17 de enero 2023
Tras un cuestionado proceso judicial en Managua, la jueza orteguista Nancy Aguirre Gudiel declaró culpable al sacerdote Óscar Danilo Benavides Dávila, párroco de Mulukukú, por los supuestos delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación”, fabricados por la justicia orteguista, reportó el medio local Mosaico CSI.
El padre Benavides, que cumplió 50 años en diciembre de 2022, es originario del municipio de San Isidro, Matagalpa, y es el párroco de la parroquia Espíritu Santo, en Mulukukú, jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Siuna, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte.
La audiencia de juicio fue realizada en menos de ocho horas, desde aproximadamente las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde de este 16 de enero.
La Fiscalía llevó a pobladores de Mulukukú, entre testigos de cargo y, según confirmó Mosaico CSI, uno de ellos ni siquiera conocía al padre Óscar Benavides.
Óscar Benavides, primer sacerdote condenado por conspiración
El sacerdote católico es el primer en ser condenado por estos delitos fabricados por la justicia orteguista, que mantiene a una decena de religiosos como presos políticos, entre ellos el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, enviado el pasado 10 de enero a un juicio político sin fecha precisa.
El abogado y exfuncionario del sistema judicial nicaragüense, Yader Morazán, también confirmó la declaración de culpabilidad contra el sacerdote y agregó: "Es el primer sacerdote 'investigado', acusado, 'juzgado' y condenado que tuvo en contraposición como juez y parte (víctima) al Estado mismo".
Es el primer sacerdote "investigado", acusado, "juzgado" y condenado que tuvo en contra posición como juez y parte (víctima) al Estado mismo.
— Yader Morazán ⚖️ 🇳🇮 (@YaderMorazan) January 17, 2023
Otros dos sacerdotes han sido condenados previamente, pero contra ellos la justicia controlada por el gobernante Frente Sandinista utilizó delitos comunes, entre ellos violencia física y sexual.
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La revista informativa Mosaico CSI agregó que, en la audiencia preparatoria de juicio contra el sacerdote Benavides, la jueza desestimó elementos de prueba de descargo ofrecidos por la defensa, incluyendo el testimonio del obispo de la diócesis de Matagalpa, quien lleva más de cinco meses en cautiverio y enfrenta un proceso distinto, pero por iguales delitos.
En la acusación contra el padre Óscar Benavides, monseñor Álvarez es señalado como "cabecilla de acciones ilícitas", sin que hasta ahora se conozcan pruebas de la acusación, mientras la justicia orteguista mantiene secuestrados sus expedientes.
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Después que la jueza Aguirre declaró la culpabilidad del padre Benavides, procedió con la audiencia de debate de pena. La Fiscalía pidió las penas mínimas para ambos delitos: cinco años de prisión por el supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y tres años de prisión para el delito de propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
En Nicaragua, los secuestros de religiosos iniciaron en agosto de 2022, en un nuevo capítulo represivo del régimen orteguista contra la Iglesia católica. Esta ola de persecución se caracterizó por intimidación a decenas de sacerdotes, provocando el exilio de más de media docena; la prohibición de procesiones; el asedio policial a templos en diferentes zonas del país y la advertencia a curas para que moderaran el mensaje compartido a los feligreses a través de sus homilías. En total once padres fueron convertidos en reos de conciencia: dos están condenados, ocho en El Chipote y uno en casa por cárcel.
Daniel Ortega mantiene más de 230 reos de conciencia en diferentes cárceles del país, y este lunes 9 de enero, en su primer discurso del año, aseguró que no los liberará, pese a las constantes demandas de libertad por parte de sus familiares y la comunidad internacional.