3 de abril 2023
La Policía Nacional, bajo la orden de Daniel Ortega, prohibió este lunes 3 de abril el tradicional recorrido de los “Cirineos” en el municipio de Nindirí, Masaya, una tradición católica en honor al hombre que cargó la cruz de Jesucristo y que se celebra todos los años en la Semana Santa. Tras la orden de no dejarlos salir en la procesión, los policías empezaron a perseguir a los promesantes, en su mayoría jóvenes.
“Nos empezaron a seguir como que fuéramos unos delincuentes y lo único que queríamos hacer es cumplir con una tradición religiosa y cultural que hemos tenido por varias generaciones”, declaró uno de los “Cirineos” a CONFIDENCIAL.
Los pobladores de Nindirí divulgaron, a través de redes sociales, videos y fotografías que evidencian el asedio, las amenazas y la persecución de los policías. En algunas de las imágenes se muestran cruces y vestimentas religiosas tiradas en las calles después de que los fieles huyeran de las fuerzas de seguridad.
“La única intención de la Policía sigue siendo atemorizar a la población y prohibir cualquier manifestación católica, porque tienen ira contra el pueblo que expresa su fe”, comentó una pobladora de Nindirí.
Un joven de 23 años declaró a CONFIDENCIAL que lleva cinco años participando en esta tradición porque fue una promesa que hizo su abuelita cuando sobrevivió a una enfermedad. “Nosotros no le hacemos daño a nadie, esto es una actividad religiosa solamente”, manifestó.
Hasta la noche varios jóvenes pudieron salir de las casas donde se resguardaron y el ambiente en el municipio era de tensión. “Por dicha no supimos de ningún detenido, pero han andado patrullando”, explicó.
Policía: “Está prohibido”
Uno de los videos que se ha hecho viral en redes sociales, divulgado por la página de Facebook “Nindirí Se Informa”, muestra el momento en que un policía advierte a un joven feligrés de la prohibición de salir en el tradicional recorrido.
- “No puede salir con eso”, ordenó el oficial al joven, vestido con túnica y que cargaba una cruz sobre su hombro en las cercanías de la parroquia de Santa Ana, en el municipio de Nindirí.
- “¿Por qué?”, le preguntó el promesante al agente.
- “Está prohibido”, respondió el policía.
- “¿Por qué está prohibido?”, insistió el joven.
- “Yo solo les digo, nada más. Yo solo les digo, nada más”, insistió el oficial señalando con el dedo índice de su mano derecha al devoto, mientras se retiraba del lugar marcando su teléfono móvil.
- “¡Este es Nindirí católico!”, se escucha en respuesta al oficial.
En otros videos divulgados por la población se puede ver varias patrullas y policías rodeando el templo católico, además del parque central de Nindirí.
Recrean el calvario de Cristo
Los “Cirineos” es una tradición inspirada en Simón de Cirene, quien ayudó a Jesucristo a llevar la cruz camino al calvario, según el relato bíblico.
La tradición consiste en que hombres, mujeres, jóvenes y niños se visten con túnicas, cordones y mantos propios de la vestimenta judía, acompañado con una cruz al hombro, y se reúnen en el atrio de la parroquia de Santa Ana, y al sonar las campanas al mediodía salen corriendo por las calles, según la página de Facebook “Nindirí Católico”, dedicada a “fomentar la piedad popular y religiosa”.
Los “Cirineos”, que durante su recorrido por las calles gritan “Se pierde el mundo” e invitan a las personas a hacer una verdadera conversión ante la maldad en la Tierra, salen entre el lunes y el sábado Santo, con excepción del jueves.
“Cada año cerca de 2000 personas participan de esta tradición y todos tienen en común pagar promesas a nuestro Señor Jesús”, explicó “Nindirí Católico”, que sin embargo había adelantado ya durante el fin de semana que “por motivos de las restricciones que ya todos conocemos queda suspendida la tradicional corrida de los Cirineos”.
El régimen de Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), promovía hasta el año pasado esa costumbre religiosa, que calificaba de una tradición de fe y amor a Jesús Nazareno inspirada en Simón de Cirene.
Semana Santa sin procesiones
La Iglesia católica de Nicaragua dio por iniciada las celebraciones de la Semana Santa sin procesiones en las calles, tras la prohibición del régimen de Ortega que ordenó a la Policía Nacional limitar las celebraciones religiosas a lo interno de los templos en Nicaragua.
La dictadura arrancó 2023 con la prohibición de procesiones emblemáticas para los católicos, como la de Jesús Sacramentado, que se realiza cada 1 de enero, luego impidió celebraciones locales y, a mediados de febrero, ordenó que ningún Nazareno saliera en viacrucis penitencial. La procesión cancelada más reciente fue la de Jesús del Triunfo, en León. El obispo de esa diócesis, Sócrates Sándigo, lo confirmó esta semana, sin justificar la decisión.
La nueva orden de prohibición fue adoptada después de que Ortega tildara de “mafia” a sacerdotes, obispos, cardenales y al propio papa Francisco.
El obispo de la diócesis de León y Chinandega, René Sandigo, explicó que la autoridad policial solo autorizó realizar los viacrucis de manera interna o en el atrio de las parroquias, pero no en las calles.
La investigadora Martha Patricia Molina calcula que más de 30 procesiones han sido canceladas en lo que va del año, aunque aclara que “es un número conservador”, al tomar en cuenta que solo la Arquidiócesis de Managua administra 118 parroquias en los departamentos de Managua, Masaya y Carazo, y cada una tiene sus respectivas celebraciones, además de las tradiciones propias de Semana Santa.
Ortega ha recrudecido la persecución a la Iglesia e impuesto una vigilancia policial y de sus operadores en las diferentes parroquias del país, donde los sacerdotes soportan, en silencio, asedios y amenazas, mientras en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, el obispo de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, paga una ilegal sentencia de 26 años y cuatro meses impuesta por un judicial orteguista, tras negarse ser desterrado.
Con información de EFE