8 de septiembre 2023
La economía nicaragüense crecerá a razón de 2.4% en 2023, y 2.1% en 2024, según las proyecciones elaboradas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), lo que marca una tendencia a la desaceleración, después que el producto interno bruto (PIB) creciera 3.8% el año pasado, según datos oficiales ofrecidos en mayo por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Un informe de la Cepal presentado este lunes, muestra un panorama consistente de desaceleración en América Latina y el Caribe (1.7% para 2023 y 1.5% para 2024), que se repite para todas sus subdivisiones geográficas. El dato para América Central es de 3.3% para este año, y de 2.8% para 2024, lo que indica que, en ambos casos, Nicaragua está en la parte baja del pronóstico del istmo.
“Que Nicaragua crezca -incluso el 3.5% que pronostica el Banco Central- no significa nada en términos de bienestar”, dijo a CONFIDENCIAL un economista que pidió mantener su nombre en el anonimato. “Para que se sienta y registren beneficios importantes para la población y la economía, el país debería crecer entre el 8% y 12% sostenido, ya que no posee eslabonamientos integrales en el tamizado productivo, la educación, y el comercio, debido a problemas de política económica”, añadió.
En una entrevista brindada al oficialista Canal 4, el presidente del Consejo Directivo del BCN, Ovidio Reyes, dijo que la economía nicaragüense mantiene una tendencia positiva de crecimiento, con base en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) de mayo 2023, que refleja un crecimiento acumulado de 3.9%, aunque el de junio mostraba una ligera desaceleración al cerrar en 3.8%.
“Nosotros tenemos una meta de crecimiento para este año 2023 que se ubica entre 2.5% y 3.5%. Creemos que vamos a alcanzar esta meta, más cercana al 3.5 que el 2.5 por los resultados que hemos estado observando”, expresó Reyes.
Muchos elementos tendrán que combinarse para que se cumplan los pronósticos del titular del BCN. Uno de ellos es, lógicamente, lo que ocurra con la economía estadounidense (país que compra más de la mitad de nuestras exportaciones de bienes) donde existe el riesgo que unas condiciones crediticias más restrictivas redunden en una actividad más débil de lo previsto.
Riesgo de alta inflación
La inflación, la deuda pública, y las recaudaciones, están entre las variables que habrá que revisar con detalle en lo que resta del año.
El informe de la Cepal muestra -usando datos oficiales del BCN- que la variación en el índice de precios al consumidor (IPC, inflación), al mes de junio de 2023 fue de 9.9%, muy similar al 10.2% que marcaba a junio de 2022, año que finalmente cerró en 11.3%. Aunque ese indicador se mantuvo arriba -o cerca de- el 10% en los primeros seis meses del año, en julio mostró un retroceso al marcar solo 8.2%.
En materia de deuda, se reporta una variación interanual de 22% en el pago de intereses del Gobierno central, al comparar el servicio de la deuda entre enero y mayo de 2023, con respecto al mismo período de 2022. Ese aumento de los recursos destinados al pago de intereses “acorta el espacio fiscal para promover una política fiscal activa que fomente el desarrollo sostenible”, en especial porque limita la cantidad de recursos disponibles para el gasto en educación, salud, protección social, e inversión pública.
Los datos indican que la deuda pública bruta del Gobierno central creció en 3.3 puntos porcentuales entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, al representar 40.9% del PIB al cierre del año pasado, y llegar a 44.2% apenas un trimestre después. Siendo que el 89.3% de esa deuda es con acreedores externos, al anclar el tipo de cambio a un monto fijo de 36.62 córdobas por dólar a partir del 1 de enero de 2024, disminuye sensiblemente el riesgo asociado al hecho que la depreciación de la moneda nacional incrementa el costo financiero de la deuda.
Del mismo modo, se reporta que entre enero y abril de 2023 la recaudación tributaria, (excluyendo las contribuciones sociales), disminuyó en -3.0%, después que, en el mismo cuatrimestre del año anterior, se había observado un crecimiento de 11.0%.
Al entrar al detalle por cada tipo de impuesto, las estadísticas muestran que entre enero y mayo de 2023, la recaudación del impuesto al valor agregado (IVA), creció 3.0% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando exhibía un crecimiento cercano al cero. Pero si en los primeros cuatro meses de este año, el IVA nacional crecía 3.0%, la recaudación del IVA importado decrecía en un poco más del 2.0%.
Por otra parte, la comparación de los primeros cinco meses de 2022 con el mismo período de 2023, apuntan a que la recaudación del impuesto sobre la renta (IR) total tuvo una caída de más de 30 puntos: desde los más de 25 puntos en que crecía el año pasado, hasta el -6.0% que se reporta en este.