27 de diciembre 2022
Un grupo de sacerdotes nicaragüenses que viven en el exilio, debido a la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, instaron al pueblo nicaragüense "a no perder la esperanza y no caer en la desilusión", a pesar de estar experimentando en carne propia "el temor, soledad, incertidumbre, bajo la represión y el sometimiento injusto de un sistema cruel".
En un mensaje divulgado en ocasión de las celebraciones navideñas, los religiosos enfatizan: "alzamos la voz, por los sin voz, por los más de 200 presos de conciencia, incluyendo a nuestros hermanos sacerdotes, quienes lo único que hicieron fue soñar por una patria donde se respetara: la libertad, la justicia, la democracia, derechos humanos y un nuevo país en donde todos nos miráramos como hermanos".
Por lo anterior, "animamos a todo el pueblo católico de Nicaragua, en especial a los feligreses de nuestras parroquias donde servíamos, a no perder la esperanza y no caer en la desilusión. Dios siempre puede más", subrayan.
Asimismo, los sacerdotes expresan su cercanía con la familia de Monseñor Rolando Álvarez, los sacerdotes encarcelados y todos los reos de conciencia que "sabemos que se han sentido solos", pero "no lo están". Recuerdan que miles de personas desde dentro y fuera del país "oramos por ustedes" y "Dios, aunque pareciera que no responde nuestra plegaria, está muy cerca de nosotros", apuntan.
"Sabemos de su dolor y lágrimas, por el injusto encarcelamiento de sus familiares. Ese dolor es asociado al de la virgen, que de manera incruenta también sentía el dolor, pero supo callar y esperar el tiempo perfecto de Dios", continúan los religiosos en el exilio.
Al pueblo nicaragüense lo instamos "a seguir adelante y esperar la respuesta de Dios a nuestras plegarias y anhelos de libertad de todos (los presos políticos), porque son inocentes. Alabamos su gran testimonio de valentía y dignidad. Ellos son pecadores, como todos los somos, pero nunca han cometido delito para guardar prisión", apuntan los sacerdotes exiliados.
De igual forma, envían un mensaje de esperanza y solidaridad a "los miles de nicaragüenses forzados a abandonar el país: migrantes, exiliados, desterrados, que lejos de su tierra experimentan la soledad, y el dolor de no poder estar con los suyos. Si embargo les invitamos a verse reflejados en la Sagrada Familia de Nazareth, que fueron los primeros en huir al exilio para salvaguardar su vida y libertad de quienes le buscaban para matar al Niño Jesús".
Finalmente, recuerdan que “Dios no nos decepciona y siempre está con nosotros", por eso, señalan, "es posible el bien, la bondad y la verdad y la justicia, como caminos que nos acercan a Belén".