21 de julio 2023
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo dio otro paso para ampliar sus vínculos con Gobiernos autoritarios, al firmar un “memorándum de entendimiento sobre consultas políticas y un acuerdo de marco de cooperación” con el régimen de Burkina Faso.
El acuerdo fue firmado por el canciller Denis Moncada Colindres en representación de la dictadura orteguista y el primer ministro de Burkina Faso, Apollinaire Joachimson Kyélem De Tambèla, quien vino a Nicaragua para participar en los actos relacionados al 44 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
Burkina Fasso actualmente es gobernado por un régimen militar, luego de sufrir dos golpes de Estado en 2022. Es un país que se encuentra sometido por grupos armados y las fuerzas armadas gubernamentales, lo que ha dado pie a un clima de violencia constante y violaciones a los derechos humanos.
“Con la suscripción de estos acuerdos desarrollaremos y fortaleceremos la cooperación entre Nicaragua y Burkina Faso en diferentes áreas de interés común. Para el Gobierno de Nicaragua es muy importante la presencia de su delegación. Y coincidimos en que la visita continuará fortaleciendo nuestras relaciones de amistad, de cooperación, de intercambio cultural”, sostuvo el canciller Moncada durante la firma del convenio, de acuerdo a los reportes de medios de propaganda de la dictadura.
“Tengo el agrado de decirles que estamos muy contentos por habernos recibido acá en Nicaragua. Quiero agradecerle al presidente Daniel Ortega por habernos invitado a esta celebración del 44 aniversario de la Revolución Popular Sandinista. He apreciado mucho la disciplina y sobre todo esa intensa alegría de la juventud. Si estamos acá no es por el azar, hay elementos que unen tanto a Burkina Faso como a Nicaragua”, indicó por su parte el primer ministro Kyélem.
El informe de Amnistía Internacional 2022 sobre la situación de Burkina Fasso señala que el país vive una grave crisis de derechos humanos debido a que “el conflicto armado siguió afectando al derecho a la alimentación, al agua, a la salud y a la educación. Hubo casos de detención arbitraria y de violaciones del derecho a la libertad de expresión”.
Burkina Faso, el nuevo amigo del régimen
En enero de 2022, los militares, dirigidos por el teniente coronel Paul-Henri Damiba, derrocaron al presidente Roch Marc Kaboré y disolvieron todos los poderes del Estado, así como los locales. Las autoridades militares pusieron a Roch Marc Kaboré bajo arresto domiciliario hasta el 7 de abril por motivos de “seguridad”.
El estado de excepción se renovó en abril tras una suspensión de dos meses. El nuevo Gobierno estableció zonas militares en el norte y el este del país y ordenó la evacuación de la población civil de estas zonas. En septiembre, después de unos reveses militares en el conflicto con grupos de paramilitares, el teniente coronel Damiba fue derrocado por militares al mando del capitán Ibrahim Traoré, que es la facción que actualmente gobierna Burkina Faso.
El desgobierno que impera en Burkina Faso ha permitido que se registren constantes ataques a localidades civiles por parte de los grupos paramilitares y la imposición de un estado militar de excepción en aquellas zonas controladas por el Ejército, en los cuales se registran denuncias de abusos a los derechos humanos.
“La combinación de aumentos de precios de productos de consumo, impulsados por el conflicto, y las variaciones en el clima afectaron gravemente a la seguridad alimentaria en Burkina Faso. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, la inseguridad alimentaria afectaba en septiembre a 4.9 millones de personas, muchas de ellas desplazadas que habían huido de sus hogares y perdido sus medios de vida a causa del conflicto. Unos 180 000 niños y niñas sufrían malnutrición crónica”, señala el reporte de Amnistía Internacional.
Burkina Faso no fue el único régimen autocrático que fue alabado por Ortega durante la celebración del 19 de julio. El dictador también dispuso una alfombra roja para recibir a una delegación a los regímenes de Irán, Corea del Norte y Bielorrusia.
Además enalteció la invasión a Ucrania por parte de Rusia, ofendió a Volodímir Zelenski, a quien llamó “presidente nazi” y fustigó en contra de la Unión Europea.
“La mayoría de países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) no pudieron sentar ahí al fascista, de Ucrania. Entonces, luego, ellos—los europeos— se empeñaron en tratar de introducir unos párrafos donde culpaban a la Federación Rusa de todo lo que acontecía en Ucrania. Entonces no podíamos aceptar esto. No tenía sentido en la agenda meter esos temas”, dijo Ortega en el acto, refiriéndose a la reciente cumbre en Bruselas, donde el dictador se alineó con Rusia y evitó condenar la invasión.