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Cafetaleros se organizan para “sobrevivir” a la quiebra de CISA Exportadora

Productores denuncian que otras empresas cafeteras se niegan a recibir el café bajo el argumento de que ese grano “está prendado” o le pertenece a CISA

Un cortador de café suelta unos granos dentro de un recipiente de plástico. Foto: Tomada del Facebook de Mercon

Iván Olivares

8 de diciembre 2023

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Al menos 60 cafetaleros —en su mayoría de Matagalpa y Jinotega— que tenían operaciones con la recientemente cerrada CISA Exportadora, se reunirán este viernes 8 de diciembre de 2023, para conformar un “comité” que les permita “incidir” en el proceso de bancarrota de Mercon Coffee Group, que amenaza sus finanzas, así como las de miles de trabajadores que dependen de esa actividad, y la de Nicaragua, que en 2022 recibió USD 711 millones por exportaciones de café.

La crisis que afecta a buena parte de los productores de café del país se hizo patente el viernes 1 de diciembre cuando CISA les comunicó que dejaría de recibirles el grano, despertando un temor que se materializó en las horas y días siguientes, cuando se supo que había quebrado Mercon, la firma global que es dueña de CISA Exportadora.

Este miércoles 6 de diciembre, una carta firmada por el CEO de Mercon Coffee Group, Óscar Sevilla, confirmó a las partes interesadas que “el negocio ya no posee el financiamiento necesario para continuar sus operaciones y, después de evaluar todas las opciones, la Junta Directiva decidió acogerse al Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos, como la mejor alternativa para proteger los activos de la empresa”.

Los 60 productores buscan organizarse para “estar en cualquier tipo de negociación que haya, para que no hagan nada a nuestras espaldas. Así se lo vamos a hacer saber al Gobierno que ofreció sus buenos oficios, y se lo haremos saber también a los bancos involucrados, porque aquí acostumbran a hacer arreglos sin tomarnos en cuenta y al final solo nos dicen ‘tal cosa decidimos’, y en este barco estamos todos”, dijo a CONFIDENCIAL un cafetalero norteño que no descartó reunirse con personeros del Gobierno, así como con representantes de los bancos.


El 8.3% de las deudas que llevaron a la quiebra a Mercon está contratada con bancos nicaragüenses: USD 19.5 millones con Lafise; USD 7 millones con el Banco de Fomento a la Producción; USD 2.0 millones con el BDF, y USD 1.5 millones con el BAC Nicaragua, además de USD 3.0 millones con el BAC Panamá; y USD 3.5 millones con el Banco Internacional de Costa Rica, (BICSA), montos que palidecen al compararlos con los USD 202.5 millones que adeuda al Rabobank, o los USD 25 millones que debe pagar a la neerlandesa FMO.

Empresas se niegan a comprar a cafetaleros

El cierre de CISA Exportadora, que también implicó el cese de operaciones de Mercapital, el brazo del grupo empresarial dedicado al financiamiento de los productores, dejó a éstos sin el capital necesario para cubrir los gastos de la temporada de corte, cuando miles de personas se trasladan desde distintos puntos de la geografía nacional hacia las zonas cafetaleras para ‘cortar el rojito’.

El productor norteño citado antes, así como numerosas otras fuentes del sector cafetalero con las que ha hablado CONFIDENCIAL en los últimos tres días, han señalado con preocupación que el quiebre de Mercon ocurre en un momento en que el productor tiene la cosecha y la maduración encima, y necesita dinero de forma urgente para pagar a sus trabajadores.

En ese contexto, muchas empresas que competían con CISA —siendo Atlantic y OLAM las dos más grandes, así como muchas otras de menor tamaño— se niegan a recibir el café a los productores que eran clientes de CISA, argumentando que ese café está prendado, o sea que le pertenece a la cerrada empresa, que ya había pagado por ese producto.

“¿Quién anda viendo eso ahorita?”, se pregunta el cafetalero norteño, señalando que los productores tienen un problema de liquidez, por lo que no se descarta que muchos traten de vender parte de su café en los mercados locales para poder pagar la planilla y levantar la cosecha. 

“Yo veo lo que hacen esos beneficios como una maniobra: dejan todo ese café sin recibirlo para después comprarlo barato cuando los productores lo lleven al mercado. De hecho, ya le bajaron 500 córdobas al precio al que compran el quintal”, denunció.

Si bien reconoce que tienen un compromiso legal con CISA, este productor responde que la quebrada empresa “nos está afectando seriamente, porque está incumpliendo contrato al no recibir ese café, y al no desembolsar los créditos ya pactados, pero aquí todo se hace para proteger a los grandes”.

Cuando a tus acreedores se les acaba la paciencia

La quiebra de Mercon Coffee Group se explica por la existencia de una deuda que supera los USD 363.3 millones, después de recibir en 2019 una línea de crédito renovable por 450 millones de dólares, más otros USD 325 millones que el pasado 30 de junio le aprobó el Banco Rabobank, con sede en Países Bajos. Esa inyección de capital fue insuficiente para resolver la situación financiera de la empresa, que a inicios de este mes de diciembre se declaró en quiebra.

En la carta firmada por el CEO Sevilla, se explica que “en los últimos tres años, las perturbaciones logísticas derivadas de la pandemia, sumadas a los efectos de las heladas y la sequía en Brasil, el prolongado atraso del mercado, la volatilidad sostenida de los precios y los rápidos aumentos de las tasas de interés, se han combinado para formar un entorno operativo excepcionalmente desafiante para Mercon”.

Añade que, a pesar de esa serie de “desafortunados acontecimientos desencadenantes”, la alta gerencia de la empresa implementó todo tipo de soluciones a lo largo de los últimos meses buscando sostener el funcionamiento del negocio. Prueba de ello es la capitalización ocurrida en junio, así como el cambio de estructura de propiedad de la empresa, lo que fue insuficiente para cambiar el destino del conglomerado que nació en Nicaragua y llegó a tener presencia en tres continentes.

“Lamentablemente, los factores macroeconómicos que actúan en contra de Mercon han persistido durante más tiempo de lo esperado y los prestamistas han optado por no extender los acuerdos de crédito, lo que ha resultado en condiciones de capital de trabajo extremadamente estrictas”, añadió Sevilla.

Además de lo que puedan estar haciendo los bancos BDF y BAC para recuperar su dinero, un profesional ligado a la actividad agroexportadora, dijo tener conocimiento que “Lafise estaría ejecutando sus garantías, sin que quede claro qué significa eso más allá de quedarse con las instalaciones. No sé si financiarían la operación para recuperar su deuda, aunque no creo que eso pueda ser automático. Posiblemente requieran que la Superintendencia de Bancos relaje algunas previsiones”.

Hasta este jueves en la noche, los sitios web de los bancos Lafise, BDF y BAC Nicaragua, no hacían referencia alguna a la situación que les plantea la quiebra de CISA Exportadora.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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