Redacción Confidencial / EFE
22 de junio 2023
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El presidente brasileño, Lula Da Silva, aseguró este jueves 22 de junio de 2023 en Roma que, tras reunirse con el papa Francisco, intentará convencer a su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, para que libere al obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por negarse a abandonar el país con destino a Estados Unidos.
En una rueda de prensa al término de su visita a Italia y Vaticano, Lula explicó que lo único que quiere la Iglesia católica en Nicaragua es que liberen al obispo Álvarez para que pueda viajar a Italia y consideró que su encarcelamiento ha sido “un error” de Ortega.
“Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (...) y reconocer este error”, dijo Lula, que se entrevistó este miércoles con el papa Francisco durante 45 minutos en el Vaticano.
“Estas cosas (reconocer un error) no siempre son fáciles porque no todos son lo suficientemente grandes como para disculparse”, añadió.
Lula aseguró que será “un trabajo de paciencia” pero que él tiene mucha e intentará conseguirlo.
Ataques de Ortega a la Iglesia católica
El Gobierno de Ortega excarceló y expulsó del país a 222 presos políticos, que fueron trasladados a Washington en un avión fletado por el Gobierno estadounidense, pero dos presos se negaron a abandonar el país, entre ellos el obispo, quien como consecuencia fue despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a una celda de máxima seguridad en el Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, mejor conocido como “La Modelo”.
Además, Ortega suspendió unilateralmente las relaciones bilaterales con el Vaticano en marzo de 2023, un año después de haber expulsado al nuncio (embajador vaticano), Waldemar Stanislaw Sommertag). Nicaragua ya no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor.
La dictadura ha ordenado el congelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis y de algunos sacerdotes, por una investigación de un supuesto “lavado de dinero” cometido por la iglesia Católica de Nicaragua.
Asimismo, el mandatario nicaragüense calificó de “mafia” a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
Postura de Brasil en la OEA
En los últimos días, Brasil ha propuesto modificar y suavizar un proyecto de resolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que condena la represión del Gobierno de Ortega. La postura brasileña ha sido rechazada y criticada por más de cincuenta nicaragüenses declarados “apátridas” por la dictadura.
La resolución que Brasil quiere enmendar fue presentada por Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y Antigua y Barbuda bajo el título “La crisis de derechos humanos en Nicaragua”, y debe ser sometida a votación durante la 53 Asamblea General de la OEA, que arrancó este miércoles en Washington.
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva tramitó el pasado 14 de junio un documento de observaciones en el que propone suavizar varias referencias a la represión y a las detenciones arbitrarias en Nicaragua.
En concreto, la representación brasileña ante la OEA pide cambiar una mención al “regreso a la democracia” en Nicaragua por otra que hable del “fortalecimiento a la democracia” en el país centroamericano.
También propone eliminar aquellas referencias que dan por hecho que el Gobierno de Ortega ha reprimido a la población y ha cometido detenciones arbitrarias, y a cambio propone instar a Managua a que “se abstenga de reprimir y detener arbitrariamente”.
