20 de febrero 2024
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Al menos 643 manzanas de tierras indígenas de la comunidad mayangna Santa Clara, en el Caribe Norte, fueron vendidas entre el 29 de noviembre de 2023 y el pasado 12 de febrero de 2024, por manipulación y presiones a los comunitarios por parte de los líderes indígenas designados por la dictadura, denuncia la organización Prilaka Community Fundation.
“En los últimos meses, se ha detectado un aumento de casos en la invasión de tierras, legitimados y avalados por la imposición de líderes que figuran como los tomadores de decisión en los territorios”, expusieron a través de un comunicado.
Seguido denunciaron que ha incrementado el “tránsito no autorizado, intimidante y abusivo de colonos en las comunidades que se desplazan hacia el lado oeste del río Wawa”, perteneciente al territorio de Wangki Twi Tasba Raya, ubicado en Waspam, Caribe Norte.
En el comunicado, la organización enlista una serie de abusos en los territorios indígenas que evidencian la violencia sistemática que viven las comunidades mayanganas.
Municipalidad en complicidad con colonos
“En las últimas dos semanas, el Gobierno Territorial Indígena, la Policía Nacional, la Alcaldía de Waspam y los colonos que han invadido esa zona, exigen a (comunitarios indígenas de) Polo Lakia Sirpi y Kapri que aprueben la habilitación de una vieja trocha”, que servirá para que los colonos se expandan en estos territorios, denuncian.
Hay cuatro familias indígenas, describen, que tienen áreas de trabajo en la zona conocida como “Quinciañera”, ubicada entre Miguel Bikan y las comunidades de Polo Lakia Sirpi y Karpi. A estas las presionaron para que vendieran sus tierras a los colonos.
Prilaka señala que culturalmente las decisiones en las comunidades se tomaban a través de asambleas, sin embargo, ahora se basan en “decisiones simuladas a través de autoridades impuestas por actores externos a la comunidad”.
“Es muy evidente el alto poder económico, el respaldo del Estado, a través de las instituciones mencionadas, el uso de la violencia, la ilegalidad y la impunidad como herramientas, para avanzar con la colonización y el despojo de territorio en esta zona”, denuncia Prilaka.
Indígenas empujados al desplazamiento
La organización expone que, debido a las presiones y la violencia en las comunidades, muchos de los indígenas han tenido que partir hacia territorios más seguros e incluso, fuera de Nicaragua.
“A partir de los ataques de colonos en septiembre de 2015 a las comunidades de Tasba Raya, muchas familias empezaron a desplazarse y buscar refugios en las cabeceras municipales de Waspam y de Bilwi. Incluso, hay indígenas de estas comunidades han migrado hacia países hermanos en Centroamérica o hacia Estados Unidos”, alertan.
Los hechos de violencia en las comunidades indígenas son recurrentes. El pasado, 13 de febrero de 2024, un grupo de treinta colonos llegó donde comunitarios indígenas de estas zonas a agredir de forma verbal y amenazarlos con la intención de establecerse en sus territorios.
“Denunciamos el alto riesgo de desplazamiento forzado de las comunidades de Polo Lakia Sirpi y Kapri, así como el cambio progresivo de la cultura indígena en la zona al cambiar la propiedad colectiva por la propiedad privada con el despojo violento por y a favor de los colonos”, refieren.
Piden "estar atentos" a violencia en comunidades indígenas
Asimismo, recuerda, que uno de los defensores indígenas de la comunidad fue encarcelado de manera ilegal el 16 de septiembre de 2023. A este lo trasladaron a la cárcel regional en Matagalpa, a pesar de no estar condenado.
“Repudiamos el accionar del Gobierno (de Daniel Ortega) en legitimar el control territorial y que a su vez amenaza con la integridad de la vida de los habitantes de las comunidades”, señalan.
La organización también pide a las instituciones de la sociedad civil y las organizaciones internacionales a “estar más atentos” de la situación violenta que viven las comunidades del Caribe Norte de Nicaragua.
Mientras, demandan a la comunidad internacional “utilizar sus mecanismos diplomáticos e insistir en el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos por parte del Estado nicaragüense, tanto en materia de conservación de los bosques, mitigación y adaptación al cambio del clima y en el respeto a los derechos humanos”.
