9 de julio 2023
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo negó el ingreso a Nicaragua al sacerdote Juan Carlos Sánchez, vicario de la parroquia San Francisco de Asís, de Managua, quien regresaba a su patria este fin de semana luego de un viaje a Bolivia y Estados Unidos.
La negación de ingreso al sacerdote, ejecutada por la Dirección General de Migración y Extranjería, fue confirmada por la investigadora Martha Patricia Molina, quien, además, afirmó que con este caso se suman once sacerdotes nicaragüenses desterrados de esta forma.
También, una fuente de la Arquidiócesis de Managua explicó que el padre Sánchez salió de Nicaragua hacia Bolivia, donde participó en una ordenación sacerdotal. Luego, viajó a Miami, Estados Unidos, para visitar a unos familiares. Y cuando se disponía a regresar a Nicaragua, la aerolínea le informó que su ingreso había sido negado.
El rechazo migratorio es uno de los tantos métodos represivos implementados por el régimen de Ortega y Murillo contra nacionales y extranjeros. Es aplicado en dos vías, el retornar del extranjero, como ocurrió con el padre Sánchez, o mediante la expulsión del país, en caso de las personas extranjeras.
Religiosos echados del país
Recientemente, la Policía del régimen asaltó la casa de las hermanas de la Fraternidad Pobres de Jesucristo, en León, y expulsó de Nicaragua a cuatro religiosas de origen brasileño. Posteriormente, el Ministerio de Gobernación anuló la personería jurídica de la fraternidad y confiscó todos los bienes de las religiosas.
Al menos 84 religiosos —entre sacerdotes y monjas— han tenido que irse del país obligados por la dictadura orteguista desde 2018 a la fecha. El régimen ha utilizado diferentes mecanismos de presión, como exilio, negativa de ingreso al país o no renovarles su residencia en un contexto marcado por múltiples ataques contra la Iglesia católica.
Se estima que 44 religiosos y 40 monjas han salido del país en estos últimos cinco años, pero con mayor énfasis, entre 2022 y el presente, según una actualización de datos con base a las cifras recolectadas por la investigadora Molina, quien es autora de la investigación Nicaragua: una Iglesia perseguida.
El régimen también mantiene prisioneros a cinco sacerdotes de diferentes partes del país y el obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez.