15 de febrero 2023
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo expulsó de Nicaragua a fray Damián Muratori, según una nota de prensa del Ministerio de Gobernación (Migob). El religioso pertenece a la orden franciscana y es el vicepostulante de la causa de beatificación del siervo de Dios, Padre Odorico D´ Andrea, y rector del Santuario Franciscano El Tepeyac, en San Rafael del Norte, Jinotega.
Según la dictadura, Muratori es buscado en Italia por el supuesto “delito de violencia sexual”, y fue condenado —presuntamente en noviembre de 2019— a la pena de cuatro años y seis meses de cárcel, en la ciudad de Perugia, en el centro de Italia.
“El día de hoy, martes 14 de febrero 2023, Interpol Italia ha solicitado al Gobierno de Nicaragua, el itinerario de vuelo del sacerdote o fray Cosimo Damiano Muratori”, detalla el comunicado. Sin embargo, CONFIDENCIAL revisó en la categoría de “Personas buscadas” de la página web de la Interpol, pero no hay ninguna notificación sobre el fraile franciscano.
Feligreses y religiosos del santuario El Tepeyac denunciaron el lunes pasado que desconocían el paradero de Muratori, luego de que este saliera hacia Managua, a una cita en la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) del Migob. La citación le fue entregada la noche del domingo 12 de febrero.
Originario de Italia, Muratori llegó a Nicaragua el 14 de marzo de 1976 y estuvo como misionero en el municipio matagalpino de Matiguás. Desde el año 2000 ha sido el responsable del santuario Tepeyac, que recibe a cientos de creyentes de la causa del sacerdote D´Andrea, a quien el fraile considera como un santo y ha dado el seguimiento a la causa de su beatificación.
Evitó enfrentamiento en 2018
“El sacerdote Cosimo Damiano Muratori, a pesar de sus delitos, estuvo asignado desde 2014 por su orden religiosa a la custodia del Mausoleo del Padre Odorico D'Andrea, en San Rafael del Norte, Nicaragua, donde además intervino injuriosamente en asuntos solo concernientes a nicaragüenses”, según el comunicado del régimen.
En mayo de 2021, la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), le retiró al fraile italiano su residencia permanente en Nicaragua porque la secretaria política del municipio de San Rafael del Norte lo acusó de “participar en los tranques”, en 2018. Desde esa fecha estaba obligado a renovar su estadía en el país cada tres meses.
En esa ocasión, Muratori, quien está por cumplir 52 años de vida sacerdotal, relató que el 8 de junio de 2018, fue al tranque en la comunidad de Sabana Grande, por una petición de la alcaldesa Norma Herrera, y el secretario político Noel Gutiérrez, para que dialogara con los manifestantes.
Dijo que conversó con “los muchachos que estaban en los tranques, con un grupo a fin del Gobierno de San Rafael del Norte —que tenían la intención de confrontarse con los muchachos— y con los policías, sugiriéndole que resguardara a ambos grupos para evitar agresiones”.
Cita llegó después de orar por obispo Rolando Álvarez
Horas antes de que le llevaran la cita de la DGME, el fraile franciscano presidió una misa en el Santuario y se refirió a la situación de cárcel de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí.
“Nos vamos a reunir en oración no solamente por nosotros, sino por todos los nicaragüenses en todo el mundo, por los sacerdotes y también ciudadanos que han salido de Nicaragua forzadamente, y oremos también por monseñor Álvarez que está en la cárcel, 26 años de cárcel, para que él sea valiente y nos enseñe a ser realmente nicaragüenses leales, coherentes y orgullosos de ser nicaragüenses”, dijo fray Damián al ofrecer la celebración litúrgica dominical.
Mientras que, en la homilía, el sacerdote disertó enérgico sobre el libre albedrío, porque Dios a nadie obliga para cumplir los Mandamientos, ya que “es el Dios de la libertad y por eso no viola nunca la libertad de nadie, entonces cada uno de nosotros somos lo que queremos ser”.
Además, consideró el encarcelamiento de monseñor Álvarez, sentenciado a 26 años y cuatro meses de prisión, como “un hecho histórico” y apuntó que el obispo “estaba en la lista de los que tenían que ir a Estados Unidos. ¿Se fue monseñor Álvarez? ¿Por qué no se fue? ¡Porque no quiso!… Al final, 220 personas agarraron el avión y uno no lo agarra. ¿Tenía razón monseñor Álvarez? … Se quedó y para mí, un verdadero hombre con pantalón… Me echan preso, échenme preso…”.