17 de diciembre 2022
Frente a las puertas de esta impredecible final de la Copa del Mundo, aún sin comenzar la batalla entre la Argentina de Messi y la Francia de Mbappé, nuestros huesos están sudando. Y es que la expectación es máxima. Solo uno quedará con vida. Los dos equipos buscan su tercera corona, y aunque sentimentalmente, y sobre todo por la historia y satisfacción de Lionel Messi, nos gustaría que gane Argentina, vemos a Francia, pese a sus incontables bajas, como el favorito… Lo que parece ser un hecho, es que seremos testigos de un duelo electrizante entre dos equipos de diferente estilo: el estilista que danza, teje y se filtra, y el pegador, que maneja bien el vértigo, dispone de golpeo directo y siempre pretende noquear. Ambos se han abierto paso hasta esta final obviando derrotas sorprendentes ante Arabia y Túnez en la fase de grupos. Ninguno de ellos recuerda eso.
Factores inspiradores
¿Quién prevalecerá? es la gran intriga, con dos personajes en el epicentro del huracán de emociones y el oleaje ruidoso de las especulaciones: Lionel Messi y Kylian Mbappé, compañeros de equipo en el PSG y feroces rivales en esta Copa. Cada quien con la mayúscula responsabilidad de ser el factor inspiración. Para Messi, de 35 años, es su quinta y posiblemente última oportunidad de concretar en algo real, un sueño hasta hoy irrealizable, pese a toda la grandiosidad que ha mostrado; para Mbappé, de 23 años, ya ganador de una Copa en 2018, representa un amenazante acercamiento a las tres “medallas de oro” que Pelé en cinco Mundiales, su consagración como estrella, y colocarse en ruta a la conquista de su primer Balón de Oro, iniciando probablemente una racha.
Así se ven a pocas horas
El juego abierto favorece enormemente a Francia, con dos extremos temibles: Mbappé por la izquierda y el intermitente Dembelé por la derecha, más el aporte que ofrecen laterales que suben acompañando avances. Argentina es más dependientes de las conexiones con Messi y busca aproximarse por el centro del área, lo que facilita ser víctima de faltas en la zona roja, una posibilidad a veces inevitable con los ingresos de Messi por un lado y también de Mbappé por el otro… Adelante, Giroud ha estado funcionando bien como 9, va bien por arriba y se destaca como cabeceador, como lo demostró en el gol contra Marruecos, es peleador de pelotas, “cazador” de descuidos en el área y aprovechador de espacios. En Argentina la dinámica de Álvarez es desequilibrante, DiMaría exige de anticipos apropiados para neutralizarlo, y Enzo Fernández se ha convertido en un gran impulso.
¿Quién más vulnerable?
La defensa francesa solo ha mantenido en cero goles a Marruecos en Semifinales, permitiendo gol en cada uno de sus cinco juegos anteriores, los tres de la fase de grupos, octavos y cuartos. Decir que atrás Francia no ha lucido bien, no es cierto, y si el virus no lo impide y pueden contar con los aportes de Konaté y Varane, en una zona que cierran, Theo Hernández y Koundé, van a ser “mordedores”; Argentina también permite cinco goles pero a diferencia de Francia, registra tres partidos sin permitir gol, claro, contra ataques que no tienen nada que ver con el de Francia, ni siquiera el holandés que en una brevedad le marcó dos veces a Argentina en inesperada reacción. Ottamendi, Romero, Molina y Acuña, han respondido, y en la zona de contención y creación, Rodrigo de Paul y Enzo Fernández se mueven bien para el respirar de Messi. El medio campo francés no ha llorado por las pérdidas muy importantes de Kanté y Pogba. El funcionamiento del joven Tchouameni con Fofana, pendientes de Griezman, ha sido estupendo, Tchouameni ha conseguido uno de los mejores goles desde lejos en esta Copa.
Lo especulativo, juega
¿Por qué Francia favorita? Porque es mucho más rápida y mucho más potente en su llegadas que Argentina, sobre todo por arriba, lo que exigirá un trabajo arduo para “Dibu” Martínez, quien debe ser más oportuno en las salidas, tarea que desempeña mejor Hugo Lloris, también excelente atajador; porque la presencia de Mbappé viniendo desde la izquierda hacia el centro como lo hace Cristiano, juntándose con Giroud es de peligro permanente, más que la de Messi viniendo desde atrás y necesitar de entendimiento para avanzar en espacios cortos. Messi tiene gran incidencia en sus trazados, largos o cortos, cuando su visión periférica descubre compañeros en proyección… Para teorizar, hay mucho terreno, y estamos listos para ver que pasa en la hora de la verdad, cuando sustos alteran tanto el sistema nervios de los que miran y sufren mientras la intriga se mueve sigilosamente de un lado a otro.