20 de marzo 2024
La portabilidad numérica incluida en el proyecto de Ley General de Telecomunicaciones Convergentes, que el régimen envió a la Asamblea Nacional, obligará a los dos operadores de telefonía celular que operan en Nicaragua a “cortejar” a sus clientes con mejores precios y promociones, tanto para lograr que se queden con ellos, como para convencerlos que dejen al otro.
A finales de 2017, el régimen amenazó con aprobar la portabilidad numérica, que estaba llamada a liberar a los clientes de la obligación de permanecer atado a un solo operador celular, pero el tema nunca vio la luz parlamentaria, por lo que ahora se integra en esta nueva propuesta de ley, que algunos sectores identifican como un intento de “establecer una superestructura de control a operadores y usuarios de telecomunicaciones, además de ejercer de forma discrecional la regulación del espectro radioeléctrico del país”.
Sobre la portabilidad numérica, el ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones que habló con CONFIDENCIAL bajo anonimato, señaló que el hecho de que no exista esa opción en Nicaragua, restringe a los ciudadanos la opción de escoger libremente su proveedor en el momento que sea, “lo que no es una menor cosa. Para mí, en general este cambio será un aspecto positivo”.
Aunque el proceso varía de país en país, este ejecutivo presupone que en Nicaragua se instalarán unos servidores para almacenar la información de los clientes (que pasarán de ser usuarios, a poseer el número), de modo que cuando alguno de ellos pida un cambio de proveedor, el requerimiento sea hecho ante el administrador de esos servidores, para que ejecute la solicitud recibida.
“Hay que crear esa instancia técnica y un archivo nacional en el que se registren todos los números. Cuando el operador ‘A’ recibe el pedido de transferencia al operador ‘B’, el operador ‘A’ está obligado a notificarlo a esa estancia. Otra opción es que el operador ‘B’, cumpliendo una solicitud escrita del consumidor, pida al servidor que se libere ese número para él y entonces, bajo la autoridad de quien administra ese sistema, se le notifica a la operadora que ese número ahora responde al otro operador”, explicó.
En una nota previa publicada por CONFIDENCIAL, los representantes de las empresas presentaron como argumento disuasorio, el costo de operar un ente con un sistema que es independiente a ellas (debe ser independiente), recordando que ese costo adicional será cargado a cuenta de los usuarios, por lo que la iniciativa les parecía poco útil, siendo que la experiencia internacional muestra que, en promedio, solo alrededor del 3% de los usuarios termina cambiando de proveedor.
En vez de ello, se indicaba que les parecía más útil de cara a los usuarios, que se disminuyera hasta en un 30% el impuesto que la Aduana cobra por cada celular que entra al país, porque eso ampliaría el acceso a adquirir un terminal inteligente y en teoría, el aumento en el número de clientes incentivaría la competencia entre las empresas que prestan ese servicio.
Portabilidad numérica trae más competencia
La pregunta es qué harán las empresas para convencer a los clientes para que se queden con ellos, (o para atraerlos) y aquí, como dice la fuente, “el arsenal comercial que tienen estas empresas para competir entre ellas es salvaje; la cantidad de promociones que pueden inventar es impresionante”.
Un exejecutivo de ventas que trabajó para uno de los dos operadores de telecomunicaciones en Nicaragua, citó como ejemplo que la gran competencia que hay en Panamá, los obliga a luchar de forma más intensa para conservar a los clientes, ofreciendo el doble o triple de su plan inicial, o bien, dándoles equipos a precios más bajos que el mercado, siempre y cuando se queden con ellos por al menos dos años.
Por su parte, una de las estrategias que se usan en Costa Rica es el descuento en el precio del servicio, o el aumento en la cantidad de gigas, minutos o mensajes a disposición del cliente que decide migrar de proveedor.
En el caso de Nicaragua, los operadores podrían buscar cómo “amarrar” a sus clientes actuales, ofreciéndoles descuentos, promociones, paquetes, terminales a menor precio, con la condición de que firmen un contrato plurianual, tal como hicieron hace varios años, la última vez que se habló de la posibilidad de instaurar la portabilidad numérica en el país.
Visto desde la óptica del sistema como un todo, el ejecutivo advierte algunos de los resultados lógicos de la intensificación de la batalla comercial que ocurrirá previsiblemente cuando la ley entre en vigencia. Una opción es que la operadora más fuerte use su posición dominante para cortejar a los clientes del operador más débil con grandes promociones, e invitándolos a migrar aprovechando que podrán conservar su número.
Eventualmente, estos movimientos tendrán implicaciones con respecto a la competencia de costos por minuto fuera de la red, lo cual puede llevar a que un usuario ya no tenga que utilizar dos tarjetas sim, porque la empresa que tenga una oferta más competitiva y que ofrezca más ventajas para el usuario, podría arrancarle más clientes al otro competidor, al desaparecer el temor de tener que renunciar a su número de celular.
Aunque el sistema parece operar a favor del más fuerte, también hay otra posibilidad: que el más débil desarrolle un paquete tan competitivo, que logre quitarle al otro un porcentaje significativo de sus clientes, lo que incluso aumentaría su valor de mercado.
“Lo que te quiero decir es que esto funciona para los dos, y lo que determina quién es el ganador, es quién fue comercialmente más agresivo, y más competitivo en el corto plazo. En el largo plazo, son otras las cosas que lo definen, entre ellas, el tema de atención al cliente. Después de esta movida, lo que viene definitivamente es la consolidación del que ganó”, aseguró el experto.
Su conclusión es que el resultado de la competencia de ambos proveedores para quitarle clientes al otro, no será nunca un juego de suma cero, porque “no se puede subestimar la capacidad de cada uno de los dos operadores para funcionar como un oligopolio. Por lo que hemos visto, sabemos que harán todo tipo de trucos para restar clientes a sus competidores”.
Control sobre los usuarios
Si bien la dictadura ya tiene acceso a cualquier dato de los usuarios que le resulte de interés, (el Gobierno tiene personal dentro de las empresas de telecomunicaciones, o lleva camiones llenos de equipos para localizar a sus objetivos, dijo el ejecutivo del sector), incluir esa opción en la ley otorgará un marco de protección legal que blinde a las empresas que prestan esos servicios.
“Ellos ya tienen la información que quieran, cuando la quieren tener”, aseguró señalando que el régimen tiene “una estructura de colaboración, una tesis y una doctrina que incluye el acceso a esos datos como un necesidad del Estado, una prioridad de seguridad nacional o una cuestión antiterrorista”.
Suma a eso el hecho de que los operadores “literalmente te dicen que no pueden hacer nada, ni discrepar en esto o lo otro, porque son una empresa extranjera transnacional regulada. Si los mismos operadores dan por hecho que están obligados a colaborar, y tenemos al actor Estado que les dice que tienen que colaborar”, el resultado es que tendrán acceso a toda la información que quieran tener, dice la fuente.