5 de marzo 2024
Por primera vez en 15 años, la embajada de Nicaragua en Estados Unidos no tiene un representante diplomático oficial. A casi un mes del retiro “por jubilación” del eterno embajador Francisco Campbell, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo no ha nombrado a su relevo. Y el “plan B” no duró, porque el “ministro consejero con funciones consulares”, Harold Delgado, fue cancelado el viernes 1 de marzo, a tan sólo 23 días de su nombramiento.
Ante la situación, Campbell prolongaría su retiro, según el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, y expertos en relaciones internacionales. Sin embargo, se desconoce bajo qué figura y condiciones lo haría, y la dictadura calla al respecto.
“Aun en los tiempos más difíciles, (Ortega y Murillo) nunca habían quedado oficialmente sin embajador” en Estados Unidos, recuerda McFields, tras asegurar que “esta embajada no era liderada por la Cancillería, sino directamente desde El Carmen”, la residencia y despacho de la pareja presidencial.
Harold Delgado “no pasó” el período de prueba
El efímero paso de Harold Delgado por la Embajada de Nicaragua en Estados Unidos obedece a que —según McFields— “no pasó” el período de prueba o entrenamiento que se acostumbra, y que es supervisado por el diplomático saliente, en este caso Francisco Campbell.
“Generalmente, se deja en el cargo al ministro consejero, mientras llega el nuevo embajador. Pero el hecho de que lo quitaran y dejaran la embajada acéfala, indica que no hubo confianza en lo más mínimo para dejarlo en esta embajada”, valora.
Delgado, además, posee una pobre experiencia diplomática. Su carrera en el Servicio Exterior inició en mayo de 2023, cuando fue nombrado como ministro consejero con funciones consulares de la embajada nicaragüense en República Dominicana, y un mes después fue ascendido a embajador de la misma sede.
En Nicaragua, se graduó como abogado y notario público, aunque es más conocido por ser un expresentador del programa de televisión la “Liga del saber”, que se transmite en los canales de la dictadura.
Además, fungió como director cultural del Ministerio de Educación (Mined), cargo desde el cual —según denunciaron docentes— amenazó en 2019 con despedir a los profesores que no defendieran los “logros” del Frente Sandinista.
Según McFields, asignarlo a la embajada de Estados Unidos “fue demasiada presión y demanda de parte de la dictadura”.
Sin embargo, un experto en relaciones internacionales, que pidió omitir su nombre, difiere con McFields porque la falta de experiencia de Delgado ya era conocida. El especialista más bien apunta al “desorden” de la dictadura con los nombramientos y destituciones de diplomáticos.
“Es difícil entender esta dinámica del Gobierno de Nicaragua, pero es fácil ver la imagen de desorden y disfuncionalidad que proyecta en el exterior ante los Gobiernos del mundo y ante los nicaragüenses que residen fuera y aportan en remesas el 30% del PIB anual”, considera el especialista, con años de experiencia en Washington, en referencia a Estados Unidos, principal destino de los migrantes nicaragüenses.
Francisco Campbell sigue en la Embajada de Nicaragua
Pese al anuncio del retiro de Campbell, el ahora exembajador continúa en la Embajada de Nicaragua en Estados Unidos, según McFields, quien no descarta que él extienda su salida hasta que encuentren un reemplazo de confianza.
“Hasta la semana pasada, (Campbell) estuvo presente en un evento especial, que se hizo en la embajada, y en el que tomó la palabra en calidad de embajador”, afirma el exrepresentante nicaragüense en la OEA, quien fue desterrado por la dictadura en febrero de 2023, después de que en marzo de 2022 se rebeló y denunció la violación de los derechos humanos en Nicaragua.
Según McFields, a Campbell “le han pedido que dé una prórroga a esta jubilación. Sobre todo, porque no han logrado encontrar un embajador y, probablemente, no lo encuentren a lo inmediato”.
Sin embargo, Campbell tampoco es cualquier embajador, pues encabezaba el feudo familiar de mayor tiempo en el servicio diplomático del régimen sandinista. Su esposa, Miriam Hooker, fue nombrada cónsul general de la embajada en Washington, y su hija Mabel Leilani Campbell Hooker, fue asignada como agregada de Prensa y Cultura de la misma representación.
Campbell asumió la Embajada de Nicaragua en Washington en mayo de 2010, después de que la dictadura pasó más de 14 meses sin embajador tras la renuncia, en marzo de 2009, del académico Arturo Cruz Sequeira, otro desterrado en febrero de 2023, después de pasar más de 20 meses como preso político de la dictadura, por postularse como uno de los precandidatos presidenciales de la oposición.
En aquel entonces, la representación diplomática quedó, interinamente, a cargo del encargado de negocios Alcides Montiel, cancelado en 2018.
Miriam Hooker también está de salida
El especialista en relaciones internacionales que conversó con CONFIDENCIAL bajo condición de anonimato, considera que junto con Campbell se irían su esposa Miriam Hooker, la cónsul general y número dos de la embajada, y su hija que ocupa el cargo de encargada de prensa.
McFields asume que la salida de Hooker ya era un hecho desde el nombramiento de Delgado como ministro consejero con funciones consulares. “Esa distinción suele darse a alguien que ejerce doble función. De lo contrario, solo sería ministro consejero”, apunta.
De ser así, la destitución de Delgado afectaría al consulado de Nicaragua en Washington. Y también se perdería de facto otro consulado en Estados Unidos, después del cierre de las oficinas en California, Texas y Luisiana.
“El cónsul era el ministro consejero. Entonces, esa firma que es tan necesaria para liberar documentos no existiría en este momento”, señala McFields, quien detalla que en Estados Unidos sólo quedarían en funcionamiento real los consulados de Miami y Nueva York.
Sin embargo, la dictadura no ha oficializado el retiro de Miriam Hooker en el diario oficial La Gaceta.
Un mes sin embajador y una reciprocidad pendiente
La ausencia de un representante en Estados Unidos limita la comunicación entre ambos países, ya que hay encuentros bilaterales a los que solamente puede asistir un embajador.
El experto en relaciones internacionales agregó que “la falta de un representante diplomático capaz y debidamente acreditado también dificulta la representación de los intereses de Nicaragua, no sólo ante el Gobierno de los Estados Unidos, sino también ante el cuerpo diplomático acreditado en Washington, una de las grandes capitales del mundo y sede de muchos organismos multilaterales”.
Sostiene que el nombramiento de Harold Delgado era una “rebaja a nivel de representación”, porque debieron reemplazarlo con alguien del mismo rango de Campbell.
Para el especialista, el nombramiento de Delgado era “una opción diplomática” ante una posible negativa de Estados Unidos a un nuevo embajador nicaragüense, considerando que la dictadura retiró el plácet a Hugo Rodríguez, como nuevo embajador de EE. UU. en Managua.
“El nombramiento de un ministro consejero suele ser menos formal”, explica, tras considerar que “es previsible que Estados Unidos negará el plácet a cualquier propuesta de embajador que haga Nicaragua, por reciprocidad”.