21 de noviembre 2023
De lejos, en sentido metafórico como en la realidad geográfica, la política española se ve como un laberinto político ideológico como el fin de la transición del franquismo a la democracia iniciada en 1978 tras la muerte del dictador Francisco Franco, porque en vez de avanzar hacia el desarrollo de la democracia, la derecha y la ultraderecha tienden a reforzar al régimen monárquico.
Dentro de esta lucha suceden muchas contradicciones como, por ejemplo, la del partido gobernante que apoya a la monarquía y al mismo tiempo proclama la amnistía para los catalanes condenados, contrarios a los intereses de la monarquía. El PSOE entró en un proceso que lo aleja de su marxismo inicial con la derechización de Felipe González, a quien contrasta José Luis Rodríguez Zapatero, representando una corriente de izquierda. Pedro Sánchez dirige desde el Gobierno una izquierda pragmática, que adopta cualquier posición según sus necesidades del momento.
Por un lado, logrando con la Ley de Amnistía los votos de los independistas catalanes para la nueva investidura de Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno; el PSOE aprobó esa Ley de Amnistía para más de 300 de los reos políticos catalanes y de otros condenados en ausencia, por haber convocado el Referendo sobre la independencia en el 2017, entre ellos Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña.
Por el otro lado, el PSOE, con su partido rival, el Partido Popular, firmaron con “la corona” un Decreto Real… “para insuflar vida y blindar institucionalmente a la monarquía” de los Borbón, representada ahora por Felipe VI, hijo de Juan Carlos, rey emérito, cuyo reinado estuvo plagado de escándalos y de corrupción, por los cuales huyó a los Emiratos Árabes y tiene juicios pendientes en España. El PSOE… ¡un partido socialista y republicano dando vida a una institución medieval en el presente siglo XXI!
La continuidad de la monarquía es el refuerzo de una institución anacrónica impuesta por un dictador fascista, y también el mantenimiento de una familia parasitaria durante todo el tiempo que pueda durar su continuidad, seguirá recayendo sobre los hombros del pueblo trabajador español, recursos que les son extraídos con todas las formas típicas del capitalismo monopolista y financiero. Sin duda, estos recursos deberían servir para aliviar problemas sociales, incluso para poder cumplir el programa de reformas con las cuales el mismo Pedro Sánchez logró la segunda investidura.
Aquí están sus evidentes contradicciones:
Con las consignas centrales de “igualdad, democracia, progreso y convivencia”, Sánchez, al agradecer su nueva investidura, anunció medidas que aplicará en su próxima administración; aquí algunas de ellas:
- Más impuestos para los ricos;
- Pleno empleo;
- Aumentar cada año el salario mínimo, conforme el 60% del salario medio;
- Incentivos a las empresas que de modo más flexible potencian el teletrabajo;
- Transporte gratuito para niños, jóvenes y desempleados;
- Acuerdos con comunidades autónomas y ayuntamientos para mejorar el medioambiente;
- Aumentar el bono para el alquiler de viviendas;
- Construir 180 000 viviendas públicas para el alquiler asequible;
- Ayudar para la modernización de las viviendas.
II
Fue dentro de estas contradicciones y frente a una odiosa campaña de las derechas, que Pedro Sánchez logró ser investido de nuevo por el Congreso de Diputados con una mayoría absoluta (179 votos) después de un debate de dos días –miércoles y jueves de la semana anterior— lleno de fuertes ataques, y 1600 policías protegiendo la sede del Congreso de Diputados, de las manifestaciones de las derechas.
Como estaba previsto, Sánchez ganó por mayoría de votos independentistas, republicanos y de los partidos de izquierdas, aliados suyos en el actual Gobierno. No obstante, los representantes de los partidos republicanos y de las comunidades autónomas ratificaron su voto para la investidura de Sánchez y, al mismo tiempo, aseguraron que no le garantizaban sus votos para el futuro, si estuvieren en desacuerdo con alguna medida del próximo gobierno de coalición del PSOE.
La coalición con el partido Sumar, que engloba a partidos y movimientos de izquierdas, da indicios de hacer concesiones a las derechas para calmarlas; entre esas concesiones, está la exclusión del nuevo gabinete de Gobierno de miembros de Podemos, el partido más fuerte y más definido de las izquierdas españolas.
Las contradicciones de Sánchez, incluso las derechas se las hicieron notar con insistencia tratando de impedir su investidura, y cuando tal propósito lo vieron imposible, trataron de amargársela, recordándole que, en sus declaraciones durante la campaña electoral anterior, se había declarado un convencido enemigo de la amnistía para los catalanes condenados por haber convocado al Referendo, adoptando entonces el lenguaje propio de las derechas, llamándolos “delincuentes”, y ahora los ha favorecido con la amnistía.
Ahora el argumento de Sánchez, justificando la amnistía, es que lo hace… “por la convivencia democrática, que es como políticamente deben resolverse las diferencias y no por la violencia”, en alusión a la forma que se condenaron a los que convocaron el Referendo catalán.
Fue un cambio radical, el cual se lo están cobrando la derecha del Partido Popular y la ultraderecha del Partido Vox, organizando manifestaciones masivas a veces violentas frente a las oficinas del PSOE, y lanzando consignas como “Sánchez traidor a España”, “Sánchez y Puigdemont al paredón” y otros insultos.
La campaña contra la amnistía continúa, además de con las manifestaciones, las cuatro instituciones de derechas la han estado combatiendo en perfecta sincronización:
- Los partidos políticos PP y Vox;
- La derecha mediática con los bulos cotidianos de sus mayoritarios medios de comunicación –televisión (incluyendo al Canal del Estado, la RTVE, controlado por la derecha) las cadenas de prensa escrita y las redes sociales—;
- Los magistrados conservadores se los tribunales de justicia, con los cuales el Partido Popular mantiene la mayoría en esos tribunales
- Las instituciones del Estado y la Iglesia católica.
En todas esas voces contra la amnistía se escuchan ecos del sentimiento colonialismo, pues piensan que la España unida tiene que ser a costa de la soberanía de las comunidades autónomas.
III
Un hecho de fondo político ideológico subyace en las arremetidas de las derechas contra Pedro Sánchez, y es que, a través de los ataques en su contra expresan su odio contra los partidos y movimientos de izquierdas que le apoyan y han formado parte de la coalición del gobierno progresista con el PSOE. Es que, con los votos de las izquierdas, Sánchez ha logrado su segunda investidura, sin los cuales hubiese ganado la investidura el derechista Alberto Núñez Feijóo. Y porque esta coalición garantiza el avance de las leyes sociales a las cuales las derechas se han opuesto con una ceguera de clase que no cesa de calificar de “comunista” al gobierno de coalición.
En consecuencia, esta pugna entre el pasado y el presente, produce dentro de la política española una situación única en el mundo:
- Las derechas atacan con furia al PSOE su coalición con las Izquierdas, porque le obstaculiza alcanzar el control del gobierno, pues no lo han conseguido después del ultraconservador José Aznar –cómplice de George Bush en la guerra contra Iraq— y Mariano Rajoy.
- El PSOE defiende su alianza con las izquierdas, pese a que algunos sectores derechistas de ese partido no les gusta, porque sin ellas no podría hacer un gobierno progresista, con leyes sociales que le hace ganar las simparías populares y ni podría seguir luciendo una imagen de izquierda;
- Los partidos y movimientos de izquierdas necesitan su alianza con el PSOE, porque es el único con el cual pueden impulsar las leyes sociales progresistas –laborales, derechos de la mujer, derechos de la diversidad sexual, etc.— y mantener la resistencia en defensa y el avance de la democracia liberal, amenazadas por las derechas.
Al margen de estas cuartillas
*No obstante que esta alianza de las izquierdas con el PSOE les ofrece ventajas en términos políticos, no le aceptan su política exterior…
*Entre esa política que las izquierdas critican, está la permanencia de España en la belicosa OTAN…
*La compra de armas a Israel colonialista, que ha vivido atacando a los palestinos…
*Su no reconocimiento del Estado palestino, lo que Sánchez prometió en su primera campaña electoral, y no lo cumplió, pero lo volvió a prometer el jueves pasado…
*El envío de armas a Ucrania, con lo cual prolonga la guerra y pone obstáculos a los necesarios acuerdos de paz…
*La dependencia de la política exterior de España ante la geopolítica estadounidense…
*Porque pone a España en esa misma subordinación que tienen los demás países miembros de la Unión Europea.
*Al siguiente día de la investidura de Sánchez, los medios dieron cabida a un manifiesto de la “Asociación de Militares Españoles”… ¡que llaman a dar un golpe de Estado contra Sánchez!
*No hay dudas de que se trata de una amenaza de la derecha fascista contra la democracia a la española, pero democracia al fin…
*Pese a tantas contradicciones, en ningún otro país de Europa las izquierdas garantizan la democracia y la justicia social.
*El triunfo de Milei en Argentina, demuestra que los pueblos se equivocan…
*Pero como se dice, “el golpe avisa y la sangre enseña”; veremos cuándo reaccionará el pueblo argentino ante el troglodita Milei…
*El Ché loco, medio-Trump y medio-Bolsonaro…
*Con esos injertos, pretenderá convertirse en un gorila completo.