19 de mayo 2023
El dictador Daniel Ortega reapareció en público este 18 de mayo, después de 29 días ausente, y aprovechó para justificar la masacre que ordenó en 2018 y minimizar los 355 asesinatos confirmados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Durante un acto cargado de música, en celebración del 128 aniversario del natalicio de Augusto C. Sandino, Ortega dijo que en 2018 su régimen intentó persuadir a los ciudadanos a quienes califica de "golpistas” para que levantaran los tranques, pero ante la negativa de estos procedió a hacerlo por la fuerza. “Lo dijimos y lo hicimos”, subrayó.
La justificación del dictador para la llamada “Operación Limpieza” es que los manifestantes “se sentían envalentonados” y “no entendían que nuestro propósito era buscar una salida que no nos llevara a una confrontación con ellos”. Un argumento contradictorio con el hecho de que, desde el primer día, los grupos de choque del régimen salieron a agredir a la población.
Según Ortega, su régimen quería “evitar el costo” de desalojar los tranques, por lo que “alguna gente se confundió”, hasta “algunos hermanos sandinistas se confundieron”, enfatizó. Esa fue la única razón por la que accedió a participar en el diálogo nacional organizado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y que este fuera transmitido por televisión.
Dijo que debido al estancamiento del diálogo nacional, en el que los opositores a su régimen solo llegaban a justificar “los crímenes que estaban cometiendo”, y ante la presión de la población que reclamaba el levantamiento de los tranques, su régimen decidió que era el momento de hacer las cosas por la fuerza.
“Cuando nos presentaron aquel documento donde decía que había que desmantelar el Estado, una locura completa, una aberración. Ya cuando nos llegó ese mensaje dijimos: ‘esta gente está loca’ y aquí no queda más camino que desmantelar los tranques y restablecer el orden en el país. Lo dijimos y lo hicimos”, justificó.
Agregó que “en aquellos tiempos” su régimen se apoyó directamente en el Ejército, que según él estuvo a cargo de resguardar zonas estratégicas; mientras que la Policía y la policía voluntaria --como denomina a sus paramilitares-- llevaron a las operaciones.
“Preparamos las operaciones (limpieza) teniendo el cuidado de evitar al máximo que hubiesen heridos, más allá de aquellos que obligará la defensa de la vida de los ciudadanos, de los policías voluntarios, de la Policía y así fue, y se logró la victoria”, dijo.
Lo que no dijo el dictador es que la "Operación Limpieza" dejó una estela de muertes en el país y empujó la primera ola de nicaragüenses al exilio, quienes a finales de 2018 salieron de Nicaragua para resguardar su integridad física. Además fueron ejecutadas torturas, tratos crueles y degradantes en contra de los opositores.
También, el dictador aprovechó su comparecencia en cadena nacional de radio y televisión para reclamar “a los empresarios que llamaron a hacer huelgas después que estaban muy bien haciendo negocios" en alianza con el Gobierno "¿cuándo estaban mejor, con los golpistas tranquistas o ahora?”, preguntó.
En esos mismos términos se dirigió “a los que se vieron arrastrados por el golpismo, ¿cuándo estaban mejor, cuando los tranques o ahora?”, que --según Ortega-- el pueblo de Nicaragua ha recuperado "la paz", callando sobre el estado policial de facto impuesto desde septiembre de 2018, que hoy mantiene alrededor de 60 personas como presos políticos de su dictadora y otras 60 bajo el régimen de "libertad condicional", que en la práctica es un estado de casa por cárcel.