19 de agosto 2023
La Policía del régimen y funcionarios del Poder Judicial se tomaron, la tarde de este 19 de agosto, la residencia Villa Carmen, donde viven los sacerdotes jesuitas que estaban a cargo de la Universidad Centroamericana (UCA), confiscada el pasado 16 de agosto.
Los seis sacerdotes fueron expulsados, por lo que se vieron obligados a trasladarse a la comunidad San Ignacio del Colegio Centroamérica, en Managua.
Fuentes cercanas a la Iglesia dijeron a CONFIDENCIAL que los miembros de la comunidad mostraron a los agentes del régimen la documentación del inmueble, que no es propiedad de la UCA, pero estos los ignoraron y les ordenaron que dejaran la casa, así como la mayoría de sus pertenencias.
Jesuitas confirman expulsión
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús se pronunció sobre la expulsión de los seis sacerdotes jesuitas de su residencia, ubicada junto a la UCA. Explicó que los funcionarios del régimen argumentaron que dicha propiedad "es también propiedad del Estado de Nicaragua" e hicieron caso omiso a las escrituras que les mostraron los religiosos.
"Los seis miembros de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda", precisó la Compañía de Jesús en una nota de prensa. "Los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro", agregan.
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús "condena este atropello y manifiesta su confianza en que el Señor de la Historia siga acogiendo bajo su bandera a los jesuitas de Nicaragua en estos momentos", subrayan.
Tres días después de la toma de la UCA
La toma de la vivienda de los jesuitas ocurre tres días después que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo confiscó la Universidad Centroamericana, basándose en un oficio girado por la jueza orteguista Gloria María Saavedra Corrales, quien acusa —sin presentar pruebas— a la casa de estudios de los supuestos delitos de terrorismo, traición a la patria y conspiración.
De acuerdo con la titular del Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencias Circunscripción Managua, durante las protestas cívicas de 2018, la UCA “funcionó como un centro de terrorismo, aprovechándose de las condiciones creadas con mentiras, para elevar los niveles de violencia y destrucción, organizando grupos delincuenciales armados y encapuchados”.
De todas estas acusaciones contra la UCA, la jueza orteguista no presenta una sola prueba. Mientras, en un comunicado la universidad jesuita calificó como “infundados” los señalamientos.