralen, siempre mi fe va a estar viva, así como la de mucha gente que anda aquí. El miedo y la maldad la combatimos orando y respetando a nuestra Iglesia”.
Feligreses en viacrucis: “Tenemos que adaptarnos”
No solo la Catedral Metropolitana de Managua es asediada constantemente por la Policía Nacional. La Cuaresma, que inició el 14 de febrero, se convirtió en la temporada donde las iglesias han recibido mayores ataques de asedio e intimidación.
La abogada e investigadora Martha Patricia Molina, dijo a CONFIDENCIAL a inicios de la Semana Santa que la dictadura desplegó unos 4000 oficiales destinados a intimidar a la feligresía de las parroquias de todo el país.
Según Molina, autora del estudio “Nicaragua, una Iglesia perseguida”, el cálculo de agentes movilizados está basado en el número de iglesias y capillas existentes en Nicaragua, “en algunos templos llegaron dos oficiales y, en otros, hasta tres camionetas llenas de policías”, afirmó.
Antes de 2023, año en el que el régimen prohibió en su totalidad a la Iglesia realizar cualquier tipo de manifestación religiosa en las calles, quienes pagaban promesas regalando comida, bebidas y otros artículos se distribuían desde el Colegio Teresiano hasta llegar a la Catedral para compartir con los otros promesantes y laicos.
Maycol y su familia llegaron este Viernes Santo a Catedral con dos costales repletos de galletas para regalarle a los promesantes, mientras meditaban las 14 estaciones del Viacrucis. En otros tiempos, relata, parqueaba su camioneta y daban más de 200 platos de comida a los feligreses.
“Para seguir pagando la promesa venimos a la Catedral desde el año pasado. Honestamente hace falta ver cómo salíamos antes, era una algarabía muy bonita, mirabas cómo la gente se desbordaba; ahora es diferente, pero el amor en Cristo es igual, tenemos que adaptarnos”, comentó.
Durante la Cuaresma, Domingo de Ramos y la Semana Santa, según Martha Molina, unas 4800 procesiones fueron prohibidas.
“Pocas parroquias realizarán procesiones haciendo un recorrido alrededor de la manzana del templo. La gran mayoría efectuará las procesiones intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes diócesis y arquidiócesis”, denunciaba en redes sociales.
El cardenal Leopoldo José Brenes, fue quien inició el viacrucis con una oración habitual en el rito y procedió a retirarse a orar a la capilla donde se encuentra la imagen calcinada de Cristo Rey.
Al finalizar el recorrido en los predios de catedral pidió que “cada uno de nosotros podamos mirar, aquí en silencio, uno que sale del corazón, oremos desde el corazón y si algunas lágrimas salen no tengamos pena, porque es el complemento”, refirió.
Reaparecen sacerdotes desterrados
El obispo de la Diócesis de Siuna, Isidoro Mora, desterrado por el régimen junto a otros 18 sacerdotes y religiosos el 3 de enero de 2024, reapareció durante la Misa Crismal de Miércoles Santo en la Catedral de Santiago de Compostela, en España.
Según una publicación del medio digital El Correo Gallego de ese país, el obispo de la Arquidiócesis, monseñor Francisco José Prieto, destacó la presencia del religioso nicaragüense y que “la Diócesis de Santiago sea para él un oasis de celebración y de fraternidad”, citó.
En diciembre de 2023, monseñor Isidoro Mora fue secuestrado por agentes de la Policía Nacional, cuando la dictadura emprendió una cacería contra sacerdotes y obispos críticos a la gestión del Gobierno.
También durante la celebración eucarística del miércoles 27 de marzo, el arzobispo de Granada (España), José María Gil, pidió oraciones por Nicaragua “cuya Iglesia se encuentra perseguida” y por quienes acogerán a dos sacerdotes nicaragüenses exiliados, que no específico. La llegada de los dos sacerdotes “que han tenido que salir de su país”, se hizo pública a través del medio español Vida Nueva Digital.
