8 de diciembre 2022
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Con una decena de sacerdotes encarcelados, otra decena en el exilio o desterrados, y religiosos y feligreses resguardados o en la clandestinidad debido a la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y sus operadores políticos y simpatizantes, Nicaragua celebró este 7 de diciembre la tradicional “Gritería” en honor a la Inmaculada Concepción de María, también llamada “La Purísima” por sus devotos.
Desde el Gobierno Central y la misma Policía –principal brazo represor del régimen que ha ejecutado las capturas de sacerdotes– se promovieron altares y muestras de “fervor religioso”. Los actos fueron un intento de imponer la “normalidad” del discurso oficalista, pese al recrudecimiento del estado policial de facto por el que al menos 235 nicaragüenses son presos políticos en las cárceles de la dictadura o bajo el régimen de “casa por cárcel”, entre ellos el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez.
En Managua, los altares que el Gobierno coloca tradicionalmente en la Avenida Bolívar se erigieron al igual que años anteriores. Al mediodía, la vicepresidenta y vocera del régimen, Rosario Murillo, inició su habitual monólogo alabando a la “Madre Santísima” y destacando la labor de la Policía que, dijo, implementó un “Plan Gritería” para “garantizar la seguridad” durante la celebración.
Sin embargo, fue bajo ese argumento del “Plan Gritería” –que en otros años era bautizado como “Plan María– que la misma Policía siguió prohibiendo procesiones con la imagen mariana y celebraciones de griterías en algunas calles de Nicaragua, o bien restringiendo el uso de pólvora.
Murillo, además, calló sobre la persecución contra la Iglesia católica y sus feligreses.
Más tarde, cerca de las diez de la noche, los medios de la propaganda orteguista difundieron imágenes del rezo privado en el que Ortega y Murillo participaron junto a parte de sus hijos y nietos. El rezo privado de la paraja dictatorial es una costumbre que lleva varios años en su residencia y despacho, a la que solamente familiares, operadores y algunos delegados internacionales tienen acceso.
En las imágenes, de los medios oficialistas se observó a Murillo con panderetas y accesorios artesanales, junto a Ortega, que vestía su atuendo habitual: pantalón, gorra y chaqueta.
También estaban sus hijos Rafael, Laureano, Juan Carlos, Maurice, Camila y Mariana Ortega Murillo juntos a sus parejas y los nietos de Ortega y Murillo que sumaban unos 25 menores.
Obispo Báez: “Vivimos un momento de orfandad”
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua y exiliado desde 2019 por amenazas de muerte en su contra, aseguró en un mensaje en ocasión de las fiestas de La Purísima que todos los nicaragüenses “vivimos un momento de orfandad como país”.
“Quienes deberían velar por el bienestar de la sociedad y cuidar nuestro futuro, se han convertido en productores de lágrimas, artesanos del terror y destructores de la dignidad humana”, declaró Báez en relación al régimen orteguista.
En la Catedral San Pedro Apóstol, de Matagalpa, la feligresía resintió la falta del obispo Álvarez, quien faltó a la tradición por primera vez en once años, debido a que desde el 19 de agosto fue trasladado por un contingente policial a la vivienda de sus padres en Managua, donde permanece bajo “casa por cárcel”.
Además, fue la primera vez en los casi cien años de la Diócesis de Matagalpa que la feligresía de esa ciudad no tuvo el grito de su obispo correspondiente pronunciando el tradicional grito de “¿Quién causa tanta alegría?”, al que los asistentes responden “¡La Concepción de María!”. En su ausencia, el grito fue pronunciado por el vicario de la Catedral, Jáder Guido, según reseñó la revista local Mosaico CSI.
“Estuvo presente en el corazón y las oraciones de los asistentes”, indicó una publicación en la página de la Diócesis en Facebook.
Mientras tanto, en algunas páginas y perfiles de simpatizantes sandinistas circularon ataques contra la Iglesia católica o sus miembros.
El pasado 2 de diciembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a Nicaragua en la lista de países que persiguen la libertad religiosa, tras registrar más de trescientos ataques contra la Iglesia católica desde el estallido social de abril de 2018 hasta la fecha.
Carazo: “De nada sirve adornar altares si andás persiguiendo”
En varias casas de Carazo, se erigieron altares para festejar la tradición instaurada hace 165 años y que muchos devotos conservan, pese a la crisis económica y sociopolítica del país.
En todas las iglesias del departamento se prepararon altares para que el pueblo católico asista a venerar a la Virgen María con cánticos tradicionales. También las alcaldías locales –bajo control del gobernante Frente Sandinista– organizaron altares marianos, pero los feligreses resienten la falta de libertad.
“El altar de la Alcaldía está muy bonito. Toda la mañana pasaron acarreando brindis (artículos para repartir en el rezo). Ojalá que de verdad se convirtieran, porque de nada sirve adornar altares si andás persiguiendo a los obispos y a los que de verdad tienen fe”, señaló una pobladora caraceña.
Altar de la Alcaldía de Diriamba. Foto: Confidencial
En medio de la crisis económica que persiste por cuarto año consecutivo en Nicaragua, los devotos que prepararon sus altares también se quejaron por el precio de algunos brindis tradicionales como la caña de azúcar, que se cotizaba a 50 córdobas cada vara, o el limón dulce, que estaba a 400 córdobas los 100.
“El pueblo tiene hambre, así que, aunque la comida está cara, yo compré arroz y azúcar para repartir. También fósforos, café y cositas que son útiles”, describió otra devota. “Nada de caramelos ni chiverías, porque la gente hace más con una libra de arroz que con dulces”, agregó.
Este 8 de diciembre, las alcaldías de Carazo también celebrarán por quinto año una “Purísima acuática” en la que participarán unos cuarenta lancheros que recorren las playas de Huehuete, Casares y La Boquita. En todas las festividades, que iniciaron el 28 de noviembre con el Novenario, la presencia policial ha sido notoria, sobre todo en las parroquias del departamento.
Fiesta mariana en Chinandega con poco presupuesto
La fiesta mariana en honor a la Inmaculada Concepción de María también movilizó al Occidente del país. En el municipio El Viejo la fiesta inició desde el martes 6 de diciembre con la tradicional “Lavada de La Plata”. Centenares de peregrinos se dieron cita en la Basílica Menor y dentro del templo o en el atrio y, de rodillas o limpiando objetos de plata, mostraron su devoción.
Nubia Calero llegó desde Ticuantepe, municipio de Managua ubicado a más de 150 kilómetros de distancia. “Salimos a la una de la madrugada para alcanzar los pies de la Virgen y pedir por mi sanación. Este año inicié con hemodiálisis” relató Calero, quien llegó acompañada de toda su familia.
En el altar a la Purísima de la alcaldía de El Viejo, repartía el secretario político departamental de Chinandega, José Manuel Espinoza. Foto: Confidencial
En Chinandega, la fiesta mariana se vive con devoción y también con limitaciones económicas. En los alrededores del templo “Dulce Nombre de Jesús” del sector El Calvario, se ubicaron como cada año decenas de comerciantes que venden los artículos plásticos o artesanales para la tradicional “gorra” que se reparten en los rezos.
“Las ventas iniciaron frías, pero han mejorado en los últimos tres días. Todo lo que es plástico aumentó de precio, hasta 10 córdobas por docena. A pesar del aumento se ha vendido. Dos años antes yo invertí menos dinero, porque mucha gente no abría sus altares por miedo a la pandemia. Este año sí me arriesgué un poco más”, relató una comerciante de León que pidió omitir su nombre.
Este año se espera que más hogares abran sus altares, entre ellos el de Glenda Zelaya, en Chichigalpa. “En 2020 no abrí mi altar, ni el 2021. Yo tenía mucho miedo de contagio del covid-19. Este año hicimos el sacrificio en la casa y vamos abrir a las seis de la tarde, pero usaré mascarillas” detalló.
En los parques de los diferentes municipios de Chinandega, las instituciones del Estado también prepararon variedad de altares, aunque menos lujosos que los exhibidos en Managua.
En Rivas solo permitieron algunas procesiones
En Rivas, en el suroriente del país, la celebración mariana se desarrolló en un ambiente contradictorio, ya que en algunos municipios sí se permitieron las actividades religiosas, pero en otros fue prohibido.
En las parroquias San Francisco y San Pedro Apóstol, de la ciudad de Rivas, se organizó un calendario de procesiones por diferentes barrios, que días más tarde fue cancelado por órdenes de la Policía.
La prohibición no impidió, sin embargo, la salida de otra procesión en el barrio Ulises Colombia, cerca del centro de la ciudad, donde los devotos acompañaron una réplica de la imagen, que no es la oficial de su parroquia ni concluyó en el templo de San Francisco, donde normalmente terminaría. La procesión que no prohibió la Policía tuvo una particularidad: salió de la casa de los familiares de la exdiputada departamental sandinista, Venancia Ibarra Silva.
En el municipio de San Jorge, las procesiones se realizaron con normalidad durante todos los días del novenario, contrario a los municipios de Belén y San Juan del Sur, donde la imagen mariana correspondiente tuvo que ser trasladada en una camioneta particular hacia la casa del mayordomo para la vela tradicional, y volver al día siguiente también en un vehículo particular.
Pobladores rivenses comentaron, bajo solicitud de no ser identificados, que la discrecionalidad para autorizar o no las procesiones dependería de la relación entre el sacerdote y el alcalde, debido a que las restricciones se aplican a los religiosos que critican la administración del Frente Sandinista. Otros agregaron que también se debería a las áreas urbanas, donde las procesiones fueron más restringidas en este departamento.
