29 de septiembre 2023
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) detalló algunos de los métodos de tortura física y psicológica que sufren los presos políticos en la delegación policial del Distrito Tres, en Managua. Los mismos métodos que se aplican en otros centros de torturas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En su resolución del 25 de septiembre pasado, Ampliación de Medidas Provisionales Asunto Juan Sebastián Chamorro y Otros Respecto de Nicaragua, la Corte precisó que en este centro de detención los reos de conciencia permanecen en condiciones “insalubres y caracterizadas por el hacinamiento”.
“En celdas muy pequeñas permanecen grupos grandes de presos políticos, quienes tendrían que realizar sus necesidades allí mismo y no contarían con baterías sanitarias ni elementos básicos de limpieza”, describió la Corte IDH.
Señaló también que las celdas tienen “un sistema de iluminación que permanece encendido las 24 horas del día, lo que impacta el descanso y genera un ambiente asfixiante, exacerbado por la cantidad de personas dentro de la misma celda”.
A los presos políticos tampoco se les permite tomar sol o respirar aire fresco y “se habrían realizado jornadas de fumigación mientras los detenidos se encontraban en sus celdas, sin las precauciones necesarias”, subrayó la Corte.
Además, el agua disponible no es potable y la comida proporcionada es de mala calidad.
Entre los presos políticos que han pasado por el Distrito Tres están: Jasson Salazar, vicepresidente del Movimiento Universitario 19 de Abril (MU19A); Olesia Muñoz, corista originaria de Niquinohomo, Víctor Ticay, periodista corresponsal de Canal 10 en Nandaime. Todos fueron declarados culpables por cometer los supuestos delitos de “menoscabo a la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”, y posteriormente trasladados al Sistema Penitenciario La Modelo, y La Esperanza, ambos ubicados en Tipitapa.
Interrogatorios diarios
Sobre el caso específico del Salazar, quien fue beneficiado con medidas provisionales, la Corte IDH indicó que fue sometido a 64 interrogatorios durante su estancia de 64 días en la delegación policial del Distrito Tres de Managua.
A Salazar, tampoco se le permitió visitas de familiares ni de abogados. Al mismo tiempo que a sus parientes se les ocultó el lugar de su detención. Por lo que, valoran, estuvo bajo desaparición forzada.
La Corte también fue informada de que Salazar presentó síntomas de presión baja, pero que las autoridades de la delegación policial “no mostraron interés” en la salud del reo. No le realizaron ningún examen físico y le habrían limitado su acceso a servicios médicos y medicamentos.
Además, la familia del líder estudiantil le llevó constantemente agua embotellada y comida, pero estos alimentos no le fueron entregados.
Métodos similares a los de El Chipote
Estos métodos de tortura descritos por la Corte IDH no son nuevos en Nicaragua. Ya antes fueron registrados en la prisión de El Chipote, cerca de la Laguna de Tiscapa; el complejo Evaristo Vásquez o nuevo Chipote, y el complejo carcelario La Modelo, de Tipitapa. Sin embargo, es la primera vez que un organismo internacional de derechos humanos señala a la delegación del Distrito Tres como otro centro de torturas.
Desde finales de 2021 los presos políticos del régimen comenzaron a ser recluidos en el Distrito Tres y no en el complejo Evaristo Vásquez, un sitio señalado desde hace años como un centro de torturas contra los ciudadanos.
Para junio pasado una treintena de presos políticos (entre hombres y mujeres), que tenían dos meses encarcelados en el Distrito Tres, fueron trasladados hacia al Sistema Penitenciario Nacional. “El traslado de los reos de conciencia se hizo bajo total hermetismo. La Policía no notificó a los familiares de los presos políticos, que acudieron a las respectivas cárceles para verificar si habían sido ingresados”, reportó CONFIDENCIAL.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (GHREN) denunció en marzo de 2023 la comisión de “delitos de lesa humanidad” en Nicaragua, comparando estos crímenes con los cometidos por los nazis en la segunda guerra mundial.
En ese documento aparecen mencionados los malos tratos a los cuales fueron sometidos los reos de conciencia. También las condiciones insalubres, la humedad, la falta de ventilación; todas fueron prácticas de las autoridades orientadas a “castigar y quebrar a las personas”.
La privación de sueño, la angustia generada a los familiares por falta de información y la prohibición de lectura y escritura en El Chipote fueron prácticas arbitrarias denunciadas por organismos de derechos humanos y por la prensa independiente como violatorias de las normas mínimas de Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos conocidas como “reglas Nelson Mandela”.
El mismo torturador
Fuentes policiales confirmaron a CONFIDENCIAL en junio pasado que el régimen de Ortega removió al comisionado general Luis Alberto Pérez Olivas, director de la prisión policial El Chipote para ocupar la jefatura de la delegación policial del Distrito Tres. La reubicación se conoció a través de un oficio emitido en abril de 2023, en los juzgados de Jinotega, donde le solicitó al reo político Abdul Montoya Vivas que se presentase a una audiencia, a través de una "videoconferencia". Pero fue hasta inicios de septiembre que el régimen, a través de una nota de prensa, confirmó el cambio.
Pérez Olivas fue sancionado por Estados Unidos en marzo de 2020, cuando el Departamento del Tesoro denunció la práctica de graves abusos en El Chipote, haciendo énfasis en casos de “tortura, violación, electrocución, laceraciones con alambre de púas, estrangulamiento y golpes con tubos de acero”. También se encuentra sancionado por la Unión Europea, Suiza y Reino Unido.