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Rosario Murillo, calificó de "provocaciones maquilladas” y “golpismo destructivo" la celebración por el triunfo de la Miss Universo 2023.
La dictadura de Daniel Ortega lanzó una campaña de destierros y asedio policial, contra Karen Celeberti, Miss Nicaragua, y su familia, para acallar la celebración espontánea de la población por el triunfo de la nicaragüense Sheynnis Palacios Cornejo, coronada como Miss Universo 2023.
El régimen desterró a la empresaria y directora de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, propietaria en el país de la franquicia de Miss Universo desde 2001. Celebertti regresaba de México junto a su hija Luciana Arguello después de participar en actividades relacionadas con el certamen internacional, y al arribar a Managua, fueron obligadas a tomar un vuelo de retorno al país azteca.
Posteriormente, la Policía mantiene bajo asedio la vivienda de Celebertti en la capital, mientras que su esposo, Martín Argüello, fue capturado por la Policía, llevado a un destino desconocido, devuelto a su domicilio horas más tarde, y se mantiene incomunicado en su casa.
La organización Miss Universo demandó al régimen sandinista que garantice la seguridad de toda las personas afiliadas a Miss Nicaragua.
En su monólogo ante los medios oficiales la vicepresidenta Rosario Murillo, calificó de "provocaciones maquilladas” y “golpismo destructivo" la celebración por el triunfo de la Miss Universo 2023.
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