4 de junio 2023
A tres años de vivir exiliado en Estados Unidos, el cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy habla de su proceso migratorio, sus nuevos libros, la experiencia con la pintura, conciertos y los diferentes proyectos a los que se dedica en el país del norte, en la víspera de sus 80 años de edad.
El referente musical de la Revolución Sandinista se enfrentó nuevamente al exilio en 2018, por temor a represalias del régimen de Ortega-Murillo. Sus canciones “Nicaragua, Nicaraguita”, “Vivirás Monimbó” resonaban en las manifestaciones de la Rebelión de Abril. Y al ritmo de la “Danza negra”, compuso “Monimbó siempre con vos”, inspirado en la lucha de los estudiantes.
Carlos Mejía Godoy llegó a Costa Rica junto con su esposa Xóchitl Jiménez. Durante los primeros dos años se mantuvo en la gira promocional de su disco, “Héroes de Abril” entre Costa Rica y Estados Unidos. “Estuve yendo y viniendo, pero en 2020 la pandemia me agarró en Sonoma y no pude salir”, relata. Desde entonces, vive en ese condado del estado de California.
La cancelación de la gira y su nuevo comienzo en Estados Unidos, lo llevó a refugiarse en la pintura y la literatura. “Empecé a soltar la mano con el dibujo, ver tutoriales de YouTube para aprender la técnica del acrílico, plumilla, acuarela. Y comencé a vender esos cuadros entre mis contactos y actividades de la localidad, ya sacaba para el gallopinto”, recuerda.
“Y el verbo se hizo canto”
El cantautor ya había escrito dos libros en Nicaragua: La república de los pájaros y La pastorela nicaragüense. Pero el exilio lo impulsó a culminar su primer libro grueso titulado: Y el verbo se hizo canto.
La obra cuenta las anécdotas que están detrás de 50 canciones, de su autoría. “La única canción que pongo acá que no me pertenece a mí es Son tus perjímenes mujer, una canción anónima de dominio público a la que le hice los acordes musicales”. Algunas de estas anécdotas las escribió en Nicaragua y logró publicarlas en la revista Magazine del diario La Prensa.
Mejía cuenta que el título, es un juego de palabra de la frase bíblica “el verbo se hizo carne” y la selección de 50 canciones nace del “bar 50 boca”, un lugar que frecuentaba en León en su época de estudiante.
Las canciones fueron seleccionadas por amistades y fanáticos que lo acompañaban en los conciertos. “Aquellas que más me pedían o reconocían están dentro de este libro”, asegura. La primera anécdota es Alforja campesina, la que también fue la primera canción que escribió a sus 17 años de edad y la última anécdota del libro termina con Monimbó siempre con vos.
El libro está lleno de muchos sentimientos, desde el humor, amor y la rebelión. Mejía agradeció los consejos del escritor nicaragüense Sergio Ramírez y la corrección de estilo Mario Urtecho. “Soy muy riguroso con lo que escribo y trato de dar lo mejor de mí a mi público”, enfatiza.
Desde marzo de 2023, la versión digital del libro está a la venta en Amazon. Y ahora ya se puede adquirir en físico, a un costo de 25 dólares.
Sus cuadros al estilo “impresionaif”
En septiembre de 2023, Carlos Mejía Godoy presentará su primera exposición de pinturas en San Francisco, California, donde expondrá más de 25 cuadros al estilo “impresionaif”, que reflejan la nostalgia, los recuerdos y añoranzas de sus orígenes. “Todo ese amor que siento por Somoto, y lo que ha significado vivir acá se reflejarán en los cuadros”, explica.
Su estilo está en proceso, aún sigue experimentando, pero lo llama “impresionaif”, haciendo referencia a la escuela del arte primitivo conocido como “naif” y el impresionismo. Aunque ha desarrollado algunas técnicas a través de tutoriales en YouTube, de pequeño recibió junto con sus hermanos clases de pintura por el reconocido pintor nicaragüense Manuel García Moia. “Yo de niño hacía caricaturas, me fijaba en la cara de la gente y los dibujaba”.
“De mis hermanos, Armando se inició con la pintura primitiva, Chico Luis, el mayor, trabaja con la plumilla, hace casas antiguas, y Luis Enrique tiene su propio estilo, que son figuras de colores inspiradas en las culturas indígenas”, detalla.
Aún está dando los últimos retoques de algunos cuadros que estarán en la exposición. El evento se anunciará pronto a través de su Facebook.
“Los sobrinos de monseñor”
Mejía también está trabajando su segunda obra literaria en el exilio titulada Los sobrinos de monseñor que detalla las aventuras que en su niñez vivió junto con sus hermanos cuando se mudaron a Managua a vivir con su tío Luis Enrique Mejía Fajardo, quien en ese entonces era monseñor en la Catedral Metropolitana de Santiago Apóstol de Managua, conocida como la vieja Catedral.
“Mis hermanos y yo fuimos influidos por él, quien fue una especie de tutor familiar. La obra va más allá de nuestra vivencias, entre la realidad y la fantasía, muestra todas las aventuras, enseñanzas, travesuras y llamadas de atención que experimentamos con ese personaje, porque era todo un personaje, con un carácter impresionante”, detalla.
Los sobrinos de monseñor es la continuación del libro que escribió su hermano, Relinchos en la sangre, y espera terminarlo antes de que acabe el año.
Ochenta junios y su documental “Living in Exile”
El 27 de junio, el cantautor nicaragüense cumple 80 años y los comenzó a celebrar desde el 18 de mayo con una exposición de sus obras pictóricas y el estreno del documental Living in Exile. Carlos Mejía Godoy, que fue dirigida por el cineasta Jon Silver y narra la vida del cantautor en el exilio.
Silver es un documentalista que estuvo en Nicaragua desde los años 80 y conoce la historia de la Revolución Sandinista y el recorrido artístico de los hermanos Mejía. Su encuentro con el cineasta fue por pura casualidad. “Es vecino de una persona que trabaja con mi hermana y al enterarse que estaba acá me propuso hacer el documental”, explica.
En la actividad también se exhibieron diez cuadros que representan su desarrollo artístico en los tres años que lleva en el exilio. “No quise vender ninguno, son cuadros que estoy preparando llevar a la exposición en San Francisco, fue un espacio para mostrar lo que he trabajado y compartir con la comunidad. Cantamos, bailamos y disfrutamos”, describe.
Futuros proyectos
Como proyecto a futuro, planea hacer un oratorio al río Michigüiste de Somoto, uno de los tantos afluentes del Río Coco, que le permitió a Carlos Mejía y a muchos “chigüines” vivir una niñez feliz. Pero, con el pasar de los años y por el desinterés de la población, se secó.
Quiere conmemorar el recuerdo de ese “río que fue amigo”, y con quien vivió muchas aventuras en su niñez a través de un oratorio de doce canciones. “Esta obra inició con un tema musical que ni siquiera tenía letra y, así como el mismo río que nació de un ojito de agua y de esa vertiente fue brotando un río que se hizo largo, llevo más o menos como 25 minutos de producción”, explica.
En el oratorio, Mejía quiere expresar todo aquello que se vuelca en su corazón a ese lugar que marcó su vida y recuerda con nostalgia. “La utopía será el final de la obra, quiero que los niños de Somoto, junto con ese niño que pervive en mí, le pidan al río que vuelva, con la certeza de que esta nueva generación se comprometa a cuidar y valorar”.
Además tiene pensado hacer cuadros de 80 temas musicales. “No sé si voy a tener vida para hacerlos todos, pero ahí los tengo en orden de prioridad y una de las cosas interesantes es un homenaje a los pintores famosos como Picasso, Dalí, Van Gogh, que llegan a Somoto. Entonces, yo me fundo a esa manera de pintar a cada uno con su estilo”, concluye.