25 de agosto 2023
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús designó, hace pocos días, al sacerdote español José María Tojeira como vocero ante la crisis en Nicaragua. En su primera entrevista, sobre la situación de los jesuitas en el país, fue directo y desnudó la realidad de la dictadura orteguista. “En Nicaragua se ha instalado un régimen de terror, de cárcel, confiscación de bienes, amenazas de diverso tipo, expulsiones del país mucho más duro del que existió en otros países”, dijo.
El exrector de la UCA de El Salvador aseguró, en una entrevista con el medio español Religión Digital (RD), que “en Nicaragua se disolvieron a tiros varias manifestaciones en 2018 (...) Ciertamente se ha matado menos, pero el control del pensamiento libre y de la crítica, con sus mecanismos de destierro y encierro, ha sido mucho más opresivo para la conciencia de la gente”.
En menos de quince días, la dictadura de Daniel Ortega confiscó la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), e instaló la Universidad Nacional Casimiro Sotelo. Además, canceló la personería jurídica de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, y se apoderó de sus propiedades.
Persecución contra la Iglesia católica
Para el vocero de los jesuitas, esta arremetida contra los jesuitas es parte de una escalada contra la Iglesia, motivada por la “defensa de los derechos de las personas, por las llamadas de la Iglesia a la paz social y el diálogo y por la denuncia profética de la brutal represión de manifestaciones de protesta acontecidas el año 2018”.
El régimen alegó que la UCA era “centro de terrorismo”. Acusación que los jesuitas calificaron como “falsa y sin fundamento”, a la vez que demandaron su derecho a la legítima defensa.
“El problema no es sólo con los jesuitas sino con la Iglesia en general. El obispo Rolando Álvarez encarcelado, las hermanas de la Madre Teresa expulsadas, sacerdotes y otro obispo, todos ellos nicaragüenses privados de su nacionalidad, amenazas a congregaciones religiosas y apropiación de sus bienes, son parte de la persecución a la Iglesia”, expresó el sacerdote.
“Todo ello —continuó— dentro de un contexto de persecución también a opositores políticos, defensores de DD. HH. y periodistas independientes”.
Temen expulsiones y encarcelamientos
Tojeira advirtió que “la preocupación fundamental de los jesuitas es la de la expulsión o, incluso, la detención” de los integrantes de la congregación en Nicaragua.
“Dada la ausencia prácticamente total de Estado de derecho en Nicaragua cualquier cosa puede esperarse”, alertó el sacerdote español.
Reveló que el rector de la confiscada UCA, padre Rolando Alvarado, salió de Nicaragua por la persecución contra los jesuitas. El sacerdote nicaragüense tenía un poco más de un año en el cargo. Tomó posesión el 7 de julio de 2022, luego que el régimen impidiera el retorno al país del rector José Idiáquez.
El vocero indicó que, además, trasladaron a El Salvador “a los jesuitas ancianos de 99, 91 y 85 años” que estaban en Nicaragua. Ellos fueron afectados con el cierre de la Asociación, ya que a través de ella se enviaban “fondos para el mantenimiento de la enfermería”.
Dijo que “otro párroco jesuita, acosado y amenazado (del que no brindó el nombre), también salió de Nicaragua”.
Jesuitas siguen trabajando
El vocero de los jesuitas subrayó que en Nicaragua “siguen activas y con los jesuitas trabajando en las obras que representan, otras tres personas jurídicas. Dos colegios (Centro América y Loyola) y Fe y Alegría”.
El sacerdote jesuita adelantó que la Compañía estudia “posibles denuncias en organismos internacionales, ONU y OEA, que velan por los DD. HH., dada la imposibilidad de realizar reclamos o demandas jurídicas al interior de Nicaragua”.
La Compañía de Jesús, a la que pertenece el papa Francisco, es con más de 16 000 miembros la orden religiosa masculina más grande de la Iglesia católica, como indica su página web.
Comentó que, aunque no haya un pronunciamiento público del pontífice, “sabemos de su solidaridad con nosotros”.
“El papa busca siempre que sus palabras no repercutan negativamente al interior de los países que mantienen una dura represión”, dijo Tojeira.
Recordó que el santo padre “defendió muy claramente a monseñor Álvarez), pero entendemos que es complicado para él estar interviniendo públicamente en los conflictos, por las consecuencias que puedan tener para otros”.
El papa Francisco comparó al régimen con una dictadura hitleriana en una entrevista brindada a un medio argentino en marzo de 2023.
“A nosotros nos es suficiente con saber que nos apoya, aunque no lo diga en público”, apuntó el sacerdote Tojeira, vocero de los jesuitas.