“OEA continuará pendiente de Nicaragua”, a pesar de su salida

La crisis de derechos humanos de Nicaragua volvió a la Organización de Estados Americanos OEA esta semana. Los Estados miembro denunciaron las acciones de represión estatal contra la iglesia católica y contra instituciones de educación superior.

Son trece los sacerdotes presos políticos del régimen Ortega-Murillo, incluyendo al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien permanece en una celda de máxima seguridad en la cárcel La Modelo. Seis de los curas han sido detenidos arbitrariamente entre el primero y el nueve de octubre de este año. La más reciente detención fue la del sacerdote Ramón Angulo Reyes, de la Diócesis de Bluefields, en el municipio El Rama, del Caribe sur.

El régimen, además, ha enfilado su represión en los últimos meses contra las universidades privadas cerrando y confiscando un total de 27 centros, siendo los últimos la Universidad Centroamericana UCA, la universidad privada más grande y antigua, y el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, INCAE, que tenía un campus valorado en más de 20 millones de dólares en Managua.

Un representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos detalló las recientes medidas represivas cometidas por el régimen Ortega Murillo, incluyendo los ataques contra los indígenas miembros del partido Yatama, cancelado por el régimen, que también encarceló a dos de sus líderes, el diputado Brooklyn Rivera y la diputada suplente Nancy Henríquez.