22 de abril 2023
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Una larga tradición de fidelidad absoluta y lisonjera al servicio del Frente Sandinista ha predominado sobre los estudios y la experiencia, para convertir a la familia del exembajador y actual ministro con funciones consulares ante la embajada de Chile, Gadiel Francisco Arce Mairena, en el nuevo caso del nepotismo que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo promueve en el servicio diplomático de Nicaragua.
Los hijos de Arce Mairena, Gadiel Osmani y Zhenia Ruth Arce Zepeda, quienes tampoco tienen experiencia en el servicio diplomático, actualmente están asignados como embajador ante Brasil y ministra con funciones consulares en Corea del Sur.
La historia de Arce Mairena se remonta a la década de los años 80, cuando fue asistente de Tomás Borge mientras estuvo a cargo del Ministerio del Interior. También estuvo en la denominada Regional Central del Frente Sandinista, designado para atender a los representantes religiosos católicos y evangélicos.
Luego de la derrota electoral del Frente Sandinista en 1990, se convirtió en un acompañante permanente del comandante sandinista cuando éste iba a sus oficinas. “Él hacía de todo para Tómas Borge; mandados, le cargaba sus maletines, era su asistente personal para asuntos menores”, comentó una fuente que trabajó con Arce entre finales de la década de los 80 y principios de los 90.
“Puedo decirte que él no era muy brillante que digamos, pero eso sí, siempre fue fiel a los sandinistas. Tal vez Tomás Borge no le delegaba sus asuntos importantes, pero confiaba en él para gestiones personales y otras cosas delicadas, y siempre estuvo a su lado”, agregó.
Irán, Ecuador, Costa Rica y luego, la crisis con Colombia
La carrera diplomática de Arce despegó con la llegada al poder de Ortega en 2007, con una asignación como embajador ante Irán, un aliado político clave para el orteguismo. Posteriormente fue encargado de negocios con funciones consulares, cónsul general y ministro consejero de la embajada de Nicaragua en Ecuador.
En 2013, fue trasladado como primer cónsul con equivalencia diplomática del Consulado de Nicaragua ante la ciudad de Liberia, provincia de Guanacaste, en Costa Rica.
Estuvo fuera del radar en ese cargo menor, hasta que, sorpresivamente, Ortega lo nombró para asumir la embajada de Colombia, luego de nueve meses que Nicaragua que no tuviese un representante ante al país sudamericano, cuando el dictador removió del cargo en diciembre de 2021 a Yara Suhyén Pérez Calero.
Las tensiones con Colombia se agravaron en febrero de 2022, cuando Ortega ordenó retirar las credenciales al embajador de Colombia en Nicaragua, Alfredo Rangel Suárez, solamente horas después que el Gobierno colombiano ordenara a su representante diplomático regresar al país luego de que el dictador acusara de “narco-Estado” a la entonces Administración de Iván Duque.
Colombia ordenó a su embajador “presentar una nota de protesta ante la Cancillería nicaragüense”, en la que según el canciller Denis Moncada Colindres, Rangel Suárez “insolentemente emite juicios de valor sobre los asuntos internos de Nicaragua y ofende impúdicamente al Estado nicaragüense y su pueblo”.
Fue hasta septiembre de 2022, luego de la victoria electoral del izquierdista Gustavo Petro en junio de ese año, que Ortega nombró un nuevo representante en Bogotá, designando a Arce Mairena. Sin embargo, solo estuvo seis meses en el cargo. El pasado 21 de diciembre fue removido, para ser designado como ministro consejero con funciones consulares en la Embajada de Perú.
El periplo diplomático de Arce Mairena no concluyó en la nación andina. Menos de un mes después, el 11 de enero de 2023, fue trasladado al mismo cargo de ministro consejero con funciones consulares, pero esta vez ante la embajada de Chile, país con el que el régimen orteguista ha registrado choques diplomáticos debido a la postura abierta del presidente izquierdista de ese país, Gabriel Boric, a favor de la liberación de los presos políticos de la dictadura y la restitución de los derechos civiles y democráticos de los nicaragüenses.
La llegada de Arce Mairena a Chile fue precisamente producto del enfriamiento de las relaciones con Nicaragua, que llevó a la dictadura a retirar a su embajadora, Lílliam Méndez Torres.
De entrenador de jiu jitsu, a embajador
2023 es el año que también convirtió en diplomático a Gadiel Arce Zepeda, hijo de Arce Mairena. Tampoco tiene una carrera en el servicio exterior de Nicaragua, ni estudios sobre la materia.
Gadiel Arce Zepeda tiene tan solo 28 años, es abogado y trabajó durante un tiempo en el Ministerio Público. Debido a la conexión de su papá con Tomás Borge, estudió su primaria y secundaria en el colegio propiedad del fallecido dirigente sandinista.
Tiene un Master en Derecho de la Familia que estudió en la Universidad de Managua, cuyo rector es el exdiputado Mario Valle, a quien investigaciones periodísticas señalaron como testaferro de Borge en varios negocios financiados con recursos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Su pasaporte diplomático es A00000498.
La conexión que Arce Zepeda tiene con Brasil, país donde fue asignado por el régimen como embajador, es su rol como instructor de artes marciales en la Academia Nicaragua Brazilian Jiu Jitsu, ubicada en Las Colinas, de Managua, y su canal de YouTube, dedicado a lo que él califica como pasión, el jiu jitsu brasileño.
Su nombramiento fue ratificado el pasado 13 de abril en La Gaceta, diario oficial del Estado, pero Arce Zepeda ya ejercía funciones diplomáticas en Brasil desde marzo, de acuerdo a reportes de los medios de propaganda de la dictadura.
Zhenia Arce Zepeda, hija también de Arce Mairena, fue designada como encargada de negocios de la embajada de Corea del Sur el 16 de marzo de 2023, luego de que el régimen removiera al embajador Rodrigo Coronel Kinloch.
Igual que su hermano Gadiel, Zhenia tampoco tiene estudios o alguna experiencia en el servicio diplomático nicaragüense, pero está a cargo de la sede en Seúl, ya que el régimen no ha oficializado su rol como embajadora plenipotenciaria.
Nepotismo arraigado en el cuerpo diplomático del régimen
Un exdiplomático consultado por CONFIDENCIAL bajo condición de anonimato para evitar represalias de la dictadura, comentó que el nepotismo es una práctica del orteguismo muy arraigada en el servicio exterior de Nicaragua, pese a lo delicado de la función diplomática.
“La diplomacia no puede ser vista como una regalía o una simple oportunidad para vivir bien y enriquecerse, sino como un servicio que exige el desarrollo de conocimientos jurídicos, económicos, sociológicos, históricos y un acervo de cultura en general por encima del común”, explicó.
“El problema del nepotismo lógicamente se agrava cuando no hay Estado de derecho y división de poderes, una reglamentación efectiva y un control sobre este tipo de nombramientos. Los países requieren de un personal profesionalmente capaz para defender y adelantar los intereses de la nación y eso solamente se logra a través de la formación de un personal diplomático de carrera”, añadió.
El caso de Gadiel Arce se suma a otros casos similares de feudos familiares en el cuerpo diplomático al servicio de la dictadura. Uno de los más destacados es el embajador de Nicaragua ante Estados Unidos, Francisco Campbell.
La esposa del embajador Campbell, Miriam Hooker, es cónsul de la embajada de Nicaragua en Washington y su hija, Mabel Leilani Campbell Hooker, es la agregada de Prensa y Cultura de la misma sede diplomática.
Su hijo, Michael Campbell Hooker, fue embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ante la India, cargos de los que removido en 2022, pero todavía conserva el de ministro asesor del presidente para las Relaciones Internacionales con el Gran Caribe, para lo cual fue nombrado en abril de 2021.
También está el caso de los hermanos Ian y Rodrigo Coronel Kinloch, sobrinos del exvicecanciller Manuel Coronel Kautz. Ambos sin ninguna experiencia y conocimiento diplomático ostentan o estuvieron a cargo de embajadas. Además, son hermanos de la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch.
Ian fue designado el 28 de junio de 2022 como nuevo embajador en la República Popular de China, una de las delegaciones más importantes para Nicaragua por las nuevas relaciones con el gigante asiático. Según fuentes diplomáticas, las relaciones con ese país se manejan desde Managua, por el hijo de la pareja gobernante Laureano Ortega Murillo, y el embajador “está para actos protocolarios”.
Rodrigo fue embajador de Nicaragua en Corea del Sur desde 2020, ante el Estado de Brunei Darussalam desde 2021; Filipinas desde 2021; Mancomunidad de Australia desde 2019 y el Reino de Tailandia desde 2019. Sin embargo, el 16 de marzo de 2023, fue removido por el régimen de todos estos cargos, dejando en su lugar solo a “ministros consejeros”.
También está el caso de María Fernanda Gutiérrez Gaitán y María Michelle Gutiérrez Gaitán, hijas gemelas del diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez. María Fernanda Gutiérrez Gaitán estaba en el cargo de consejera con funciones consulares de la Embajada de la República de Nicaragua en la Confederación Suiza.
María Michelle Gutiérrez Gaitán estaba en el cargo de consejera de la Misión Permanente de la República de Nicaragua ante la ONU, con sede en Nueva York, Estados Unidos de América. Ambas renunciaron a estos cargos en marzo de 2022.
