12 de febrero 2023
El papa Francisco lamentó hoy la condena a cárcel de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, y animó a los responsables políticos a la "búsqueda sincera" de la paz en Nicaragua.
"Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no puedo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos", dijo el pontífice tras el Ángelus dominical.
La condena contra Álvarez se dio a conocer este viernes 10 de febrero, un día después que el prelado se negó a abordar un avión que lo trasladaría a Estados Unidos junto a otros 222 excarcelados políticos que fueron desterrados.
El régimen ordenó despojar de su nacionalidad al líder religioso —tras declararlo como “traidor a la patria”—, tal como hizo con los excarcelados políticos desterrados este jueves 9 de febrero.
En una alocución pública, la noche del jueves, el dictador Daniel Ortega dedicó gran parte de su discurso a insultar a Álvarez, a quien calificó de “soberbio”, “desquiciado”, “energúmeno” y “personaje”.
Llamado al diálogo
El pontífice, asomado a la ventana del Palacio Apostólico, dijo que reza por ellos y "por todos aquellos que sufren en esa querida nación" y pidió la oración de los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro.
"Pidamos además al Señor la intercesión de la Inmaculada Virgen María para que abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la sincera búsqueda de la paz, que nace de la verdad, de la justicia, de la libertad y del amor", afirmó.
"Y se alcanza a través del ejercicio paciente del diálogo", puntualizó Francisco.
Repudio de obispos de Chile
El Comité Permanente del Episcopado chileno repudió la condena a 26 años de cárcel impuesta a monseñor Álvarez y aseguraron que con ello el régimen liderado por Ortega suma una nueva violación de los derechos humanos.
En un comunicado, los obispos chilenos aseguraron que la represalia contra el obispo nicaragüense es “un procedimiento a todas luces injusto, arbitrario y desproporcionado”.
Este ataque “se suma a otras múltiples medidas aplicadas en los últimos meses contra fieles y organismos católicos: expulsión del Nuncio apostólico, expulsión de las religiosas Misioneras de la Caridad, destierro y encarcelamiento de sacerdotes, cierre de medios de comunicación”, explicaron.
“Todo esto en medio de diversas restricciones a las libertades civiles y políticas y el acallamiento de las voces disidentes del régimen, que se ha expresado el día de ayer en el destierro de más de 200 nicaragüenses de su país. Atenta contra los derechos humanos, la dignidad esencial de la persona y la libertad religiosa”, agregaron.