7 de febrero 2023
La salida del capitán Carlos Salazar Sánchez, director de Aeronáutica Civil en Nicaragua, fue consecuencia de un cóctel que combinó el proceso de militarización de los controles del régimen en los aeropuertos del país y las pugnas de poder entre Daniel Ortega y Rosario Murillo. Salazar era uno de los funcionarios que todavía “sobrevivían” del primer gabinete que asumió con la llegada al poder de Ortega en 2007, y su salida fue ejecutada por el comisionado general en retiro Horacio Rocha.
Salazar fue nombrado en el cargo luego de ser vinculado como uno de los responsables de la quiebra de la línea aérea nacional Atlantic Airlines en 2006, generando inquietud entre el sector aviación en el país. Además, es señalado como un incondicional de Ortega, que elevó su perfil como funcionario al nombrarlo, el 23 de agosto de 2018, como asesor presidencial en temas de aviación nacional e internacional.
Su caída como director de Aeronáutica Civil, luego de 16 años en el cargo, fue oficializada por medio del acuerdo presidencial 12-2023, publicado en La Gaceta, Diario Oficial del Estado, del 30 de enero de 2023, en el cual se informaba su renuncia a esta cartera, así como a su nombramiento como asesor presidencial.
“Se acepta la renuncia del compañero Carlos Danilo Salazar Sánchez en los cargos de asesor del Presidente de la República para las actividades del sector de Aeronáutica Civil en el ámbito nacional e internacional y director general del Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil”, citaba según el acuerdo presidencial.
En esta misma edición de La Gaceta, se publicó el nombramiento de Mario José Altamirano Díaz como nuevo director de Aeronáutica Civil, quien es descrito por fuentes vinculadas al sector de la aviación nicaragüense, “como un técnico de aviación de segundo nivel, buena persona y bastante modesto en su forma de ser, sin mucho interés en figurar”. Fungía como director de Aeronavegación de Aeronáutica Civil de Nicaragua.
Antes de ser oficializado en La Gaceta, la caída de Salazar se había dado por las vías de hecho, luego de la llegada del comisionado general en retiro Horacio Rocha –recientemente reactivado por el régimen como asesor presidencial con rango de ministro en temas de seguridad nacional– a las oficinas de la Dirección de Aeronáutica Civil y ordenado el despido del capitán Salazar.
La llegada de Rocha se dio en el contexto de la entrega por parte del régimen del control de los aeropuertos nacionales e internacionales del país a la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua.
Policía y Ejército dirigen aeropuertos de Nicaragua
Por medio de dos acuerdos presidenciales, publicados en La Gaceta el 18 de enero de 2023, el régimen Ortega-Murillo nombró al comisionado mayor Iván Escobar Ramírez como nuevo director general de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI). Escobar era director de Investigaciones Económicas de la Policía y fue trasladado en “comisión de servicio externo”, según una nota de prensa posterior de esta institución.
También nombró al capitán del Ejército Marvin Noé Padilla Fonseca, nuevo subdirector a cargo de controlar las ganancias por las operaciones aeroportuarias del país, principalmente del Aeropuerto Internacional de Managua Augusto C. Sandino, además de las terminales aéreas de Bluefields, Puerto Cabezas, Corn Island y San Juan de Nicaragua.
Posteriormente al nombramiento de Mario José Altamirano Díaz como el nuevo director de Aeronáutica Civil, Horacio Rocha, se presentó nuevamente a las oficinas de esta cartera para ordenar el despido del asesor legal, Leónidas Duarte.
Dos fuentes vinculadas al sector de la aviación señalan que los despidos ordenados por Rocha se debían a supuestas irregularidades en Aeronáutica Civil por la fabricación de decenas de puestos de trabajo para colocar a familiares, amigos y allegados de Salazar. También se dieron denuncias por aumentos de permisos de operaciones de aviones en el país, impuestas de forma arbitraria e intempestiva, sin embargo, no se oficializó una investigación policial ni se presentó una denuncia judicial en su contra..
“En contra de Salazar habían muchas quejas, no sólo de pilotos, sino de usuarios, dueños de aviones fumigadores, pero no habían denuncias porque Salazar actuaba como un protegido de Francisco ‘Chico’ López con autorización del Carmen”, explicó una de las fuentes.
Otra fuente vinculada directamente a la Dirección de Aeronáutica Civil expresó que la remoción de Salazar se debía que era visto como una “ficha de Daniel Ortega”, y hubo presiones de Rosario Murillo para quitarlo del cargo, por supuestas tensiones con el capitán.
CONFIDENCIAL llamó al móvil de Salazar para conocer su versión sobre estos reportes, pero éste no respondió.
Zozobra entre empleados de Aeronáutica Civil
La intempestiva salida de Salazar y la llegada del control policial y militar a los aeropuertos del país ha generado zozobra en los empleados de la Dirección de Aeronáutica Civil, quienes ahora han sido obligados a participar de manera más continuas en actividades partidarias del Frente Sandinista.
Fuentes policiales y especialistas en seguridad pública consultados para reportes anteriores por CONFIDENCIAL señalan que este movimiento del régimen recuerda al realizado en la Unidad de Análisis Financiero (UAF), instancia que también pasó a ser manejada por mandos militares y policiales.
La UAF es dirigida por el mayor general Denis Membreño Rivas y el comisionado general Aldo Sáenz Ulloa, un esquema militar-policial, a viceversa de los nombramientos en la EAAI, que son policial-militar.
Elvira Cuadra, experta en temas de seguridad pública, recordó al ser consultada para una investigación previa de CONFIDENCIAL que este esquema de nombramientos de militares y policías en cargos civiles es fruto del proceso de cooptación de la independencia de la Policía y el Ejército desarrollado por el régimen de Daniel Ortega.
“El propósito es asegurar la lealtad de las dos instituciones, pero también mantener el control y la vigilancia política sobre instituciones que juegan un papel clave para el sistema de vigilancia y control en general que hay sobre la ciudadanía. El aeropuerto internacional es un objetivo clave. Hemos visto como el control sobre el tráfico internacional, ya sea de nicas o extranjeros, se ha convertido en un tema clave para el régimen. Estos nombramientos responden a esa lógica de control”, subrayó Cuadra.