6 de febrero 2023
El ofrecimiento de las autoridades nicaragüenses de convertir al país en una plataforma para Irán en Centroamérica no le conviene ni a Nicaragua ni a la región, sostuvo el académico costarricense Carlos Murillo.
“Le conviene a Ortega, por supuesto, porque tiene aliados, dinero de alguna naturaleza. Pienso que esta corporación Ortega-Murillo no establece ningún vínculo, si no obtiene algún rédito significativo para ellos”, agregó el experto.
Según Murillo Zamora, esto se explica por la naturaleza sultánica y corporativista de la dictadura nicaragüense, a la que no le importa los tipos de aliados que va sumando en el contexto internacional.
El doctor Murillo Zamora es experto en relaciones internacionales y se desempeña como investigador de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR), desde donde da seguimiento regular a la situación de Nicaragua.
“No le conviene a Centroamérica, porque coloca a la región en un escenario de confrontación en la actual coyuntura mundial entre Estados Unidos, China y Rusia. Para Centroamérica es, sin duda, un problema que se fortalezcan esos lazos”, recalcó.
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El régimen de Nicaragua recibió la semana pasada con alfombra roja al canciller de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, para estrechar relaciones con el Ayatolá Alí Jamenei, en una gira realizada por el diplomático a África y América Latina.
Ambos regímenes políticos se han caracterizado por la represión a sus ciudadanos, para aplacar manifestaciones opositoras, también por su arraigada retórica antiestadounidense y por el uso del sistema judicial para perseguir opositores.
El catedrático costarricense afirmó que es preocupante la presencia iraní en Nicaragua. Alertó en especial sobre la de grupos terroristas, haciendo referencia a la denuncia de Israel de la presencia de Hezbollah en Venezuela y Nicaragua.
El diario La Nación, de Costa Rica, citó las declaraciones de Jonathan Peled, director para América Latina y El Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
La propuesta de la dictadura orteguista al Ayatolá
Laureano Ortega Murillo, asesor de inversiones de la dictadura nicaragüense e hijo de la pareja gobernante, propuso convertir a la nación en una “plataforma” iraní, después de destacar que se trata de dos pueblos luchadores, heroicos y hermanos.
“Irán tiene un gran desarrollo tecnológico, industrial, comercial, el cual Nicaragua puede verse altamente beneficiado y Nicaragua tiene y juega un papel fundamental en la región centroamericana como una plataforma para la exportación de productos, para hacer una vitrina de productos iraníes en toda la región centroamericana, también un papel muy importante en la diplomacia y la geopolítica”, dijo Ortega Murillo.
En esa reunión, el asesor presidencial fue acompañado por dos de sus hermanos, Camila y Daniel Ortega Murillo. La primera fungió como funcionaria del Ministerio de Economía y el otro como representante de los medios oficialistas, controlados directamente por su progenitora y vicepresidenta Rosario Murillo.
El canciller iraní visitó la semana pasada las instalaciones del centro de almacenamiento de combustibles en Miramar, una de las promesas incumplidas de Ortega. Fue recibido también por el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras en otro esfuerzo por el régimen por estrechar vínculos.
La propuesta oficial del régimen a Irán fue rechazada por el exembajador estadounidense en Panamá, John Feeley, quien lo calificó como un “mal chiste”.
“Según la revista online, Trading Economics, 82% de las exportaciones de Irán son petróleo y otros derivados. No fabrican los persas casi nada que necesitan los nicaragüenses y centroamericanos, aparte del petróleo y esto está bajo sanciones internacionales”, afirmó el diplomático a CONFIDENCIAL.
Feeley describió a Irán y Nicaragua como parias internacionales. Por su parte, Murillo Zamora insistió en que esta propuesta se da cuando la integración regional en Centroamérica enfrenta un período muy crítico, porque no hay comunicación entre los mandatarios para proyectos realmente importantes.
El experto Carlos Murillo se pronunció por saber los negocios que se realizarán en Nicaragua de parte de los iraníes para tener un juicio basado en hechos. La otra opción es que se trata de una pantalla para garantizarse recursos a favor del régimen de Nicaragua.
También cuestionó las alianzas de la dictadura de Ortega con otros países como China y Rusia, lo que obedece al interés de buscar aliados grandes, a través de los cuales envía un mensaje a Estados Unidos: “No se metan conmigo, tengo amigos poderosos”.
Ortega se ha acercado a estos países para evitar rendir cuentas a la comunidad internacional por los abusos de derechos humanos cometidos a partir de 2018, cuando el Estado reprimió brutalmente a manifestantes pacíficos. Fueron asesinados 355 personas en ese contexto y más de 2000 personas resultaron heridas.
Los casos se encuentran actualmente en la impunidad, mientras Ortega ha justificado su campaña de represión, que mantiene a 235 presos políticos, en una supuesta lucha contra el “intervencionismo” de las potencias extranjeras: EE. UU.—su principal socio comercial—, la Unión Europea y Canadá.