25 de mayo 2023
La sociedad nicaragüense se encuentra en un escenario en el que campea la desinformación producida y distribuida por los medios de comunicación de la dictadura Ortega-Murillo, el aparataje político del Gobierno y los líderes del partido Frente Sandinista. De igual forma, la desinformación se genera por la distribución de información no verificada en redes sociales.
Desde que en 2018 estalló la crisis política, la dictadura ha organizado campañas de desinformación para desacreditar la lucha cívica de la población nicaragüense. Ejemplo de ello fue un video que circuló en medios oficialistas, un mes después del asesinato del adolescente Carlos Bonilla, en el que una mujer —entre lágrimas— aseguraba que se estaba usando la imagen de su hijo (refiriéndose a Bonilla) para elevar la cifra de muertos a causa de la represión policial.
Un artículo de Revista Niú, publicado en 2019 y en donde se enumeran diez noticias falsas orquestadas por el régimen, nos recuerda como aquella mujer afirmaba que su hijo estaba vivo y pedía que se dejara de utilizar su imagen. Un día después que se viralizó el vídeo, los verdaderos padres de Bonilla la desmintieron y exigieron respeto al dolor que estaban viviendo. El guion se ha repetido en diferentes ocasiones durante los cinco años de crisis política, en un intento por desacreditar la labor de reportería de los medios independientes.
¿Hasta qué grado nos afecta la desinformación?
La desinformación es una información falsa producida y distribuida para atacar la verdad, y sirve para debilitar la producción de nueva información. Mientras la verdad construye democracia y convivencia, la desinformación ataca la confianza y la autoconfianza de los ciudadanos.
En CONFIDENCIAL, sabemos que la desinformación ha encontrado resistencias en la sociedad nicaragüense, pero no sabemos a qué grado. Por ello, hemos creado un sondeo en el que invitamos a nuestras audiencias a opinar sobre la desinformación. En el cuestionario, que toma aproximadamente diez minutos en completarse, preguntamos sobre:
- Los hábitos de consumo de información sobre Nicaragua (en general).
- La confianza en los diferentes medios (de comunicación, redes sociales, aplicaciones de mensajería, instituciones, personajes, otros).
- La capacidad que tienen los ciudadanos para identificar la desinformación.
- La mejor manera de evitar y replicar la existencia de la desinformación.
Nuestro objetivo es analizar el impacto de la desinformación en la población nicaragüense. Los resultados serán compartidos con nuestras audiencias a mediados de junio, garantizando siempre el anonimato de las opiniones individuales. Los interesados en participar, pueden hacerlo visitando este enlace.
Para preguntas sobre el sondeo, pueden escribirnos a: premium@confidencial.com.ni