12 de marzo 2023
La ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano, decretada unilateralmente por el dictador Daniel Ortega, provocará “más aislamiento internacional para el régimen Ortega Murillo”, coincidieron expertos y exdiplomáticos, sobre las consecuencias de esta abrupta suspensión después de más de un siglo de relaciones con la Santa Sede.
“Ni siquiera Cuba o Venezuela han hecho algo parecido”, dijo una fuente diplomática, que además advirtió que “al desconocer al Vaticano y a la Nunciatura, Ortega ahora puede pretender intervenir hasta en el nombramiento de los obispos”.
“Pero la Iglesia, agregó esta fuente diplomática, tiene cientos de años de experiencia con ese tema, y otros países van a reaccionar condenando a Ortega y solidarizándose con la Iglesia y el papa Francisco”.
CONFIDENCIAL reveló este domingo que la representante del Gobierno sandinista ante la Santa Sede, Yara Suhyén Pérez Calero, comunicó “verbalmente” la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma. El régimen reaccionó a la noticia y aseguró que “entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”.
El exembajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, dijo: “Esta ruptura es un hito importante. La Santa Sede, por más santa que sea, tiene límites a su paciencia como otros seres mortales”.
“Creo que Francisco ha estado al día y al detalle por mucho tiempo, pero debido a la diplomacia tradicional del Vaticano que siempre premia un canal abierto, aún con un régimen de malévolos, por fin reconoció con los destierros; que es hora que poner el asunto de perdón en manos del Señor, mientras el habla como hombre respetuoso de los derechos humanos y la decencia humana”, dijo el diplomático norteamericano.
La dictadura adoptó la decisión unas horas después de publicarse una entrevista del papa Francisco, en la que por primera vez se refirió de forma contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica. “Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, concluyó el santo padre.
Preocupa la situación del obispo Álvarez
Mientras que el excanciller nicaragüense Norman Caldera consideró que “la ruptura con El Vaticano es una medida precipitada que pone a Nicaragua a nivel China y Corea del Norte, y otros dos países comunistas y ocho países musulmanes. Lo que mas me preocupa es que le quita protección al obispo (Rolando) Álvarez y habría que pedir al Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR) para que se encargue de velar por su salud y su condición en la cárcel La modelo”.
Monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, que está confinado a una celda de máxima seguridad en el sistema penitenciario de La Modelo, en Managua, y fue ilegalmente condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por supuestos delitos considerados “traición a la patria”, luego que se negó a ser desterrado. El líder religioso rechazó subirse a un avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, todos opositores, hacia Estados Unidos, lo que provocó la furia de Ortega, que lo tachó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”.
“Las ahora constantes apariciones de Humberto Ortega, cada vez más centradas por un lado, y las acciones del Gobierno indican o que juegan al rol de policía bueno y policía malo, o que tienen serios desacuerdos. Esta podría ser la gota que colma el vaso para el siguiente paso de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU”, dijo Caldera.
“No creo que Ortega haya ganado nada a nivel internacional con esta medida, dijo el excanciller Caldera, pero lo veo tomando pasos cada vez más fuertes para satisfacer a grupos cada vez más minoritarios al interior de Nicaragua”, comentó el excanciller.
Más persecución contra la Iglesia
Martha Patricia Molina, abogada e investigadora, prevé que esta ruptura incremente las hostilidades hacia la Iglesia católica nicaragüense, por lo que habrá “más asedio, difamación y persecución” contra el clero.
El Gobierno —a través de su maquinaria represiva, encabezada por la Policía Nacional— ha cerrado emisoras católicas, profanado iglesias, expulsado al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, prohibido procesiones, encarcelado y condenado a un obispo, desterrado y declarado “apátridas” a ocho sacerdotes.
“La dictadura es tan nefasta que podría hasta prohibir el culto católico o establecer más impedimentos para que se realicen los actos propios del catolicismo”, alertó la investigadora que en noviembre pasado presentó el informe “Nicaragua: Una Iglesia Perseguida”, a través del cual documentó al menos 396 ataques contra la Iglesia católica en Nicaragua, entre abril de 2018 y octubre de 2022.
Además, Ortega ha llamado “terroristas” y “golpistas” a los obispos nicaragüenses, a quienes también ha acusado —sin pruebas— de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, “actúan en Nicaragua para derrocarlo”.
Con la medida, Ortega y Murillo ha puesto fin a un vínculo diplomático de al menos 115 años, ya que las relaciones entre Nicaragua y la Santa Sede nacieron en 1908.
“Creer únicamente lo que comunique la Santa Sede”
Molina consideró que el comunicado del régimen, emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, “es una fachada de lo que ya sucede en la realidad”. La nota de la Cancillería da a entender que hubo una negociación entre ambas partes.
“En el caso concreto yo creería únicamente lo que comunique la Santa Sede, al respecto. El presidente Ortega no se ha comportado nunca como un mandatario que respeta la democracia y los derechos humanos. Es un dictador y, por tanto, no recurre a los tratados y convenciones internacionales, para un trato coherente con los países democráticos”, enfatizó.
Detalló que, en la comunidad internacional, existen acciones previas a la ruptura o “suspensión” de vínculos diplomáticos, como convocar a un embajador al Ministerio de Relaciones Exteriores para expresarle las molestias o entregarle una nota de protesta; la expulsión de diplomáticos de rango inferior; llamadas a consultas al embajador; y la retirada del embajador. “La dictadura de Nicaragua ya sobrepasó estos límites al expulsar al nuncio apostólico”
El exembajador y analista político, José Dávila Membreño, dijo al diario La Prensa que, suspender o romper las relaciones diplomáticas con el Vaticano, “es el más grande error diplomático que un Gobierno latinoamericano haya podido cometer en la historia”.
“Romper relaciones con la Santa Sede adquiere un nivel de escándalo diplomático mundial, debido al carácter de universalidad del Estado Vaticano”, afirmó Dávila.