29 de octubre 2023
En una esquina del centro de la ciudad de Alajuela, en Costa Rica, Roberto Martínez fundó Alkafe Coffee and Shop, una cafetería que abre sus puertas para quienes teletrabajan o desean compartir con amistades y familia. “Es un concepto fresco en la zona que ha gustado mucho”, menciona. Esta idea la soñó en Nicaragua y la logró materializar en el país que le concedió refugio.
El joven originario de Matagalpa estudiaba Periodismo en la Universidad Juan Pablo II en esa ciudad. Además, trabajaba como presentador en un canal local y en sus tiempos libres en una cafetería donde aprendió de barismo. Ahí empezó su pasión por el café. “Decía que quería ejercer mi carrera y tener mi propia cafetería”, comenta.
La crisis sociopolítica de 2018 lo obligó a abandonar Nicaragua y el estilo de vida que llevaba. “Llegué a Costa Rica y solo traía una maleta... dejé todo, mi carrera, mi vida y, en ese momento, hasta mis sueños”, recuerda.
Se asentó con ayuda de algunas amistades en la capital costarricense en septiembre de 2018. Describe sus inicios como una “temporada dura y desalentadora”. Debía lidiar con la incertidumbre sobre su futuro, la añoranza de volver a su país y el engorroso proceso para integrarse en Costa Rica. “El proceso de solicitud de refugio es agotador, el exilio es desgastante al inicio”, reflexiona.
Mientras conseguía su permiso laboral, trabajó de manera informal en supermercados y restaurantes donde tuvo experiencias desagradables como abuso laboral y malos pagos. Seis meses después de haber llegado le otorgaron el permiso de trabajo y sus opciones comenzaron a abrirse. Tuvo trabajos temporales en una óptica, en una cafetería y como mesero. Fue en ese momento que retomó el sueño de tener su propia cafetería.
Un sueño materializado en Costa Rica
Mientras trabajaba, Roberto Martínez comenzó a ahorrar. Lo hizo de forma constante y disciplinada por casi dos años hasta que, a finales de 2022, renunció a su trabajo para dedicar todas sus energías y ahorros a la fundación de su cafetería.
En menos de dos meses abrió Alkafe Coffee and Shop en Alajuela, ubicada 200 metros al sur del Banco Popular en el centro de esa ciudad. “A pesar de tener miedo lo hice. Busqué local, compré algunas cosas, otras ya las había adquirido y monté mi negocio”, describe. “En ese momento entendí que la vida, a pesar de que me llevó a soltar una cosa, me ayudó a no perder de vista mi otro objetivo”, añade.
Desde el primer día, Alkafe ha tenido un buen recibimiento por parte de los vecinos de Alajuela y sus clientes han recomendado el lugar a otros. “La atención y la calidad de sus productos me han hecho visitar el lugar constantemente. Vengo al menos dos veces a la semana. Necesitábamos un concepto de café como este acá, un ambiente relajante que te permite disfrutar y hacer teletrabajo”, indica Erick Moreno, un cliente costarricense.
Martínez asegura que Alkafe apuesta por mantener un buen servicio y alta calidad. El concepto sigue en proceso de construcción, desea incorporar más detalles a medida que vaya creciendo. “De lo que siempre estuve claro es que sería un menú de cafetería, donde vos vengas con toda la prisa del mundo y que te salga un panini en menos de 15 minutos. La repostería me encargo de que sea fresca y variada”, menciona.
Más adelante quiere incorporar postres nicaragüenses dentro del menú, mientras tanto, de vez en cuando le ofrece a su clientela rosquillas, tortillas y algunas degustaciones nicas para evaluar sus reacciones. “Cuando prueban las tortillas o cuajadas, les cuento sobre la preparación y cómo en Nicaragua se consumen mucho y quedan fascinados”, relata Roberto Martínez.
Quien le asiste en la cocina es su mamá y, por el momento, entre los dos han mantenido la cafetería. “He aprendido a gerenciar mi negocio y llevarlo de la forma en que lo imaginé. Yo administro, preparo, atiendo y me hago cargo de cada detalle. Aunque esté cansado me permite llevar el control”. Desea, en el futuro, contratar personal joven, ya sea nicaragüense, costarricense o de otras nacionalidades.
Roberto Martínez, un emprendedor “en regla”
Desde que se planteó tener la cafetería en Costa Rica, Roberto Martínez indagó sobre los procesos que se necesitaban para “estar en regla”. “A diferencia de Nicaragua, necesitás cumplir con muchos requisitos para poder emprender un negocio, aunque sea pequeño”, compara. Gestionó el carné de Manipulación de Alimentos, el permiso de Salud y la patente para el lugar.
Además, invirtió tiempo en capacitaciones de barismo y para gestionar su negocio. “A pesar de tener conocimientos previos en el manejo de cafetería, estuve en cursos de barismo virtuales y presenciales, y procesos de formación que se alineaban justamente con lo que yo pretendía tener”, explica.
Retomar la carrera de Periodismo es otra de sus metas, pues en Nicaragua estaba a punto de terminarla. “Yo quiero graduarme a futuro, espero hacerlo, siento que parte de mi destino es comunicar”, indica.
Alkafe en Nicaragua en el futuro
Roberto Martínez añora regresar a Nicaragua. Habla de su país con su voz entrecortada y ojos vidriosos, se le vienen muchos recuerdos —dice— mientras cuenta sus planes. Hace una pausa y agradece por todo lo que ha conseguido en Costa Rica, reconoce las oportunidades que encontró en el país que le brindó refugio, así como los esfuerzos y habilidades que él ha desarrollado.
Dentro de sus planes está una sede de Alkafe en León y en su natal ciudad Matagalpa. Resoluto, afirma que un día volverá a Nicaragua para abrir las puertas de su cafetería a su gente.