11 de febrero 2023
Tres abogados y defensores de derechos humanos tildaron de “absurda”, “ilegal”, “inconstitucional”, “ilegítima” y de “atrocidad política” la propuesta de Daniel Ortega para instaurar una “copresidencia” en Nicaragua.
Durante su monólogo de este jueves 9 de febrero, en que aprovechó para tratar de justificar ante sus bases la decisión de desterrar a 222 presos políticos, que dijo fue una propuesta de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, Ortega la presentó primero como vicepresidenta, y luego como ‘copresidenta’. “Rectifico: ‘copresidenta’ de la República. ¡No, en verdad! Así es: ‘copresidenta’ de la República”, reiteró. Era la segunda vez en un acto público que se refería a ella con ese cargo inexistente.
A renglón seguido, aseveró que “en la Constitución tendremos que hacer algunas reformas” y se dirigió al presidente de la Asamblea Nacional, diputado Gustavo Porras, que lo acompañaba en el encuentro. “Tendremos que hacer algunas reformas para que quede establecido el principio de la ‘copresidencia’”, insistió.
“Lo de la ‘copresidencia’ es otra atrocidad política, propia de las tiranías”, aseguró el abogado Gonzalo Carrión, integrante del Colectivo de Derechos Humanos ‘Nicaragua, Nunca Más’. “En la ‘copresidencia’ encontramos un absurdo, ilógico desde el punto de vista constitucional, porque cuando la población ejerce un voto -y ellos no fueron electos- la gente vota por un candidato a presidente y un candidato a vicepresidente”, detalló.
Recordó que en Nicaragua se convoca a los ciudadanos a elegir a un presidente y un vicepresidente, por lo que considera a la propuesta de Ortega “una atrocidad jurídica y hasta política” que “no tiene ni pies ni cabeza. La Asamblea podrá hacer la reforma, pero eso sería una atrocidad inconstitucional, que atenta contra el Derecho y la organización del Estado”, insistió.
El exdiputado y también abogado, Eliseo Núñez, recordó que “Ortega nunca ha respetado las leyes. Nicaragua es un país republicano dirigido por un presidente o presidenta. Lo de ‘copresidente’ no recuerdo haberlo visto en otra parte del mundo. Va contra la lógica del Poder Ejecutivo que está organizado de manera vertical para administrar, con una jerarquización bien clara, pero como a él no le gusta trabajar, le parece bien que haya una ‘copresidenta’ para que sea ella quien trabaje”, razonó.
En el supuesto de que tal invento se legalizara en el país, Núñez imaginó una situación en la que hay dos ‘copresidentes’ de una Coalición. Esos hipotéticos gobernantes “tendrían un problema mayúsculo desde el punto de vista de quién tiene más funciones”, teorizó.
El también defensor de derechos humanos, Jhoswel Martínez, presidente de la Asociación Intercultural de Derechos Humanos (Asidehu), con sede en Costa Rica, lo consideró “un acto inconstitucional, ilegítimo y totalmente fuera de lugar”, que solo a los sandinistas les resultaría práctico implementar “pues eliminaría la necesidad de cumplir el protocolo de transición de poder tras la muerte de un presidente”, si tal cosa ocurriera, por ejemplo, en el ejercicio del actual período presidencial, que concluye en enero de 2027.
Más problemas que soluciones
Al pedirle referentes legales o históricos, Carrión dice que “tal vez en épocas primitivas, cuando buscábamos cómo encender fuego con dos piedras, o alguna monarquía hereditaria”, especuló, mientras Núñez dice que “lo más cercano fue el reinado de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (inicios del Siglo XVI), que representaban a dos reinos”, o el triunvirato romano integrado por Pompeyo, Julio Cesar y Marco Licinio Craso, entre el 60 y el 53 a. de C.
“Sería más práctico tener un primer ministro”, opina Núñez, añadiendo tras leer entre líneas que Ortega “también está diciendo que no está dispuesto a dejar que ella sea presidente mientras él viva, y quedarse desde atrás viéndola cómo maneja los hilos del poder. Esta propuesta de la ‘copresidencia’ es una salida al conflicto con su mujer”, asevera.
Martínez advierte que esto puede derivar en un grave problema, pues “dos personas no pueden tener las mismas facultades para ejercer el poder. Habría un choque de intereses, pues ambos serían líderes del Ejército y de la Policía, y en caso de que haya diferencias, ambos podrán ordenar a estas entidades que eliminen a sus rivales, sin tener que pedir permiso al otro”.
Carrión advierte que si Porras cumple la orden tal como le fue dada, “la ‘copresidenta’ Murillo podría decirle al ‘copresidente’ Ortega ‘yo mando igual que vos’. “Sería un relajo. No es constitucional, no es legal, ni legítimo, ni nada. Es un atropello al Derecho”, valoró.